"We own our emotions, they don't own us"
Cuando digo que soy una mujer sanando: No significa que ya esté sanada...Significa que me hablo a mí misma hablándote, buscando la manera de sanar cada día.
Las mujeres se sientan en círculo, cara a cara a donde van; en las tardes de encuentro en parques, centros comerciales, museos, bibliotecas, salones, montañas, malokas, cultivos o cafés hasta que la noche las alcanza..Se reúnen para reafirmarse, hallarse, conectarse, relatarse, mezclarse y hasta huir. Tienen en su esencia el fuego creador otorgado por la naturaleza: así encienden (se encienden), iluminan la vida de otros con su paso. Calientan las manos, las ideas, la comida. Amasan el amor, las palabras, las caricias, la creación de la que son fuente y fin. Conocen de la ceniza, porque renacen de ella, porque se pierden en ella, y a veces, creen morir en ella.
Los encuentros de mujeres son espacios para replantear las ideas naturalizadas que nos limitan e impiden nuestro pleno potencial de desarrollo. Actualmente por ejemplo, hay un fanatismo idealizado sobre la búsqueda de la felicidad y cómo ser felices en cada instante; lo cierto es que la felicidad no es un asunto de definiciones ni maneras únicas. El gran reto de una mujer empoderada, es cómo asumir y relacionarse de manera armónica con el cambio, tendiendo claro que no es la motivación lo que la sostiene, sino una visión clara sobre sí misma.
Juntas podemos construir el camino en estos nuestros procesos de cambio y de migración.
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