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- Ámate a ti misma como si tu vida dependiera de eso, porque ASÍ es.
*Basado en el Libro "Morir para ser Yo" de Anita Moorjani El propósito más grande de nuestra vida es ser lo que somos y expresar nuestro ser auténtico sin miedo. Esto es imposible sino nos aceptamos y nos amamos incondicionalmente. Lo único que nos impide vivir completamente y sin miedos, es nuestra incapacidad para practicar el verdadero amor propio. De hecho, nuestra cultura no promueve ni apoya esta práctica 100% espiritual. La mayoría de nosotras nos sentimos juzgadas si nos amamos, nos valoramos o nos ponemos primero. Los mitos que sostiene nuestra mente-ego (consciente o inconscientemente) para alejarnos de esta experiencia de aceptación incondicional de nuestro ser, y por lo tanto, de la verdadera alegría de vivir, son los siguientes: MITO 1: Es egoísta que me ame a mí misma Para destruir este mito, pensemos en lo opuesto: ¿qué pasa cuando no nos amamos o no nos valoramos a nosotras mismas? Nos sentimos poco merecedoras de amor y nos convertimos en personas necesitadas de llenar un vacío que creemos sólo lo pueden llenar otras personas. Nos convertimos en personas complacientes porque necesitamos la aprobación de los demás para sentirnos valiosas. Cuando nos amamos a nosotras mismas tal y como somos, dejamos de necesitar la aprobación de otros para ser quienes somos en realidad. Somos capaces de mostrar nuestro ser completo, realizado al mundo, y nos convertimos en personas que los demás quieren tener cerca. MITO 2: Amarme a mí misma significa autocuidado constante Muchas personas creen que el amor propio se refleja en comportamientos de autocuidado como meditar, comer ciertos alimentos y evitar otros, frecuentar ciertas personas y evitar otras, ver sólo noticias buenas del mundo, estar exclusivamente con personas que sientan y piensen igual que yo, renunciar a toda rutina o compromiso, vestirse de una manera, darse un masaje, una sesión de belleza o un rato de ocio. En otras palabras, creen que para sentir amor real por su ser, deben invertir tiempo, espacio y dinero en actividades o situaciones que los hagan experimentar comodidad. Aunque estas actividades son muy importantes para cuidar nuestro espíritu y cuerpo, y aportan armonía y tranquilidad a nuestra mente (y por supuesto te sugiero y casi te pido que las cultives e implementes), muchas personas se dedican a hacer esto todo el tiempo y aun así sus vidas no funcionan genuinamente a nivel romántico, sexual, relacional, social, familiar o emocional. ¿Por qué? Porque el verdadero amor propio es cuidar de nosotras mismas cuando menos motivadas estamos para realizar todas estas actividades de conexión y armonía. Amarnos verdaderamente significa cuidar de nosotras cuando menos nos sentimos merecedoras de amor; cuando hemos caído, hemos fallado y hemos hecho daño; no es desconexión, sino es conexión íntima, genuina y psicológica con esas situaciones y personas que evitamos sanar o con quienes evitamos relacionarnos. Si no podemos estar de nuestro lado cuando nadie más lo está, no podemos conectarnos con un sentimiento genuino de amor propio y autovalía. Es en los momentos más difíciles que necesitamos más de nuestro amor, de nuestra capacidad de sentir compasión por nosotras mismas. Así es que volvemos a empezar, y así es como cualquier muestra de amor que nos damos en los días más duros, se convierte en un regalo para nuestro ser realmente significativo. Amor propio es: "Sin importar lo que otros piensen, no me abandonaré a mí misma, ni me rechazaré a mí misma JAMÁS. Estaré siempre de mi lado!” MITO 3: Amarme a mí misma significa negar mis debilidades Todo lo contrario. Amarnos a nosotras mismas significa amar nuestro ser REAL con ternura y honestidad. ¡Y nuestro ser real es perfectamente humano! Es lleno de defectos, de inconsistencias, de miedos, heridas y errores. Amarnos a nosotras mismas significa amarnos cuando nos deshacemos con la crítica, cuando fallamos, cuando nos rompemos, cuando otros nos quieren romper y cuando decepcionamos a los que nos rodean. No se trata de negar nuestros fracasos y repetir afirmaciones sobre qué tan maravillosas somos. Amarnos a nosotras mismas es comprometernos a defender nuestro ser, cuando nadie más lo hace. El verdadero amor propio es la capacidad de aceptarnos tal y como somos, con nuestras fortalezas y errores, con nuestras emociones negativas y con nuestra capacidad inmensa de dar todo el amor que hay en nuestro corazón; es sabernos y mostrarnos auténticas sin pretender lucir bien, cooperando con el mundo no para hacer con el otro sino para construir con el otro. MITO 4: Es importante estar positivo siempre, a pesar de las circunstancias externas Aunque no es algo malo tener una actitud positiva en la vida y de hecho es necesaria para afrontar tantas cosas complejas que cada tanto nos llegan, intentar controlar la vida teniendo pensamientos exclusivamente positivos es desgastante y alejado de la naturaleza espiritual y mental. Tenerle miedo a expresar nuestras emociones negativas y a nuestros días llenos de pensamientos de victimización, inseguridad desesperanza, odio y rabia, porque queremos evitar manifestar una realidad física negativa, sólo nos lleva a negar, suprimir y alejar nuestro verdadero ser humano. Y esta supresión de emociones sólo nos lleva a crear una realidad de enfermedad, de desapego al mundo tal y como es, de distanciamiento y tiranía frente al sufrimiento de otros, de ausencia de procesos integrales de conocimiento, y a veces de soledad (porque al no aceptar nuestras manifestaciones emocionales humanas, también rechazamos a los demás); así mismo, nos lleva a alejarnos de la genuina experiencia de la Empatía que por su naturaleza, surge de la conexión con las dificultades y la posibilidad de experimentar todo lo que habita en ellas. “Entre más me amo a mí misma, mejor mi mundo externo. Entre más me amo y me valoro a mí misma, permito que más cosas buenas y positivas lleguen a mi vida. Entre menos me amo a mí misma, menos me siento merecedor de permitir que las cosas positivas vengan a mi vida”. Si constantemente juzgamos ciertas emociones y sentimientos como “negativos” y nos forzamos a tener pensamientos positivos, el mensaje que le estamos mandando a nuestro propio ser es “tus pensamientos están mal. No deberías estar teniendo estos sentimientos”. Básicamente, estamos negando lo que somos y lo que sentimos, y estamos negando nuestra real naturaleza biológica, neurológica, psicológica y espiritual. Esta no es una actitud de amor hacia nosotras mismas, y claramente no es saludable, ya que tener tantas emociones embotelladas en nuestro interior a un nivel consciente o inconsciente, nos lleva a estallar de formas inadecuadas cuando menos lo pensamos. Una vida sana, es una vida cíclica, en donde experimentamos, aprendemos, profundizamos y vivimos nuestras sombras, así como valoramos los momentos de felicidad; y así mismo, la postura apreciativa, positiva y alegre frente a los sucesos de la vida, llegará en autenticidad y luego de un proceso de trabajo interior profundo y constante. “ES MÁS IMPORTANTE SER YO MISMA, QUE SER POSITIVA. Y como resultado, cuando soy positiva, es genuino y auténtico”. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Duelo migratorio: Una invitación a conectarte y rediseñarte.
“Yo soy una desarraigada nata. Yo voy conmigo a todas partes. Mi mundo soy yo, mis sueños. Cuando voy a un país o a cualquier sitio, yo lo transformo en lo que a mí me interesa, y dejo lo que no me interesa: no lo veo" Ana Matute Uno de los fenómenos que remueven sociedades, familias, redes y hasta procesos sociales en el mundo es la migración. Cada vez más se incluye la posibilidad de emigrar como otro paso más en la vida por los deseos de mejorar en algún ámbito, conocer y experimentar cosas nuevas, consolidar un proyecto de familia o pareja, expandir horizontes profesionales u ocupacionales, maravillarse con nuevos sentires… y no olvidemos las migraciones por las condiciones de vida violentas u otros conflictos. En cualquier caso, embarcarse en un proyecto que implica dejar o soltar familia, amigos, cultura, certezas adquiridas, rutinas, comidas, lenguajes… inevitablemente deriva en un trabajo personal intenso de adaptación, descubrimiento, conexión y duelo. El duelo migratorio es un tipo de elaboración de la pérdida que empieza cuando una persona emigra. Es un proceso que puede culminar en bienestar o dolor, ya que cuestiona los recursos y estrategias de adaptación de cada uno y moviliza emociones ambiguas haciendo que el duelo también lo sea. Puede resultar el más simple de los duelos, pero conlleva una serie de circunstancias que pueden hacer que se complique y trastoque todas las áreas de la vida de una persona. Esta experiencia de cambio lleva a la persona a trabajar en dos direcciones: la adaptación a lo nuevo y desconocido y la elaboración del duelo. Cada proceso de duelo es diferente, y el logro de estos objetivos se verá influenciado por características personales, las condiciones de la migración, el país de destino, el apoyo social, la nacionalidad, la edad… A veces ocurre que se produce una “pseudointegración”, por la que de cara a la sociedad la persona está perfectamente integrada, sin embargo en su privacidad encontramos mucho sufrimiento. Habrá que prestar especial atención a los factores de vulnerabilidad (relativos a la historia personal, presencia de enfermedades o desordenes emocionales previos, entre otros) que puedan marcar el proyecto de migración y de vida de la persona, procurando siempre entender que el duelo migratorio es un proceso muy peculiar: – Es un duelo múltiple: durante la migración se dejan atrás muchas cosas (familia, amigos, idioma, costumbres, nivel social…). – Es un duelo parcial: al contrario que las pérdidas por muerte, en el duelo migratorio la pérdida no es irreversible. Esto, junto a las emociones contradictorias marcadas por un lado por la nostalgia y por el otro por las expectativas que idealizan la nueva situación hacen que sea un proceso ambiguo y agridulce, y de seguro para muchas personas lleno de emoción y logros. – Es un duelo recurrente: es una experiencia que se reactiva muy a menudo con cada llamada del país de origen, cada referencia a la propia cultura o cada reto que confronta a la persona con la necesidad de ampliar los horizontes desde los cuales desarrollar su identidad personal, ocupacional y vital en el nuevo país de acogida. El duelo migratorio es el gran “estar entre” dos países, dos culturas, dos grupos de personas, dos planteamientos vitales, dos emociones enfrentadas… Afrontando las ganancias y pérdidas, los riesgos y beneficios que supone la nueva situación poniendo a prueba nuestras capacidades de adaptación y preparación psicológica para el cambio. Habrá veces que se necesitará una ayuda a nivel psicológico y social por las circunstancias que rodean el proceso de duelo migratorio y lo que éste haya supuesto en relación a los recursos personales. Una ayuda que favorezca la adaptación en el nuevo entorno mientras se siguen manteniendo las conexiones con las raíces del que se deja e integre un trabajo emocional correspondiente a la vivencia de cada uno. En términos generales, ante procesos de duelo migratorio con adolescentes, jóvenes o adultos, es importante trabajar alrededor de: 1. Motivación para el cambio y estrategias de modelamiento de pensamiento 2. Capacidad de establecer vínculo y estrategias de comunicación afectiva y efectiva más allá del lenguaje verbal 3. Capacidad de insight y autoobservación, a través de prácticas de autoestima y autoconcepto 4. Pensamiento divergente y creatividad, a través de la recuperación de la capacidad de creación personal 5. Tolerancia ante la ansiedad y la frustración y estrategias de manejo emocional y promoción del autocuidado y bienestar Migrar es expandir el corazón y regar semillas como diásporas por nuevas cartografías; es ensanchar el corazón a la humanidad y rediseñar desde el amor y compromiso nuestras relaciones, es volver a ti, porque te encontrarás siendo más tú que nunca. No desfallezcas! que aún cuando regresemos a nuestro país de origen, no seremos los mismos. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- El mensaje del miedo: Biología y consciencia.
Una emoción básica que nos ha servido como especie para evolucionar y como individuos para tomar riesgos, a veces se tiraniza y nos paraliza llevándonos incluso a desarrollar cuadros complejos de pánico, ansiedad, compulsión, evitación, angustia, aislamiento y obsesión. Para muchos, es el “fantasma” debajo de la cama y la sombra al margen de nuestros pensamientos. ¿Qué es el miedo? El miedo es una sensación angustiosa provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Es una reacción que comienza con un estímulo estresante y termina con la liberación de sustancias químicas que causan, entre otras cosas, que el corazón y la respiración se aceleren o que el cuerpo se ponga tenso. El miedo suele provocar comportamientos propios de la respuesta de estrés y una respuesta conocida como de lucha o huida. Sin embargo, este es un fenómeno complejo que no siempre se manifiesta exactamente del mismo modo ni tiene las mismas causas. La idea de “vivir sin miedo” o “liberarse de miedos” es valiosa sin embargo un tanto irreal, dado que al ser una de las emociones básicas, está codificada como parte del ADN de nuestra esencia biológica; sin embargo, lo que SÍ es real, es que podemos tomarlo, vivirlo, experimentarlo y transformarlo en una FUERZA CONSCIENTE para mantener alerta nuestros sentidos en dirección hacia el movimiento evolutivo y en armonía con nuestro bienestar. Las bases fisiológicas: El cerebro humano es un órgano profundamente complejo. Más de 100 millones de células nerviosas forman una intrincada red de comunicaciones que son el punto de partida de todo lo que sentimos, pensamos y hacemos. Algunas de estas comunicaciones conducen al pensamiento y a la acción conscientes, mientras que otras producen respuestas autónomas. La respuesta autónoma del miedo, es decir, la que no activamos de manera consciente, surge mucho antes de que nuestra razón haya podido decidir nada al respecto. Son muchas las áreas cerebrales relacionadas con el miedo. Estas son las más importantes: Tálamo: decide dónde enviar datos sensoriales entrantes (de ojos, oídos, boca, piel) Córtex sensorial: interpreta los datos sensoriales. Hipocampo: almacena y recupera recuerdos conscientes; procesa conjuntos de estímulos para establecer el contexto. Amígdala: decodifica las emociones; determina la posible amenaza; Almacena recuerdos de las emociones y del miedo. Hipotálamo: activa la respuesta de "lucha o huida". Esta base biológica, se conjuga y complementa con lo que social, cultural y familiarmente hemos aprendido sobre miedo: ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias de miedo? ¿Qué ha sido lo más miedoso que has hecho y sentido? ¿Cómo recuerdas que se ha vivido el miedo en tu familia? Con tus hijos y los niños que te rodean, ¿cuáles son las historias de miedo que se manejan? ¿Cuáles son los principales miedos que como mujer experimentas? Si el miedo fuera un personaje, ¿cuál sería? Nuestras historias de miedo (personales, de pareja, familiares, sociales y culturales) tienen una historia particular, unos intereses, un componente de imaginación y ficción que puede llegar a configurarse como amenaza y que es importante entender y profundizar en espacios conscientes y profesionales para intervenir de manera adecuada. El mensaje del miedo: Hay algo cierto en el miedo y es que tiene su propio ritmo y poética. Cuando lo confrontamos y le damos el lugar de compañero y le quitamos el lugar de líder tirano, nos permite descubrir la belleza de los retos, la ternura de los vínculos, la urgencia de los abrazos, la importancia de la ética y la estética en la interacción con el otro y uno mismo, los intereses ocultos detrás de los egos, los poderes que creíamos imposibles de alcanzar… También claro, nos devela fantasmas ocultos de nuestro inconsciente, nos confronta con sombras del mundo y nos marca la distancia entre el real amor y el apego. Las lecciones zen sobre el miedo son también lecciones sobre el ego. Dicen los maestros de esa disciplina filosófica que, si el ego tuviera motor, el miedo sería su combustible. Para ellos, en realidad no se puede hacer un gran inventario de miedos, sino que estos se reducen a solamente tres. Y los tres tienen que ver con lo que llamamos “yo”. Esos 3 miedos básicos que derivan en otros escenarios son: 1. Miedo a la muerte: Invitación a Conservar la vida 2. Miedo a Perder el Yo: Invitación a comprender el sentido trascendente de nuestra vida 3. Miedo al Sufrimiento: Invitación a comprender el dolor y la felicidad como experiencias paralelas y enriquecedoras lejanas al sufrimiento y el irrealismo emocional. Luego te hablaré de estos miedos. ¿Quieres compartirme tus experiencias sobre el miedo? No dudes en escribirme. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Duelo migratorio y emociones en migración.
“Yo soy una desarraigada nata. Yo voy conmigo a todas partes. Mi mundo soy yo, mis sueños. Cuando voy a un país o a cualquier sitio, yo lo transformo en lo que a mí me interesa, y dejo lo que no me interesa: no lo veo.” Ana María Matute "Mis abuelos nacieron en Francia, migraron a Colombia y yo ahora estoy en Bruselas"; " Mi mamá nació en el campo, en el sur de Chile, por falta de oportunidades, vinieron a Santiago y acá estamos"; "La situación se puso difícil, empezó con crisis políticas, luego sociales, luego la comida, luego la violencia, salimos de este pedazo de Venezuela y Colombia, ahora estamos en Alemania"; "Lo conocí como AuPair y nos enamoramos, sólo teníamos en común el inglés y al final decidí casarme con él y vivir en su país, acá estoy, en Holanda aprendiendo de cero todo, empezando por el idioma"; "Apliqué a un trabajo desde México y me salió en Alemania, realmente hemos trabajado y vivido en varios países" Hay muchos motivos para migrar, y tantas historias y emociones particulares como seres humanos que emprenden el viaje y se mudan de vida y relaciones. No hay un proceso de migración igual a otro, aunque podamos hablar de condiciones y situaciones marco generales. La migración es el fenómeno de moverse temporal o definitivamente del lugar habitual de residencia hacia un nuevo lugar de acogida dentro del propio país o a través de fronteras internacionales. Migrar remueve como pocas experiencias en la vida, nuestros anclajes vitales y nos encara con todo lo claro y oscuro de nosotros mismos; nos pone de frente, al desnudo y en honestidad con nuestros miedos, sueños, visiones, dolores, alegrías y nuestro Ser. Nos encuentra con la profundidad humana y belleza del amor en su máxima expresión, porque es a través de él, que nos embarcamos en un viaje de auto-descubrimiento, encuentro con la diferencia y agenciamiento de la propia vida más allá de las circunstancias. Independientemente de si vuelves a tu lugar de origen, la migración te marcará para siempre en un antes y un después, no serás la misma alma que fue y regresa, tendrás una identidad llena de matices, sabores, olores y sentires. La migración es profundizar en tus raíces (familiares, inconscientes y culturales) y sanar lo que ya no está, lo que se ha ido para siempre, lo que te costó y la que fuiste... es Ser tu hogar y hacer de cada morada un profundo presente de posibilidades. La Migración es agrandar tus alas, para integrarte a ti misma como un ser sexual, espiritual, biológico, social, cultural, revolucionario, pensante, sensual, mental y emocional. La migración te esta invitando a que sueltes el control, a que te abras a la humildad, a que cultives la paz-ciencia, a que no huyas de tu dolor ni de la incomodidad porque a donde sea que vayas cargarás contigo como único equipaje, a que vivas todas las emociones sin aferrarte a la no sana intención de mantenerte sólo en la alegría o en la tristeza. La migración es un acontecimiento importante en la vida, que influye profundamente en la psique de los seres humanos. Por ello, este fenómeno supone un factor de riesgo para la salud mental. Pero para que el tratamiento de las alteraciones psíquicas que conlleva el proceso migratorio pueda resultar eficaz, es necesario un conocimiento de la cultura de origen del inmigrante, de sus valores y de su concepto de salud. Esta experiencia de cambio lleva a la persona a trabajar en dos direcciones: la adaptación a lo nuevo y desconocido y la elaboración del duelo. Cada proceso de duelo es diferente, y el logro de estos objetivos se verá influenciado por características personales, las condiciones de la migración, el país de destino, el apoyo social, la nacionalidad, la edad, entre otros factores. El duelo, la ansiedad, la depresión y el estrés son las principales experiencias que las personas experimentan en el marco de los procesos migratorios. Estas condiciones de salud mental han despertado el trabajo cada vez más articulado y urgente de organizaciones locales, profesionales y proyectos internacionales en materia de derechos humanos y desarrollo económico. La integración activa a las dinámicas locales del país receptor está estrechamente relacionada con la motivación, la salud mental y física y la oportunidad de desarrollar, fomentar y adquirir habilidades que aporten al desarrollo personal y a la construcción de redes transnacionales. En los espacios de intervención individual y grupal de Ella Migra abordamos herramientas y estrategias para gestionar nuestras emociones de manera efectiva y afectiva en el proceso migratorio. Habrá que prestar especial atención a los factores de vulnerabilidad que puedan marcar el proyecto de migración y de vida de la persona, procurando siempre entender que el duelo migratorio es un proceso muy peculiar: – Es un duelo múltiple: como decíamos antes, durante la migración se dejan atrás muchas cosas (familia, amigos, idioma, costumbres, nivel social, roles profesionales, roles familiares, prácticas de relación y alimentación, actividades sociales y culturales…). – Es un duelo parcial: al contrario que las pérdidas por muerte, en el duelo migratorio la pérdida no es irreversible. Esto, junto a las emociones contradictorias marcadas por un lado por la nostalgia y por el otro por las expectativas que idealizan la nueva situación hacen que sea un proceso ambiguo y agridulce. – Es un duelo recurrente: es una experiencia que se reactiva muy a menudo con cada llamada del país de origen o visita al mismo, cada referencia a la propia cultura… El duelo migratorio es el gran “estar entre” dos países, dos culturas, dos grupos de personas, dos planteamientos vitales, dos emociones enfrentadas… Afrontando las ganancias y pérdidas, los riesgos y beneficios que supone la nueva situación poniendo a prueba nuestras capacidades de adaptación y preparación psicológica para el cambio. Habrá veces que se necesitará una ayuda a nivel psicológico y social por las circunstancias que rodean el proceso de duelo migratorio y lo que éste haya supuesto en relación a los recursos personales. Dentro de mi quehacer como psicoterapeuta en los últimos años, me han llamado la atención estás reflexiones de mis consultantes, que son muy claves para pensarnos el proceso de migración: Crisis no solo es sinónimo de oportunidad. Esta distinción utilizada mucho en líneas de trabajo como el Coaching no es aplicable a la naturaleza de la estructura psíquica de los seres humanos, aunque la podemos implementar si lo que queremos es programar nuestro pensamiento. Para muchas personas en sufrimiento emocional o con cuadros de emociones complejas y difíciles de tramitar a lo largo del tiempo, no siempre la crisis les esta mostrando oportunidad para que se mantengan en su camino; por el contrario les esta mostrando que requieren terminar para siempre con una relación o situación, volver al lugar del que partieron o la entrada a una crisis mayor; por supuesto con el tiempo lo veremos como una oportunidad, pero cuando la persona se encuentra en estado de crisis, lo más prudente es entender la herida que la crisis está recordando o tocando, sanarla, abrazarla con empatía y luego decidir lo siguiente. El aprendizaje depende también de un estado emocional, así que primero dispón tu alma con profundo amor propio. El auto-conocimiento en potencia. Diría Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Migrar nos pone en el centro de nosotros mismos y en el marco del mundo representado en nuevos acentos, maneras de relacionarse, experiencias culturales, emociones y maneras de nombrarlas y vivirlas. Nos hace transitar por el famoso libro de "Los 4 acuerdos" y nos hace hacer una maestría en cambio y liderazgo. Si en algún momento decidimos regresar, nos pone de nuevo con nostalgias de lo que fue y de cómo la vida con su paso y nuestras decisiones, nos va cambiando a nosotros, a quienes nos rodean y a quienes dejamos al migrar... ¿Hacia dónde te están llevando tus decisiones? La emigración idealizada. A través de los medios de comunicación se ofrece una imagen idealizada de la migración. Se dibuja como un Erasmus, una aventura que lleva implícita un eslogan subliminal que asegura que fuera se vive mejor. Estas ideas hacen que perdamos de vista las complejidades que supone la adaptación a otro país, otra cultura y en muchas ocasiones, otro idioma. Muchos expatriados o inmigrantes, al ver que su cotidianidad no es como esperaban, se preguntan: "Pero, ¿qué estoy haciendo mal?". Parte de mi trabajo consiste en dejar claro que no son los únicos que se sienten así y que lo que les sucede es normal; que estamos haciendo lo que podemos y en la medida en que: paremos, bajemos el ritmo, nos habitemos e integremos primero con nosotros mismos, definamos nuestros valores y sueños y aprendamos a apreciar, agradecer, sentir y no tomarnos todo personal; podremos desarrollar habilidades de auto-conocimiento, resiliencia y gestión emocional para hacer de la experiencia migratoria una manifestación de abundancia y realización a todos los niveles. El perfil de quien busca ayuda. Las personas que buscan terapia no suelen ser siempre, recién llegados a sus países de acogida. Al principio, los inmigrantes están tan concentrados en su integración que, en cierto sentido, se desconectan de lo que ocurre en su interior. Es con el paso de los años, cuando ya han conseguido varios objetivos, cuando empiezan a sentir un malestar incierto, que puede deberse a varias razones. Nos seguimos leyendo. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Elijo vivir todas mis emociones, y tú?
Vivir nuestras emociones enriquece nuestra creatividad A propósito del pasado 10 de Septiembre: Día Mundial de la Prevención del Suicidio te cuento que de acuerdo con la OMS (2019): Cerca de 800 000 personas se suicidan cada año, de ellas un importante porcentaje se encuentra en países desarrollados y en la población joven. Por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio cada año. Entre la población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante. El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años. El 79% de todos los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos. La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo. Debido a que sigue siendo un tema tabú abordado de manera silenciosa y ante la emergencia en redes sociales y modas sobre la idea de "ser feliz, exitoso y positivo" como meta de vida, hay mucho subregistro de datos y personas sufriendo en silencio. Hay mucha gente en el mundo sufriendo en silencio, sin saber dónde poner la tristeza, la culpa o la rabia que sienten. La depresión, la ansiedad severa y los pensamientos suicidas son una realidad. Presionarnos o animarnos sólo a ser positivos o estar alegres, para algunos no soluciona nada y al contrario, los encapsula más. Más que evitar sentir o permanecer en una sola emoción, observemos qué vienen a enseñarnos; así que hoy permítete ser empática contigo y los demás. Sembrar ternura en nuestras relaciones debería ser una de nuestras banderas. La palabra que decimos y el contacto que establecemos con otros, es el legado que sembramos, y hay que prestar atención en lo que se siembra porque para muchos a nuestro alrededor, eso que decimos y cómo lo decimos se vuelve en la voz de su consciencia. 💓 Hoy elijo conectarme con la empatía, esa que explora libremente en todas las emociones, esa que no vive en la dicotomía y neurosis de querer mantenerse atada a una emoción, sino que se permite crear belleza de la alegría y la tristeza. 💓 Hoy elijo no culparme por sentir y convertirme en observadora de mis emociones y ver qué me vienen a enseñar. 💓 Hoy elijo conectarme con la vida en su máxima expresión a través de los niños, mi madre, mi hermana, mi papá, mi hermano lunar, mi hombre amoroso y mi gata. 💓 Hoy elijo quedarme con los momentos de conexión profunda, con las palabras lindas, con el “muchas gracias”, con el “lo hiciste muy bien”, con el “te mereces esto y más”, con los regalitos después de los viajes, con el “esto me llegó al alma”, con el “te amo mujer" 💜 Me quedo con el amor de los de siempre, con la certeza de que solo quienes están a nuestro lado deben estarlo, me quedo con la buena vibra y con los piropos de mujeres seguras, con las preguntas sinceras y las confesiones eternas. Me quedo con ese par de zapatos y esa maleta rota, con los mensajes de ánimo y las buenas noches. ¿Tu con qué te quedas? Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- ¿Eres de las que toma la vida con miedo (espera) o riesgo (acción)?
Muchas delas mujeres que me consultan, han llegado a mí por caminos dispares: una recomendación, un proyecto social, una intervención de empoderamiento en una cárcel, un circulo de palabra, una mentoría para concretar proyectos o experiencias de duelos, una empresaria con deseos de motivar a su equipo, crisis o rompimientos que requieren tramitarse. Todas llegamos por caminos dispares en algún momento de la vida a confrontarnos con el mismo reto: Empoderar nuestro ser interior, reconocer los arquetipos que nos gobiernan y las diosas que nos fortalecen. Una vez que la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que influyen sobre ella, obtiene el poder que ese conocimiento proporciona. Las "diosas" son fuerzas poderosas e invisibles que moldean la conducta e influyen en las emociones. Una vez que la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que influyen sobre ella, obtiene el poder que ese conocimiento proporciona. En sintonía con lo que plantea Jean Shinoda Bolen, el conocimiento acerca de las "diosas" dentro de las mujeres constituye un nuevo territorio para el aumento de la conciencia sobre las mujeres. Cuando una mujer sabe qué "diosas" son las fuerzas dominantes dentro de ella, adquiere un autoconocimiento sobre la fuerza de ciertos instintos, las prioridades y las capacidades, y también las posibilidades de encontrar un propósito personal a través de las opciones que toma y que otras personas pueden no estimular. Sin embargo, también tengo que decirte en este punto, que la mayoría de las personas que veo en mi consulta son mujeres con recorridos vitales profundos, jóvenes y adultas. Se lanzan a lo que resulta ser un viaje de individuación que requiere que se enfrenten a la verdad y a la verdad de sus sentimientos, y a fin de vivir auténticamente, se arriesgan a la comunicación genuina. Para muchas de ellas, el viaje empieza sin heroicidad, con abandono o divorcio, un rompimiento, un cambio de país o ciudad, un cambio de rol, una dolencia física grave que, quizás, pone en peligro su vida, una enfermedad psíquica o el reconocimiento de que tiene alguna emoción pesada que quiere soltar o tramitar. El paso del mundo conocido al de la psicoterapia, mentoría o análisis (según el caso que hayamos pactado) como punto de partida de este viaje, se da como aquella opción consciente que nace del dolor y la necesidad, y no como vocación de aventura. Sin embargo, puedo añadir que cuando el alma se ve comprometida con el proceso, y la persona abre la fuente de sentido interior, la vida se convierte en una aventura. Y es que la vida, solo es de quien decide tomarla con riesgo, sin evidencia incluso de los resultados siguientes, y sin embargo con la plena claridad de la visión y pasión que marca cada uno de los pasos. No hay vuelta atrás, por más tropiezos que haya y duros obstáculos que nos encontremos, para una mujer que decide ser su propio Coach y así se abre a formarse mental y emocionalmente en espacios profesionales, empáticos y seguros que le brinden no solo experiencias, sino herramientas reales para potenciar su vida y la de su entorno. Te abrazo y espero en Psicoterapia, Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Conducta suicida Nota 1: Normalicemos pedir y dar ayuda.
El suicidio se sitúa entre las quince primeras causas de muerte en el mundo. Cada año se suicida un millón de personas y más de 20 millones lo intentan. El suicidio es un fenómeno complejo que incluye componentes biológicos, psicológicos, sociológicos, filosóficos, morales… El acto suicida que la OMS identificó en 1970 como un problema mayor de Salud Pública, ha estado siempre ligado a la historia de la la humanidad. En las últimas décadas y ante la paulatina normalización de los procesos psicoterapéuticos como componente esencial de nuestra cotidianidad, crecimiento, identidad y necesidades básicas familiares, ha habido un mayor despliegue profesional sobre cómo entender la conducta suicida y cómo abordarla. Personas de todo tipo de condiciones sociales y económicas, llegan a este descenlance complejo para ellas y quienes conviven a su alrededor, basta con recordar los casos de actores y músicos famosos que son sólo la punta del iceberg de un fenómeno que silencioso se cuela por nuestras comunidades sin que lo notemos, pues sus manifestaciones son menos evidentes de lo que creemos. Anualmente, cerca de 800 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Cada suicidio es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. El suicidio se puede producir a cualquier edad, y en 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo. De acuerdo con la OMS, pese a que el 79% de los suicidios de todo el mundo se registraron en los países de ingresos bajos y medianos, la tasa más elevada (de 11,5 por 100 000 habitantes) correspondió a los países de ingresos altos, en los que, además, se suicidan casi tres veces más hombres que mujeres, frente a los países de ingresos bajos y medianos, en los que la tasa está más igualada. Cabe destacar que en promedio, se encuentra que los hombres presentan un reporte tres veces mayor a las mujeres en suicidio, es decir, las tasas de suicidio son tres veces más altas en hombres que en mujeres, mientras que estás últimas registran mayores casos de depresiones severas o reporte de ideación suicida. QUÉ ES EL SUICIDIO. La OMS define el acto suicida como toda acción por la que un individuo se causa a sí mismo un daño, con independencia del grado de intención y de que conozcamos o no los verdaderos motivos, y el suicidio como la muerte que resulta de un acto suicida (Pascual Pascual y otros, 2005). Es decir, el suicidio es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada. El intento de suicidio, junto al suicidio, son las dos formas más representativas de la conducta suicida. Aunque el espectro completo del comportamiento suicida está conformado por la ideación suicida: amenazas, gesto, tentativa y hecho consumado. Por tanto, se puede diferenciar entre: Conductas suicidas: Son las encaminadas a conseguir consciente o inconscientemente el acto suicida. Riesgo de suicidio: Es la posibilidad de que una persona atente deliberadamente contra su vida. Suicidio consumado: Es el acto suicida que se ha llevado a cabo con éxito. Suicidio frustrado: Acto suicida que no ha conseguido el objetivo por alguna circunstancia imprevista. Ideación suicida: Son los pensamientos y planes para llevar a cabo un acto suicida. Gesto suicida: Es dar a entender con actos, que suelen tener algún simbolismo sobre una acción suicida que se realizará. Amenaza suicida: Es dar a entender con palabras a sobre una acción suicida que se realizará. Suicidio colectivo: La conducta suicida que llevan a cabo varias personas a la vez. En este tipo de suicidios lo normal es que una persona del grupo sea la inductora y el resto los dependientes. Los suicidios en grupo, tanto si implican un gran número de personas como si sólo son dos (como un par de enamorados o cónyuges), representan una forma extrema de identificación con la otra persona. Los suicidios de grandes grupos de gente tienden a ocurrir en sectas y en situaciones con una gran carga emocional. Suicidio racional: Una persona que inmerso en una enfermedad crónica, incapacitante, deterioro progresivo, toma la decisión de que suicidarse es la solución a su sufrimiento. Intento de suicidio: Se engloban aquellos actos autolesivos deliberados con diferente grado de intención de morir y de lesiones que no tienen un final letal. El parasuicidio o lesión deliberada sería el conjunto de conductas donde el sujeto de forma voluntaria e intencional se produce daño físico, cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño de alguna función y/o parte de su cuerpo, sin la intención aparente de matarse. Forman parte del parasuicidio las autolaceraciones (como cortes en las muñecas), los autoenvenenamientos (ingestión medicamentosa) y las autoquemaduras. MITOS SOBRE EL SUICIDIO. Las leyendas urbanas como los mitos son afirmaciones no probadas, realizadas por personas ajenas al conocimiento científico. Se dan por válidas en la población general. Se sustentan en generalizaciones o simplificaciones de la experiencia propia o ajena. Son “leyendas urbanas”. Si estas afirmaciones colectivas no se filtran convenientemente se pueden integrar en el conocimiento y darlas por válidas. A continuación señalo algunas de las más extendidas. 1. Los que hablan sobre suicidio no lo llevan a cabo. Hechos: De cada 10 personas que se suicidan, 9 habían advertido de forma clara sus intenciones suicidas, la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida; sin embargo, dado que estamos acostumbrados a no comunicar lo que sentimos en las familias y a que le tememos a encarar el malestar emocional personal y ajeno, preferimos hacer como la "avestruz" y no ver lo que está delante de nosotros. 2. Los que intentan el suicidio no desean morir, sólo llamar la atención. Hechos: Son personas a las cuales les han fallado sus mecanismos útiles de adaptación y no encuentran alternativas, excepto el atentar contra su vida. Tengamos en cuenta que requiere tanto valor vivir, como quitarse la vida. 3. Si de verdad se hubiera querido matar, habría utilizado un método más agresivo. Hechos: Todo suicida se encuentra en una situación ambivalente, es decir, con deseos de morir y de vivir. La elección del método dependerá de la disponibilidad. 4. Todo el que se suicida estaba deprimido. Hechos: Aunque toda persona deprimida tiene posibilidades de realizar un intento de suicidio o un suicidio, no todos los que lo hacen presentan este desajuste. De hecho, la persona con conducta suicida, resulta muy funcional a la hora de continuar con una vida social en "apariencia" bien, cosa que no ocurre igual con personas diagnosticadas con depresión mayor. 5. Todo el que se suicida es un enfermo mental. Hechos: No necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo, aunque claramente representa un factor de riesgo. Hemos hecho tanto daño a la salud mental con la emergencia de corrientes "fast" de trabajo emocional como "consejerías o entrenamientos de pensamiento" o personas no profesionales en el área, que a veces las personas por no ir profundo en ellas en espacios profesionales, camuflan síntomas o el medio a su alrededor se vuelve insensible ante el malestar ajeno y resume la respuesta a cualquier malestar emocional como "trabaja en estar agradecida, mira lo que vales, es un problema si no estás feliz, mira la familia que tienes, deberías ver lo bueno..." 6. El suicidio no puede ser prevenido pues ocurre por impulsos. Hechos: Toda persona antes de cometer un suicidio evidencia una serie de síntomas que han sido definidos como Síndrome Presuicidal, consistente en la constricción de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad, la cual ya no es dirigida hacia otras personas y reservándola para sí mismo. POR FAVOR NORMALICEMOS EN NUESTRAS FAMILIAS Y COMUNIDADES EL PEDIR AYUDA PROFESIONAL!!! ES normal sentir, es normal no tener ganas, es normal sentir que la vida nos abruma, es normal que todos tengamos diversos recursos de afrontamiento y es normal por supuesto, buscar espacios para mejorar nuestro ánimo, actitud y recursos frente a la vida hacia algo más esperanzador y en paz. Escribiré una segunda nota sobre cómo afrontar esta situación una vez se presente en alguien cercano; si tienes alguna pregunta no dudes en dejármela. Te abrazo y NO estás solo ni sola! POR FAVOR NORMALICEMOS EN NUESTRAS FAMILIAS Y COMUNIDADES EL PEDIR AYUDA PROFESIONAL!!! ES normal sentir, es normal no tener ganas, es normal sentir que la vida nos abruma, es normal que todos tengamos diversos recursos de afrontamiento y es normal por supuesto, buscar espacios para mejorar nuestro ánimo, actitud y recursos frente a la vida hacia algo más esperanzador y en paz. https://www.who.int/mental_health/suicide-prevention/suicide-infographic-es.pdf Te abrazo y espero en psicoterapia. Carolina,
- Detox Emocional: Las claves previas.
Se habla tanto de desintoxicarse, se dan tantas recetas, desde jugos hasta pasos para entrenar la mente, desde lecturas de tarot hasta rituales chamánicos. Lo cierto es que no hay un sólo camino, sino tantos caminos posibles como seres que respiran, entonces calcula la cantidad de fórmulas que existen para acercarnos a nuestra real esencia y sanación. En momentos de cierre de año y apertura, afloran los tips y las estrategias para limpiar el cuerpo y mantenernos alineados con nuestra visión; y yo por supuesto celebro todo esto, yo sigo mis propias intuiciones y marco mis propios rituales, porque sanar es ritualizar la vida; sin embargo, ante todo el movimiento de información, ante todo el ego del mundo, ante el caos social y político que nos trasciende, te invito a conectar con la agudeza de tu espíritu. Piensa por un momento: ¿por qué muchos de los grandes revolucionarios sociales y de conocimiento del mundo han decidido asumir el silencio como meditación o encerrarse en sus laboratorios o salones de reunión a maquinar lo impensable de la mano de otros revolucionarios o soñadores? Las cajas vacías hacen mucho ruido decía mi abuelo. Es decir: el tiempo, la prudencia, la acción comprometida, la evaluación interna y el discernimiento desde donde estamos, es lo que marca la diferencia. Detox emocional es cuidar el cuerpo como templo del espíritu y cultivar el espíritu como la consciencia que nos permite transformar, empoderar y transmutar hasta la sanación y la abundancia en nuestra vida, nuestras relaciones y nuestras metas. Para 2020 lanzaré un reto de Détox Emocional para empezar en plena consciencia personal y relacional una nueva década, mientras tanto te cuento algunas ideas para entender lo que implica desintoxicarse emocionalmente: 1. Háblale a la vida como quisieras ser tratada: Todos los sonidos del mundo, incluso los más estruendosos son una sinfonía del universo, como es afuera es adentro. Así que háblale a tu cuerpo desde el romance que quieres en tu vida, aliméntalo desde la consciencia de lo que necesita para mantener el oxígeno circulando, no lo presiones para tener medidas o formas puntuales, solo inspíralo para que tome lo que le sirve y deje ir amablemente lo que lo carga. 2. Ser espiritual es ser humano: Es la flor y el aroma, la naranja y su sabor, la geometría y la sutileza, la genética y la neuroquímica. Sanar es que el daño que fue o que es, no controla nuestra vida; entonces no actuamos desde el dolor, no queremos ni odiamos, fluimos, y vivimos nuestras relaciones como respiramos TOMANDO Y SOLTANDO. 3. Si caminas tienes que asumir los retos: A veces pretendemos salir de la vida invictxs, sin rasguño ni incomodidad. Hay que caminar hasta que la suela de los zapatos se gaste. En muchos entrenamientos te dirán mantente positiva y ten clara tu visión, y lo cierto es que muchas personas no saben cómo alcanzar ni muchos menos hacer sostenibles ambas partes. Para empezar, te pido amorosamente que te expongas, que te vuelvas dueña de las consecuencias de tus decisiones, que vivas como si fuera tu último día, que recuerdes que lo que buscas retener (emociones, relaciones, personas, objetos, bienes, ideas, justificaciones, perspectivas del mundo, posiciones) buscará irremediablemente la manera de soltarse. No olvides que cambiamos todo el tiempo, la naturaleza y sus estaciones, la vida y la muerte. 4. Caminar descalzo por la vida es caminar desnudo: Y hay muy pocas personas tan integras. Imagínate entonces decir "no me las sé todas", esto es, hacerlo por ti, es entender que eres sexual, emocional, biológica, hormonal, psicológica, cognición, pensamiento y relación entonces ponte el propósito de tratarte como tal y de no forzarte a encajar en nada o pretender que todo lo sanas y lo sanarás cambiando una de esas dimensiones. Sanar es integrarlas. 5. Pide perdón por lo que paso, por lo que hiciste, por lo que permitiste. Agradece la historia que te ha hecho quién eres y honra quienes hicieron parte de ella. Cada quien actúa desde el nivel de consciencia que cultiva, no te castigues entonces por lo que pasó u otros hicieron o por si estás repitiendo patrones en tu vida; al contrario celebra tu toma de consciencia y sigue....sigue CONFIANDO Y EN ESPERANZA, que la humanidad y el espíritu saben cuál es el camino del retorno hacia la justicia y el equilibrio, sólo hay que callar el ruido que nos aleja de eso y actuar en servicio y cuidado al mundo y a uno mismo. Te abrazo y estoy para ti como psicoterapeuta y alma, Carolina Leguizamón.
- Sugerencias para enriquecer una Maternidad consciente.
Sea que estés embarazada o no, a nuestro alrededor hay siempre una mujer en proceso de gestación que podemos acompañar y escuchar de manera empática. Venimos todos y todas también de ese proceso de explosión creativa que fue fundamental en nuestra primera experiencia sobre el vínculo, la confianza y la seguridad en nosotros mismos y el mundo. Acompañar y pensar los procesos de gestación en el mundo, es dotar de amor y vínculos seguros a la humanidad entera pues nos abre la puerta al primer canal de encuentro de un ser humano con el mundo; ya conocerás los impactos neuropsicológicos, emocionales, biológicos y sociales de un proceso de gestación adecuado o no, por lo cual “maternar” en tribu se vuelve fundamental para sanar nuestros propios procesos de vínculo más allá de que seamos o no madres o vivamos o no en pareja o familia. Ya escribí una primera nota sobre este tema y en esta quiero compartir algunos recursos adicionales. Vivir conscientemente es tendencia ya que implica vivir cada experiencia en atención plena, viviendo enfocado en el momento y en el lugar, aquí y ahora, estando presente. De igual forma sucede al vivir un embarazo consciente, y sólo es necesaria la predisposición para hacerlo, información y más información. La maternidad consciente es tratar de conocerse a sí misma, en esta circunstancia. Pero además de hacer este trabajo de introspección, otro importante foco de la vida consciente es la información para conocer las alternativas que existen y de esta forma tomar siempre decisiones informadas. En el embarazo, suceden muchos cambios, no sólo en el cuerpo de la embarazada sino en sus relaciones con los demás, y en su vida, incluso, es un reflejo del estado social, económico y político de los diversos grupos humanos. Muchos de esos cambios serán objeto de la plena observación durante un embarazo consciente, pero muchos otros serán producto de las decisiones informadas, como la alimentación durante el embarazo, las preferencias para el parto o, más adelante el tipo de crianza que más se ajusta a la familia. Algunos libros para abordar reflexiones en torno a una maternidad segura son: 1. La maternidad y el encuentro con la propia sombra. De Laura Gutman. 2. Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. De Christiane Northrup. 3. El bebé es un mamífero. De Michel Odent. 4. Un regalo para toda la vida. De Carlos González. 5. Pariremos con placer. De Casilda Rodrigañez. Para parir con placer, hemos de empezar por explicar a nuestras hijas que tienen útero, que cuando se llenan de emoción y de amor, palpita con placer. Hemos de re-conquistar nuestros cuerpos y re-aprender a mecer nuestro útero, a conectar sus inervaciones voluntarias con las involuntarias; sentir su latido y acompasarlo con todo nuestro cuerpo…Las mujeres tenemos que contarnos muchas cosas. De mujer a mujer, de mujer a niña, de madre a hija, de vientre a vientre…- Casilda Rodrigañez Te abrazo, Carolina.
- NO puedo enfocar mi atención: Un acercamiento al trastorno de déficit de atención en adultos.
Si te cuesta concentrarte en una actividad, si mantienes una especie de “inquietud interna”, si sientes una fuerte desorganización en tu vida, si tienes dificultad para establecer prioridades, falta de habilidad para manejar el tiempo, problemas para completar los trabajos en las fechas adecuadas, y si constantemente cometes errores por descuido, atención: probablemente sufres de déficit atencional. O quizás siempre lo has sufrido, pero nunca fue diagnosticado. Y menos, tratado. La característica esencial de este síndrome es un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad. Esto es una condición que se manifiesta a lo largo de la vida, afectando a niños, adolescentes y adultos de todas las edades. Cómo se manifiesta en Adultos. El déficit atencional tiene relación en cómo funciona el cerebro y en cómo las personas se van adaptando a las diferentes demandas cognitivas que se les van presentando. Muchas personas con déficit atencional se acomodan bien a su realidad debido a sus capacidades. Pero, un buen rendimiento en el trabajo les demanda un aporte importante de energía. Así, las personas con esta condición que logran adaptarse a diferentes escenarios van teniendo un desgaste diario que los puede llevar a colapsar. De esta manera, no es raro ver profesionales exitosos de entre 30 y 40 años que se sienten muy cansados, que tienen problemas para dormir, que son dispersos y que, definitivamente, no rinden como lo hacían antes. Además, les cuesta mantenerse concentrados, tienen fallas en su memoria y se distraen fácilmente. Diagnóstico. Es clínico e interdisciplinar. El especialista debe investigar cuáles son los síntomas actuales del paciente y cómo ha sido su historia. Además, se deben realizar pruebas neuropsicológicas para detallar el perfil de funcionamiento cognitivo del paciente. Es necesario aclarar que cuando hablamos de un trastorno de este tipo, NO estamos hablando de un daño o fallo en el proceso de atención o memoria del paciente, por cuanto a que hay muchas atenciones y memorias involucradas en diferentes procesos; estamos hablando de una CONDICIÓN que altera los mecanismos neuropsicológicos de algún tipo de atención o un conjunto de ellos y que afecta el desempeño generalizado y algunas áreas de relación y adaptación de las personas. Cabe anotar que el cerebro tiene circuitos especiales para cada una de sus diferentes funciones. Los circuitos de la atención están en la corteza cerebral de la zona frontal, en el área llamada prefrontal, y que controlan la memoria de trabajo, la atención, la atención y la inhibición de las respuestas. (Soutullo y Díez, 2007.) La atención se divide en dominios en función del objeto de la atención y la respuesta atencional o el grado o nivel de atención del sujeto. Cada dominio de la atención tiene su función e importancia a la hora realizar una tarea, y cada acción o tarea requiere de un tipo de atención u otra. Arousal o estado de alerta Atención focalizada Atención sostenida Atención selectiva Atención alternante Atención dividida Si crees que tú o alguien de tu familia, convive con esta condición asegúrate de recurrir a expertos neuropsicólogos y asegúrate de confirmar CUÁL es el tipo de atención afectada, pues cuando hablamos de este diagnóstico NO quiere decir que todo el mecanismo de atención esté sobresaturado sino un tipo de atención o varias en particular, aspecto que sólo se sabrá con la evaluación profunda, adecuada y profesional en neuropsicología. Para el especialista es importante destacar que hay que ser cautos pues hay patologías que pueden confundirse con déficit atencional. Entre estas se destacan la depresión, la ansiedad, las obsesiones compulsivas y la demencia. Y esta es la razón de por qué es tan relevante que un neurólogo haga un diagnóstico diferencial de la condición. El diagnóstico en adultos resulta complicado debido a la comorbilidad, es decir, la coexistencia con otras patologías psiquiátricas, ya que los síntomas del TDAH se pueden solapar con los de los otros trastornos como trastorno por abuso de sustancias, trastornos de ansiedad y del ánimo. El TDAH se ha considerado durante mucho tiempo un trastorno propio de la infancia y de la adolescencia, pero los síntomas y el impacto funcional del TDAH no siempre desaparecen al pasar a la edad adulta y el trastorno puede persistir en más del 50% de los casos. Se asocia con un impacto importante a nivel clínico, funcional y de calidad de vida. Un estudio epidemiológico realizado a nivel internacional en la población general señala que la prevalencia del TDAH en adultos es del 3,4%3. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de estos adultos con TDAH no están diagnosticados. Síntomas del TDAH en adultos. Hiperactividad La hiperactividad, aunque menos presente en esta etapa de la vida, se puede transformar en: – una actividad constante – horarios sobrecargados – elegir trabajos que les requiera una mayor ocupación – pueden convertirse en adictos al trabajo Déficit de atención El déficit de atención, más marcado en esta etapa de la vida, se manifiesta en: – problemas de atención y concentración – desorganización e incapacidad para organizar trabajos o tareas – dificultad para iniciar y finalizar proyectos – problemas de gestión del tiempo – facilidad para olvidarse de las cosas El déficit de atención se manifiesta principalmente en las actividades que requieren un mayor nivel de atención y concentración en el tiempo, y en general, los lleva a ser poco organizados e inconsistentes, por lo que pueden tener más problemas en el entorno laboral. Impulsividad En cuanto a la impulsividad en la edad adulta, se caracteriza frecuentemente de la forma siguiente: – terminar las relaciones prematuramente – cambiar de trabajo constantemente – carecer de paciencia para distintas actividades – perder el control – conducir de forma temeraria (con un mayor porcentaje de accidentes) – alto número de multas y probables retiradas de carné – consumo de tóxicos Los síntomas de impulsividad en la edad adulta tienen un fuerte impacto en la vida familiar, laboral y social. Aspectos positivos. Lo bueno es que no todo es negativo. Las personas con estas características tienen capacidades sobresalientes. Por ejemplo, tienen una enorme facultad para percibir todo tipo de información; tienen todas las antenas puestas. Son personas muy sensibles, muy intuitivas y muy buenos líderes. Por lo general, son exitosos si están haciendo cosas o trabajos que los estimulan. Por otra parte, tienen una gran capacidad para conceptualizar; esto significa que con poca información pueden manejar muy bien un tema. Son buenos vendedores, psicólogos, doctores, publicistas y arquitectos ya que entienden la necesidad del otro. Así son capaces de plasmar las ideas de los demás y tienen mucha empatía y percepción del resto. Cuándo sospechar. Hay ciertas claves que pueden hacer pensar que un adulto puede tener déficit atencional. Por ejemplo, aquellos que durante su etapa de colegio siempre tuvieron un promedio medio, medio-bajo y, sin embargo, obtuvieron excelentes puntajes en estudios posteriores. También entran los casos contrarios: alumnos de grandes promedios en el colegio que una vez que llegan a la universidad, comienzan a repetir ramos y a cambiarse una y otra vez de carrera, y luego de trabajo. “El punto es estar atento a las disociaciones entre los logros de una persona y sus capacidades”. Tratamiento. El déficit atencional siempre se debe tratar; si no se hace, cada vez se hará más evidente, y por lo tanto, acarrea más problemas a la vida diaria. Lo más importante es que tanto el paciente como su familia entiendan qué es lo que está pasando y sepan de qué se trata el déficit atencional. Que sean capaces de comprender al paciente cuando, por ejemplo, no llega con todo lo que se le pidió del supermercado. El tratamiento farmacológico sólo se debe indicar en casos necesarios y se hace considerando el rendimiento y la calidad de vida que tenga el paciente al momento de consultar. Será clave SIEMPRE, independientemente de si se requiere o no algún tipo de medicación, intervención psicoterapéutica especializada, así como son recomendables la práctica de estrategias de Mindfulness y Arteterapia. En todo caso, se hace necesario aclarar que lo que buscan los tratamientos –más allá de mejorar el rendimiento de una persona– es que el paciente tenga una mejor calidad de vida, que le cueste menos tener tiempo libre, que establezca buenas relaciones y que pueda disfrutar más de los momentos. Por último, hay que señalar que los tratamientos son indefinidos ya que dependen de la exigencia cognitiva de cada persona. Y a pesar de que no existe nada que “cure” el déficit atencional, si este es debidamente diagnosticado y tratado, se convierte en una condición totalmente manejable. BIBLIOGRAFÍA. 1. Faraone SV, Biederman J, MIck E. The age-dependent decline of attention deficit-hyperactivity disorder: a meta-analysis of folow-up studies. Psychol Med 2006. 2. Ramos-Quiroga JA, Bosch-Munsó R, Castells-Cervelló X, Nogueira-Morias M, García-Gimenez E, Casas-Brugué M. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad en adultos: caracterización clínica y terapéutica. Rev Neurol 2006. 3. Ramos-Quiroga JA, Chalita PJ, Vidal R, Bosch R, Palomar G, Prats L, et al. Diagnóstico y tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad en adultos. Rev Neurol 2012. 4. Fayyad J, De Graaf R, Kessler R, Alonso J, Angermeyer M, Demyttenaere K, et al. Cross-national prevalence and correlates of adult attention-deficit hyperactivity disorder. Br J Psychiatry 2007. 5. Wnder PH. Attention-deficit hyperactivity disorder in adults. Psychiatr Clin Nosrth Am 1998. 6. Kessler RC, Adler L, Barkley R, et al. The prevalence and correlates of adult ADHD in the United States: results from the National Comorbidity Survey Replication. Am J Psychiatry 2006.
- Día Mundial de la Salud Mental
Hoy es el Día Mundial de la Salud Mental, por eso quiero contarte algunos datos importantes. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental se define como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad” Hay una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás; sus causas y manifestaciones tienen componentes neuronales, sociales, culturales, hormonales, biológicos, emocionales y comportamentales. Entre ellos se incluyen la depresión, la ansiedad, el trastorno afectivo bipolar, desordenes alimenticios, la esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo; así mismo, todas las alteraciones debido a situaciones como duelos, migración, cambio de roles, conflictos interpersonales o de pareja y crisis debido a la edad o ciclo vital. Hay estrategias eficaces para prevenir algunos trastornos mentales, como la depresión. Se dispone de tratamientos eficaces contra los trastornos mentales y medidas que permiten aliviar el sufrimiento que causan. Un adecuado proceso de gestión de emociones le permite a las personas ser productivas, efectivas y afectivas en sus proyectos de vida, ocupaciones, oficios, profesiones, relaciones interpersonales y autoestima. El bienestar y la calidad de vida son experiencias personales, por tanto no hay fórmula, intervención, receta o "tip" con el que se pueda abordar de manera responsable y efectiva las enfermedades o situaciones emocionales que te afecten; son necesarias intervenciones individuales y profesionales. La Psicoterapia es el espacio profesional y creativo para abordar y gestionar las emociones. Algunas claves para cultivar en el día a día tu Salud Mental son: 1. Mantente activo El ejercicio tiene múltiples beneficios para nuestro estado de salud general y por lo tanto para también para nuestra salud mental. Si realizas ejercicio físico a diario segregas dopamina, además de mantenerte en forma, reducir el nivel de actividad fisiológica que se asocia al estrés, la ansiedad o la ira y por tanto aumenta tu bienestar personal. 2. Descansa Descansar entre 7 y 8 horas diarias, dependiendo de la persona (unas necesitamos más horas de sueño que otras para un descanso reparador), te permite cuidar de tu salud porque mejora el rendimiento físico e intelectual y reduce la probabilidad de que aparezcan algunos problemas físicos y psicológicos. 3. Come bien Mantener una dieta saludable mantiene tu cuerpo sano, te hace sentir bien y por lo tanto aumenta tu bienestar general Si eliges bien los alimentos de tu dieta, limitando las grasas, los azúcares, el alcohol, aumentando el consumo de productos frescos, como las verduras y las frutas, de legumbres, pescados azules… proteges la salud de tu cerebro y por tanto tu salud mental. 4. Haz vida social Cuidar y mantener las relaciones con otros o iniciar nuevas relaciones son de ayuda para ciertos problemas como la ansiedad o el estrés, evitan el aislamiento y mantienen más activo nuestro cerebro. El apoyo social, el contacto sano con personas que enriquecen, con personas con las que compartir, además de mejorar tu bienestar, retrasa el deterioro de capacidades cognitivas como la memoria. 5. Diviértete Dedicarte tiempo para realizar alguna actividad placentera, solo o en compañía de otros, te permite mejorar tu estado de ánimo. Si estás contento sabrás gestionar las responsabilidades diarias como laborales o familiares de una forma mejor. Disfruta de esa actividad que te relaja, te anima, te ayuda a desconectar o a tomar perspectiva de las situaciones problemáticas. 6. Gestiona tus pensamientos Gestionar adecuadamente las preocupaciones excesivas y continuas y los pensamientos negativos puede ayudarte a mantener una buena salud mental. Este tipo de pensamientos te hacen actuar de una forma determinada, pueden hacerte actuar de forma desesperada sin motivo o animarte a abandonar alguna tarea. Ser conscientes de ellos, de qué los activa o qué hay de cierto en ese pensamiento que no nos deja dormir son algunas de las pautas a poner en práctica. Sin duda, un profesional de la salud como un psicólogo, podrá guiarte para llevarlo a cabo. 7. Comunícate En demasiadas ocasiones puedes encontrar problemas para comunicarte con otros, dar un mensaje sin que la otra persona lo entienda igual que tú. Puedes transmitir verbalmente una emoción y la otra persona no comprenderlo, simplemente porque tiene otra concepción de la misma. Todo ello puede hacerte sentir mal, incomprendido y reducir tu bienestar personal. Las personas comprendemos normalmente desde nuestro punto de vista, nuestra experiencia. Preguntar en lugar de suponer es en este caso primordial. Mantener una comunicación eficaz, comprensiva, de manera sencilla y clara, directa, escuchando activamente mejora sin duda la relación con el otro y por tanto el bienestar. 8. Relájate Cuando disfrutas de momentos calmados y respiras de forma adecuada tu mente se relaja. Entonces las tensiones que puedes estar experimentando y el estrés disminuyen y por tanto aumenta tu bienestar y cuidas tu salud mental. Disfrutar de un baño de espuma, de un paseo por la playa o de la música que te gusta, siempre según tus gustos, pueden conseguir que reduzcas tu nivel de estrés. Además, puedes preguntar sobre alguna técnica de relajación que te ayudará en momentos concretos estresantes y pueden ayudarte a mantenerte relajado de forma más continua. 9. Ponte objetivos Para mantener una buena salud mental es importante que te plantees objetivos en tu día a día, metas alcanzables y prioridades. Es importante que sean metas realizables a corto plazo al principio, por ejemplo beber un vaso de agua todos los días al levantarte. De esta manera te comprometes y adquieres un hábito, y poco a poco añades retos y nuevas metas a tu día a día. Las pequeñas victorias te aportarán una gran satisfacción. No te pongas metas inalcanzables o demasiado grandes al principio. Realiza una tarea, esfuérzate, comprométete a desarrollarla y poco a poco ponte objetivos más ambiciosos. 10. Busca ayuda Ninguna emoción se queda para siempre. Una mente sana es aquella que vive todas las emociones sin anclarse a ninguna. Cada vez hay más espacios y personas conscientes en la búsqueda de sanar y brillar, realmente todos los seres humanos estamos en ese proceso.
- 7 pasos clave de Amor propio
Cuando hablamos del amor propio no estamos hablando de ser narcisistas. Tampoco hablamos del uso constante del “yo, yo, yo” ni de vivir pensando únicamente en nuestros intereses propios. Cuando nos referimos al amor propio, tampoco estamos haciendo hincapié en luchar contra el mundo para poder expresarnos o conseguir aquello que queremos. No hablamos de un estado de desconexión emocional con el afuera en donde de manera consciente o no, pasamos por encima de nuestras relaciones, de las cosas que nos cuestan, de nuestro pasado o de las necesidades vitales de los otros. Tampoco estamos hablando de una lista de actividades de moda, de fitness o de estereotipos del mundo con respecto al éxito o la felicidad. Hablar de Amor propio es hablar del autocuidado y del cuidado por las relaciones y el mundo emocional en el que habitamos; es mirar con espejo y no con lupa, las relaciones que han configurado y configuran nuestra historia como mujeres, haciendo consciencia de cuáles son las conversaciones sobre las cuales hemos cimentado nuestra identidad y los valores sobre los cuales emprendemos cada paso y cada día. La invitación al Amor propio es la búsqueda constante y consciente por enriquecer la mente con conocimiento, el cuerpo con arte y el alma con fe, en donde cada una nos lanzamos a la búsqueda honesta de vernos profundo e iluminar nuestras oscuridades, para que la luz inquebrantable de nuestro interior ilumine de tal manera que sane a su paso y no queme. Amor Propio es avivar la llama de nuestro interior desde procesos de meditación, terapia psicológica y formación en el que cada una le pondrá su receta personal; aquel amor que nos permite mirarnos a nosotras mismas con cariño y respeto en lo que hemos sido, somos y queremos ser. Aquel que nos permite y nos facilita ser dueñas de nuestro poder, mediante el diálogo sincero. Algunos pasos para mantenerse en Amor propio son: 1. Permanece atento y consciente Las personas que tienen más amor propio tienden a saber lo que piensan, sienten y desean. Ellas son conscientes de lo que son y lo ponen en práctica y no actúan en función de lo que otros quieren para ellos. 2. Actúa en función de tus necesidades Amar no significa cumplir con los deseos del otro, sino facilitarle lo que necesita. El amor hacia uno mismo funciona bajo el mismo principio. Si te centras en lo que necesitas te mantendrás apartada de los patrones de comportamiento automáticos que son poco saludables, esos que te dan problemas o que te mantienen anclada en el pasado. 3. Practica un buen cuidado personal Una manera de aumentar el amor propio es cuidar más de tus necesidades básicas. Las personas que se aman a sí mismas se alimentan diariamente a través de actividades saludables, lo que incluye una buena alimentación, ejercicio, buen sueño, intimidad e interacciones sociales saludables. 4. Establece límites Una persona que se ama a sí misma tiene valor para establecer límites y para decir «no» a todo lo que le afecta física, emocional o espiritualmente. Esta es sin duda una de nuestras cuentas pendientes, esa práctica que tanto nos cuesta pero que a fin de cuentas tan necesaria es para nuestro bienestar. Practícala sin temores ni reparos. Los límites nos ayudan a mejorar la calidad de nuestras relaciones y en definitiva a aumentar el amor propio. 5. Protégete de las personas tóxicas Amor propio es también saber desenvolvernos ante las situaciones más complejas sabiendo imponer nuestros derechos y necesidades; y así mismo, nuestras responsabilidades de empatía hacia los demás. 6. Perdónate a ti misma Los seres humanos podemos ser muy duros con nosotros mismos. Ahora bien, ser responsables de nuestras acciones no implica que tengamos que castigarnos por ellas eternamente. Las personas que se aman a sí mismas aprenden de sus errores, aceptan su humanidad y se perdonan. 7. Vive con intención Para aceptarse y amarse más, siendo consciente de lo que sucede en tu vida, es bueno que tengas al menos un propósito. Si tu intención es vivir una vida significativa y saludable, debes tomar las decisiones que apoyan esta intención. No se puede amar a otro más de lo que uno se ama a sí mismo: por lo tanto, es necesario aprender a amarse para poder ofrecer amor un amor más auténtico y significativo a quienes nos rodean. Reflexionemos en ello, vale la pena.