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- Heridas de la infancia.
Todos tenemos heridas emocionales. Estas se forman en nuestra primera infancia, en función de la dinámica relacional que tenemos con nuestros principales cuidadores. A lo largo de la vida, vamos reproduciendo, una y otra vez, situaciones que nos acercan a esa herida. En nuestros encuentros grupales del sábado pasado, trabajamos en ideas clave para empezar a entender las heridas de la infancia en nuestra vida, y más aún, para ver el lugar que ellas ocupan en nuestra vida y lo que podemos hacer en el presente para entenderlas. Trabajamos sobre una propuesta de auto-evaluación para ver cómo operan esas heridas emocionales en nuestra vida y reflexionamos alrededor de dos ideas o mantras esenciales. Nuestras heridas emocionales se basan en la necesidad inconsciente de repetir el patrón. Esto satisface una necesidad de sentirnos seguros, para nosotros como seres humanos. La repetición de comportamientos está relacionada con la supervivencia. Hacemos las cosas que conocemos, las cosas familiares. Utilizamos, precisamente, los mecanismos de defensa que creamos cuando éramos niños y que nos permitieron afrontar, de la mejor manera posible, las primeras experiencias que podían causarnos dolor. Indudablemente, cada uno de nosotros ha tenido sus propias experiencias, ha estado inmerso en un sistema familiar único, dentro de unas normas sociales y culturales específicas. Por lo tanto, cada uno de nosotros tiene una forma particular de gestionar las situaciones que nos presenta la vida. Sería simplista etiquetar y envolver una caja y pretender que todos hemos vivido lo mismo. Sin embargo, hay 5 heridas emocionales que, como seres humanos, compartimos. Con cada herida, hay también un mecanismo de defensa que creamos para gestionarla. Parece contraproducente que, para evitar a toda costa que nuestro miedo se haga realidad, lo que hacemos, en realidad, es perpetuarlo. Y, así, creamos situaciones repetitivas en las que revivimos nuestra herida, hasta que podemos comprenderla y trascenderla. Las 5 heridas viven dentro de cada uno de nosotros. Dependiendo de cada caso, puede haber una más fuerte que otra. O, tal vez, puede haber dos que sean igual de importantes. Lo fundamental es tener una comprensión más amplia que nos lleve a conocernos mejor. Saber que lo que vivimos en la infancia nos sigue afectando hoy y que ser conscientes de ello es el primer gran paso para sanar. El miedo al abandono: Esta herida está relacionada con los niños que sintieron una profunda soledad. Se crea, generalmente, entre los 0 y los 5 años de edad. Tal vez uno de los padres no estaba presente o, aunque lo estuviera físicamente, existía una gran barrera emocional que no permitía al niño sentir su presencia plenamente. Suele ocurrir predominantemente con el progenitor del sexo opuesto. Su máscara o mecanismo de defensa es la dependencia. Esto les hace depender emocionalmente de sus parejas y de su círculo más cercano. Sienten que realmente no pueden valerse por sí mismos. Miedo al rechazo: Se genera desde el momento de la concepción, hasta el primer año de edad. Se vive, principalmente, con el progenitor del mismo sexo. El sentimiento es de no aceptación, sintiendo que no son totalmente aceptados por el cuidador. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando la madre acaba de dar a luz y tiene mucho dolor y no puede sostener al bebé, o en el caso de una depresión por parte del progenitor. La máscara se escapa. Las personas con esta herida pueden aislarse, o cuando son rechazadas en la vida adulta, tienden a hacer un corte definitivo o a desaparecer. Miedo a la traición: Se origina entre los 2 y los 4 años de edad. El niño siente que su cuidador le ha decepcionado. Que no puede confiar en él, que no ha cumplido las expectativas. La máscara o mecanismo de defensa es el control. Las personas con esta herida sienten una gran necesidad de controlar todo lo que les rodea. Les cuesta confiar en los demás. Intentan imponer su punto de vista y no toleran las mentiras por parte de los demás. Miedo a la humillación: Se genera entre el primer y el tercer año de vida. Han tenido una experiencia de frustración en relación con el placer. La imposibilidad de disfrutar plenamente. Su máscara es el masoquismo. Anteponen las necesidades de los demás a las propias. Tienen una actitud servicial. Tienen pánico al disfrute porque temen que las emociones les desborden. Miedo a la injusticia: Se da entre los 4 y 6 años de edad. Han sentido que el desarrollo de su individualidad ha sido totalmente coartado. Han experimentado frialdad e insensibilidad por parte de su cuidador. Generalmente, el padre o la madre del mismo sexo. Su máscara es la rigidez. Necesitan vivir en un mundo perfecto, donde, no hay lugar para el dolor. Tienden a bloquear su sensibilidad. Y son muy exigentes consigo mismos. En mayo continuaremos con nuestro segundo encuentro de bienestar. Si quieres recibir el plan completo de temas de trabajo en nuestros encuentros para este 2022, escríbeme aquí. Psicoprograma Emociónate En este psicoprograma de edición especial exclusiva para 2022, hablaremos sobre todo lo que tienes que saber con relación a manejo y expresión del trauma emocional, las heridas de la infancia, los procesos de autocuidado, los síntoma psicocorporales, apoyo migratorio y otras sorpresas. El cupo es limitado. TE ESPERAMOS. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- Invitando a la Vulnerabilidad.
A propósito de nuestro espacio de terapia grupal de 9 sesiones y 9 temas que haremos a lo largo de este 2022, en donde nos dedicaremos a aprender herramientas de gestión sencillas para atender temas difíciles de nuestra vida, quiero hoy hablar sobre la invitación a la vulnerabilidad en el contexto de pareja y creo que aplica para culquier relación íntima. La experiencia de abrirnos y cuidarnos en vulnerabilidad, será uno de los temas que abordaremos en nuestras sesiones. "¿Cómo puedo invitar a mi pareja a ser vulnerable?" Esta es una pregunta que me hacen a menudo, y surgió bastante en el trabajo con algunas parejas durante el 2021. En mi trabajo con parejas, siempre surgen preguntas sobre la "invitación a la vulnerabilidad". Una dinámica común que veo es la de un miembro de la pareja que comparte abiertamente sus sentimientos -los claros y los oscuros- y que se queja de que su pareja no comparte de la misma manera. "¿Por qué no quieres hablar conmigo?", reclaman. "Deberías poder contarme todo. ¿No confías en mí?" Para ellos(as), "hablar de las emociones" es la expresión de la intimidad y experimentan el silencio de su pareja como evasión y distancia. Choca con su creencia de que no hay que experimentar el rechazo en las relaciones íntimas. "¡Yo te lo cuento todo; tú no compartes nada conmigo!" Por mucho que nos duela, no tenemos derecho a acceder sin restricciones a los pensamientos privados de nuestros seres queridos. Aunque podemos invitar a alguien a ser vulnerable con nosotros(as), no podemos forzarle. Y aunque podemos pedir una invitación a la vida interior de nuestra pareja - "¿qué tienes en mente?"-, no podemos exigir que nos admitan. Para mí, el concepto de "invitar a la vulnerabilidad" tiende a centrarse demasiado en la última palabra: "vulnerabilidad" y no lo suficiente en la primera: "invitar". Esta es la palabra que nos ofrece un camino práctico hacia lo que más deseamos: la intimidad, pero también es la que conlleva más riesgos. Cuando extendemos una invitación a alguien, también tenemos que reconocer el poder que conlleva su libertad de elección. Cuando preguntamos "¿quieres venir conmigo?", pueden decir que sí, que no, o que quizás en otro momento. Pero la forma en que responden tiene mucho que ver con la forma en que los invitamos. Brené Brown define la vulnerabilidad como "la incertidumbre, el riesgo y la exposición emocional, esa sensación inestable que tenemos cuando salimos de nuestra zona de confort o hacemos algo que nos obliga a perder el control". Partiendo de esta definición, me gustaría añadir que si queremos que nuestra pareja sea vulnerable con nosotros(as), tenemos que aceptar que la verdadera vulnerabilidad no es un mandato. Es un resultado posible que surge de la cercanía y la confianza. Y hay más de una forma de desarrollarla. Las cosas bonitas que nuestra pareja hace por nosotros(as), esos pequeños gestos de atención, el compartir proyectos en un espíritu de colaboración, también son actos vulnerables. Una sonrisa inapreciable o un guiño oportuno expresan complicidad y sintonía, sobre todo cuando no hay palabras. Hay una razón por la que, treinta años después, "Los 5 lenguajes del amor" de Gary Chapman perdura como una clave relacional para determinar cómo preferimos dar y recibir. Si queremos invitar a la vulnerabilidad -si queremos permitir que los vínculos íntimos profundos vivan y respiren en nuestras relaciones- tenemos que asumir el riesgo que conlleva la invitación. Escribe tu carta de amor y dásela. Invítale a leerla. Deja de esperar que te respondan. Deja de lado cualquier expectativa. ¿Qué puede ocurrir cuando permitimos que alguien experimente nuestro amor como quiera, sin la presión de una reciprocidad idéntica? La respuesta puede sorprenderte. Volvamos la mirada hacia ti: Preguntas sobre la vulnerabilidad desde mi oficina ¿Cuál es una vulnerabilidad con la que luchas? ¿Qué diría que es una vulnerabilidad con la que lucha su pareja? ¿Cómo describirías tu relación con esa vulnerabilidad en ellos(as)? ¿Cuál es una vulnerabilidad de la que solía ser difícil hablar? ¿Cuál es una vulnerabilidad que ha sido fundamental para el desarrollo de tu autoaceptación? No te pierdas la útlima publicación que hicismos sobre este tema: "En esta relación somos 3" Psicoprograma Emociónate En este psicoprograma de edición especial exclusiva para 2022, hablaremos sobre todo lo que tienes que saber con relación a manejo y expresión del trauma emocional, las heridas de la infancia, los procesos de autocuidado, los síntoma psicocorporales, apoyo migratorio y otras sorpresas. El cupo es limitado. TE ESPERAMOS. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- El mito del Amor Propio.
A propósito de nuestro espacio de terapia grupal de 9 sesiones y 9 temas que haremos a lo largo de este 2022, en donde nos dedicaremos a aprender herramientas de gestión sencillas para atender temas difíciles de nuestra vida, quiero hoy hablar del Mito del Amor propio, uno de los temas que abordaremos en nuestras sesiones. ¿De dónde sacamos la idea de que tenemos que aprender a amar por nuestra cuenta y amarnos sin importar lo que la gente piensa de nosotros-as? ¿Alguna vez has terminado una relación porque necesitabas "trabajar en ti mismo-a"? ¿Has tomado de verdad tiempos de abstinencia de relaciones por decirte "tengo que aprender a amarme a mí mismo-a antes de poder amar a otra persona -y antes de poder aprender a ser amado-a? La cultura occidental está obsesionada con la exhortación al individualismo. En los últimos años, el léxico del "yo" -autoamor, autocuidado, autofabricación, el selfie, etc.- ha suscitado un intenso debate. ¿Se ha convertido el "amor propio" en un término de marketing para que las marcas de belleza puedan vender más productos con el pretexto del bienestar? ¿El autocuidado nos hace más autocríticos-as? ¿Una "selfie" muestra al mundo nuestro yo más empoderado o presenta una versión mejor iluminada y tal vez incluso ligeramente retocada de cómo creemos que nos gustaría lucir? Cuando la gente dice "quiérete a ti mismo-a", me pregunto, ¿Dónde aprendieron que mágicamente el llamado amor propio es la solución a todos nuestros males? Aunque la idea de ser uno mismo-a no es nueva, las diferentes culturas sitúan al yo en un continuo: único o variado, separado o unido, independiente o conformista. Y nuestras ideas sobre el yo evolucionan. En Occidente, tendemos a ver el yo como una entidad separada con límites claros que delinean una identidad independiente. Esta visión del yo se compone de reflexiones internas sobre la confianza, la duda, la felicidad, el fracaso, la capacidad, la discapacidad y los privilegios o la falta de ellos. Pero el yo también está enredado en una conexión cósmica con las personas que nos rodean y con las estructuras sociales, políticas y económicas. No aprendemos a querernos solos-as. Es el clásico escenario del huevo o la gallina: para amar a otro, debemos amarnos a nosotros mismos. Para amarnos a nosotros mismos, debemos dejarnos amar por los demás. Y debemos reconocer que la autoestima negativa está plagada de mensajes sociales sobre quién es adorable, loable o detestable. SÓLO nos hacemos humanos en las relaciones. SOMOS seres que habitamos en el lenguaje. Es la VULNERABILIDAD de nuestra humanidad la que nos hace sentir. NO PUEDO AMARME sino me amo con otros-as, porque el AMOR no es un estado, es un verbo en construcción y deconstrucción constante. Puede ser maravilloso estar a solas, darle un masaje a nuestro cuerpo, cocinarnos una deliciosa comida, pero esto no es amor propio, es autosuficiencia y autoeficacia (y ojalá todas las personas de adultos la encuentren!). El amor propio, en cambio, se acerca más a la explicación de Terry Real sobre la autoestima, nuestra capacidad de vernos como un individuo imperfecto y seguir teniéndonos en alta estima. El amor propio es la capacidad de no caer en un charco de desprecio incluso cuando metemos la pata. Es intentar cosas nuevas sabiendo que podemos fracasar, sin pensar en nosotros mismos-as, por tanto, como fracasados-as. ¿Podemos llevar esa comprensión y autocompasión a nuestras relaciones con los-as demás? Seguramente alguna vez habrás vivido o estarás viviendo una situación de fracaso, rechazo, exposición o presión social, traiciones, corazón roto, frustración, evaluación estresante, olvidos o en general situaciones en las que la vulnerabilidad te atrapa y llegan tus múltiples yoes instantáneamente con una cacofonía en tu cabeza desde la voz de la culpa y el autocastigo: ¿cómo vas a quedar…qué imagen reflejarás…otra vez caes en esto…cómo pudiste no ver lo que pasaba…cómo te van a reconocer y apreciar…? Por fortuna, luego de todo eso, cada tanto llega una voz que contrarresta ese diálogo interno tan quitador. Pero esa voz no llega sola, sino que la traen las relaciones significativas a nuestro alrededor que no nos alaban, sino que nos construyen con aprecio incondicional y honestidad total para decirnos que sí, que cometemos errores y habitamos en la imperfección y eso está también bien. El amor propio son los vínculos y la autocrítica amorosa, el amor propio involucra mucha gente significativa a nuestro alrededor. El amor propio se sostiene y nutre de los vínculos, no de algo mágico en nuestro interior. Si buscas cultivar el amor propio sin trabajar en tus relaciones, será una búsqueda frustrante e imprecisa. Por esta razón, también me resisto al término "self-made", esa mentalidad de "si lo consigo, lo hice por mi cuenta y si acabo en la calle, sólo me tengo que culpar a mí misma-o". El ser humano es simultáneamente dependiente y autosuficiente. Sin las demás personas no podemos ser. Dependo enormemente de la experiencia, la ayuda, la presencia y el amor de los demás. Todos-as lo somos. El amor propio no tiene tanto que ver con la capacidad de resistir la soledad o establecer la independencia como con la conciencia y la aceptación de nuestra incompletud. Se trata de dejar que los demás nos amen incluso cuando nos sentimos poco amables porque su versión de nosotros-as es a menudo más amable que la nuestra. ¿Qué aspecto tiene el amor propio para ti? Intenta hacerte las siguientes preguntas: ¿Puedo reconocer que he metido la pata sin decirme que soy un desastre? ¿Puedo practicar el arrepentimiento sin caer en el abismo? ¿Puedo asumir la responsabilidad sin culparme a mí mismo-a? ¿Puedo pedir disculpas por un error en lugar de esperar que todo el mundo siga adelante? ¿Puedo reconocer un momento en el que podría haber sido un-a mejor líder-esa en mi propia vida? ¿Puedo liberarme de la vergüenza de no haber respondido antes a alguien para poder finalmente tenderle la mano? ¿Puedo aceptar que estaré bien aunque alguien que me haya hecho daño -un padre, una ex pareja, un amigo o un desconocido- nunca reconozca el dolor que me ha causado? ¿Puedo dejar que alguien me invite a un café, una cena o una película sin sentirme culpable? ¿Puedo aceptar la ayuda de otra persona sin llegar a la conclusión de que quiere algo de mí? Psicoprograma Emociónate En este psicoprograma de edición especial exclusiva para 2022, hablaremos sobre todo lo que tienes que saber con relación a manejo y expresión del trauma emocional, las heridas de la infancia, los procesos de autocuidado, los síntoma psicocorporales, apoyo migratorio y otras sorpresas. El cupo es limitado. TE ESPERAMOS. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- Termina con la adicción emocional.
¿Qué pasa cuando tus emociones se convierten realmente en una adicción? Todas las personas tienen una adicción emocional y la tendrán a lo largo de su vida; esforzarte en creer o aparentar que no es así, sólo te traerá patrones de relación poco evolutivos y constructivos y te detendrá en el camino de conexión de tu cuerpo, mente y emociones. Vivir una vida auténtica, es saberse vulnerable. Cuando practicaba la psicoterapia tradicional, empecé a notar cómo muchos de mis consultantes sentían las emociones de forma repetitiva. La mayoría de ellos preparaban inconscientemente situaciones en las que las experimentaban aunque me decían verbalmente que querían cambiar. Pocas personas comprenden el cóctel químico de las emociones humanas. Las emociones son una experiencia psicofísica y sociocultural, un puente de aprendizaje que nos da un indicio de cómo opera nuestro cuerpo y de cómo está el ambiente y las relaciones a nuestro alrededor. Las emociones nos ayudan a aprender, porque nos muestras qué debe ser cambiado o qué debe ser cultivado. Muchas experiencias emocionales comienzan con un pensamiento. Tenemos demasiados pensamientos en un día como para contarlos, pero la mayoría de estos pensamientos son habituales. Los tenemos día tras día, y como no hemos creado una separación de los pensamientos, asignamos un significado a esos pensamientos asumiendo que son verdaderos. Es el significado asignado a los pensamientos lo que forma la historia detrás de nuestras emociones. Cuando sentimos esta emoción, hay un cambio celular en el cuerpo. Se liberan neurotransmisores y la fisiología del cuerpo cambia. A medida que nuestra fisiología cambia, las vías neuronales del cerebro se disparan y conectan en respuesta. Sentir y reaccionar habitualmente refuerza las vías neuronales que nos harán buscar inconscientemente la misma emoción. Una adicción emocional es cuando el cuerpo se vuelve dependiente de nuestras propias respuestas químicas. Este ciclo modifica el centro de recompensa del cerebro. Aunque la emoción nos haga sentirnos miserables, el torrente de neurotransmisores es una recompensa. La adicción suele significar ser adicto a una sustancia o comportamiento externo (como la adición a la comida o al sexo), pero también es posible ser adicto a nuestros propios cócteles químicos internos. La mayoría de las personas que luchan contra cualquier tipo de adicción son conscientes, al menos en algún nivel, de los problemas que su adicción les está causando. La adicción emocional es diferente porque estamos viviendo y respirando la experiencia emocional tan de cerca que literalmente está más allá de nuestro alcance de la conciencia. Me ha pasado con algunas personas en consulta, que entre más nos acercamos a cuestionar ese patrón de adicción al que están sujetas, más resistencia generan, más quieren cambiar de tema o algunas no vuelven a consulta: Huyen como mecanismo de defensa. Para romper la adicción emocional tienes que ser consciente de tus propios patrones. Toma conciencia de tu emoción "golpeada". Si se te enciende una bombilla y te das cuenta de que tienes una adicción emocional, te resultará fácil identificar tu emoción "golpeada". Si algo se ha movido dentro de ti pero no puedes ubicar qué emoción sientes en los ciclos, habrá que trabajar un poco más para identificar la emoción "golpeada". He aquí algunos pasos sencillos para empezar: 1. Observa: Establece una intención de observar tus emociones: Aunque esto parece sencillo, en realidad es muy difícil porque rara vez observamos nuestras emociones antes de responder a ellas. Puedes pensar que no tienes una adicción emocional porque parece que es parte de "ti". Pon recordatorios en tu teléfono y escribe en tu diario esta intención. Hacer esto te ayudará a tomar conciencia del subconsciente. Observa cómo te sientes en situaciones cotidianas mientras te desplazas por Instagram, en el trabajo o cuando hablas con tus amigos. Observa cualquier patrón y anótalo. Estos pueden darte pistas sobre tu emoción golpeada. 2. Pide información a alguien de confianza: A través de la vulnerabilidad ganamos en perspicacia. Si tienes a alguien en tu vida en quien confías y que está dispuesto a ser abierto y honesto contigo, pregúntale si puede darte su opinión. Diles que estás haciendo un trabajo de desarrollo personal y fíjate si te encuentran en alguna emoción en particular la mayor parte del tiempo. Otras personas pueden ver lo que no podemos ver en nosotros mismos. 3. Comprométete a hacer una meditación diaria de 5 minutos: Durante 30 días, comprométete a hacer 5 minutos de meditación sin importar lo que ocurra. Observa los sentimientos y las emociones que surgen mientras intentas observar tus pensamientos. Te darán una valiosa información sobre los bucles de tus pensamientos que desencadenan la emoción. Como puedes ver, esto requerirá mucho trabajo y compromiso. Las adicciones emocionales tardan décadas en desarrollarse y requerirán que hagas toneladas de autorreflexión. Una vez que hayas identificado la emoción "golpeada", estarás listo para avanzar. Vale la pena señalar que este no es un lugar en el que debas permanecer. Cuando descubras cuál es la emoción, sentirás muchas otras emociones en torno a ella. Puede surgir mucha vergüenza porque no eras consciente de tu propio comportamiento. Practica la compasión y entiende que cualquier comportamiento puede ser cambiado con intención. Avanza y ten gratitud por esta conciencia. 4. Reactiva el sistema de recompensa del cerebro: Concéntrate en la nutrición: El cerebro es un órgano que exige mucha energía y que está constantemente creando nuevas vías, regenerando células y disparando y conectando neuronas innumerables veces al día. El cerebro es principalmente grasa y está en constante comunicación con el intestino a través del eje intestino-cerebro. Dado que los neurotransmisores, como la serotonina, se producen principalmente en el intestino, la comida se convierte en la mejor terapia para un cerebro sano. El cerebro es neuroplástico, lo que significa que puede crear nuevas vías basadas en el comportamiento consciente. Aunque esto es fascinante y da esperanzas, es importante ser realista y saber que se necesita mucho trabajo. La mente siempre favorece la familiaridad y protestará cuando se intente cambiar la conectividad neuronal. Por esta razón, es importante tomar pequeños bloques de tiempo para hacer este trabajo. La reprogramación subconsciente sólo funcionará cuando el cerebro esté en un estado descansado y relajado. 5. Practica el encuentro grupal: En Ella Migra hemos trabajado mucho por crear herramientas profesionales para atender nuestras emociones en conexión con el cuerpo y la mente. Para ello, hemos creado un programa especial de terapia grupal que toca temas vitales para entender el funcionamiento de tu cerebro, el por qué de tus emociones y cómo conectar el cuerpo en sintonía de bienestar. Toda la información la encuentras aquí: Psicoprograma Emociónate En este psicoprograma de edición especial exclusiva para 2022, hablaremos sobre todo lo que tienes que saber con relación a manejo y expresión del trauma emocional, las heridas de la infancia, los procesos de autocuidado, los síntoma psicocorporales, apoyo migratorio y otras sorpresas. El cupo es limitado. TE ESPERAMOS. Carolina Leguizamón Psicoterapeuta
- Trastornos de ansiedad: Una mirada amplia.
Llevo algunos años como terapeuta tratando a personas en sesiones 1:1. La gente acude a mí con diagnósticos como el TOC, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, el TLP, y la lista continúa. El sistema de salud mental está creado sobre el modelo de enfermedad. Lo que significa que hay un manual de diagnóstico (DSM) que etiqueta los síntomas como trastornos. Esto puede ser validador y muy importante para las personas que han estado viviendo con los síntomas porque estos síntomas no están sólo "en su cabeza": Son muy reales. El problema que he tenido con el diagnóstico es que no aborda el sistema nervioso ni el sistema sociocultural. Piensa en el sistema nervioso como un sistema de alarma interno que nos ayuda a sobrevivir. Cuando nos enfrentamos al estrés o a una amenaza percibida, el sistema nervioso entra en: lucha, huida, congelación o estancamiento. Piensa en el sistema sociocultural como todas aquellas ideas, historias y prácticas que son injustas, no dichas, asumidas, impuestas, perpetuadas, invisibilizadas, negligentes y violentas en las relaciones de todo tipo y a todo nivel, y que la persona las termina asumiendo como suyas, o le son impuestas como suyas y se configuras en síntomas. Luchar se parece a gritar, abstraerse o insultar. La huida se parece a la evasión (las personas que se "ocultan o esfuman" están dentro de la huida). La congelación se parece a la disociación o al abandono del cuerpo. El miedo se parece a complacer a la gente o a aceptar cualquier cosa que te permita mantener la paz aunque signifique traicionarte a ti mismo, misma. Con el estrés crónico + el trauma no resuelto acabamos "atascados" en estados polivagales, lo que significa que el cuerpo no puede volver a la homeostasis o al equilibrio: El cuerpo no puede recuperarse. Así que empezamos a experimentar síntomas que provienen de la desregulación crónica del sistema nervioso como: ansiedad, pánico, depresión, adicción, "cambios de humor". Estos se confunden con trastornos. Esta es la razón por la que es un secreto bien conocido en el mundo de la salud mental que muchos trastornos son "resistentes al tratamiento" + por qué la mayoría de las personas con trastornos de salud mental también tienen dolor crónico dentro del cuerpo y tienen que vivir en relaciones muy desgastantes, injustas, contradictorias o negligentes. Entonces recuerda: La mente y el cuerpo están conectados. Las cosas que impactan la función del sistema nervioso necesitan ser abordadas para sanar la causa raíz de estos síntomas: Deficiencias de vitamina B (permiten la función del sistema nervioso), el sueño (repara/restaura el sistema nervioso), + el movimiento mente/cuerpo, + el juego o la creatividad. Las cosas que se enmarcan en el sistema sociocultural de cada quien, necesitan ser cuestionadas, derrumbadas, confrontadas, a veces para cambiarlas, para acabarlas de raíz o para orientarlas al cuidado y la salud; otras veces habrá que alejarse de ellas, hacerles justicia, hacerles duelo, hacerles resistencia y sobre todo, disponernos a redes de vínculo más seguras, amorosas, respetuosas, reflexivas, humanas y conscientes. Y como es nuestro propósito sanar en comunidad, seguiremos con más capítulos del Psicopodcast, con herramientas concretas y contenido de libre acceso para hacer viral un contenido profesional y humano sobre salud mental y bienestar emocional; y llevaremos a cabo 9 sesiones de terapia grupal de cupo limitado durante el 2022 con temas como: Entiende cómo operan las heridas emocionales en tu cuerpo y cómo sanarlas. No sufrir por amor: Amores en pareja, amor propio y todos mis amores. Autoconocimiento menstrual para mujeres ocupadas. Apetito, ansiedad o hambre emocional: Entiende desde dónde te estás alimentando. Diálogos migratorios 2.0: Entender la migración Entre otros temas :) Ven y trabaja en nuestros espacios psicocorporales. Te abrazo y te espero en un café virtual y en nuestros Psicoprogramas. ¿Ya escuchaste nuestro último Episodio para aprender de tu sentir? Escúchalo aquí. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- ¿Cómo manejar conversaciones difíciles?
Conversar es el Arte de crear un contexto emocional empoderante en una relación. Aquí siete claves para conversar mejor. Pensamos que la mayor parte de las cosas que comunicamos están mediadas por las palabras escritas o dichas y nos esforzamos muchas veces por la redacción o elocuencia de lo dicho; y si bien esto es fundamental, el “clic” de una conversación que tenga resultados justos y estéticos para cualquiera de los interlocutores, se basa en la consciencia sobre la comunicación no verbal y la apertura a establecer un contexto de GANAR-GANAR en la relación, donde prime el cuidado por las emociones que se despiertan y donde se apliquen los principios de “No tomarse nada como Personal” (es decir, no equiparar lo que se dice con la esencia o identidad de las personas y la mía propia) y “Partir de la propia experiencia” (es decir, hablar en primera persona siempre y ejemplificar la manera en como un hecho nos hizo sentir o lo que entendemos de lo vivido o dicho en la relación). Conversaciones difíciles son aquellas que a cada uno nos cuestan por las consecuencias que anticipamos de las mismas (puede tener que ver con expresar quejas, peticiones, reclamar algo, decir que no… hablar con un superior o con alguien con posicionamientos muy diferentes a los nuestros…). Puede pasar también que una conversación que no parecía difícil se transforme en tal. Hay señales en el interlocutor que nos lo pueden indicar: silencio, reacciones desproporcionadas, síntomas de inseguridad o intranquilidad… Si percibo que no va a acabar bien o que me está alterando mucho (o a mi interlocutor) es más acertado parar y posponer la conversación. Dados los avances tecnológicos y la aparente “sobre comunicación” a la que nos vemos expuestos, muchas veces dejamos nuestras conversaciones para ser tramitadas por WhatsApp o las demás redes sociales, o acudimos a guías y diagnósticos en los buscadores de internet o a los videos de consejos en YouTube. Antes vivíamos en una sociedad de buceo, ahora es más de surfeo. Se tocan más olas, pero se profundiza menos. Conversar es mucho más que hablar, que comunicarse. Muchas veces no vamos más allá de monólogos entrelazados. Las conversaciones difíciles son una herramienta para hacer cambios profundos, tanto en el ámbito personal como en el profesional. A veces hay que mantener varias conversaciones para que el cambio sea efectivo porque una sola no es suficiente. Cada conversación es un universo irrepetible e impredecible, es una pieza única y refleja SOLO un fragmento de la historia construida y de las biografías de los interlocutores; navegar en las conversaciones es el arte de entrelazar lo dicho con lo no dicho, lo conocido con lo desconocido, lo que sabemos con lo por descubrir, lo que nos contaron con lo que sé y al final… es tener consciencia de la emoción genuina y sana que quiero dejar en el otro luego de la despedida. Por eso conversar requiere un proceso primero de autoconocimiento y consciencia personal, sobre las propias emociones, límites, dolores, capacidades, historias y necesidades. En Ella Migra nuestro objetivo es partir de esos lugares en tu historia personal, para que logres HACER ARTE de tus relaciones y de lo que te cuesta. Empezando siempre por la distinción de ser tú la FUENTE del cambio que quieres ver en el mundo. Para que no haya desencuentros es importante que tanto el emisor como el receptor sintonicen las mismas claves. Friedemann Schulz von Thun dice que lo expresado tiene cuatro caras: 1) el contenido objetivo, lo literal (es fundamental cultivar la claridad expositiva); 2) la autoexposición, aquello que dice de sí mismo, aunque no lo pretenda, el emisor (es clave la autenticidad); 3) la relación, lo dicho habla del tipo de relación, del lugar desde el que se habla (el éxito de una conversación pasa por un profundo respeto del otro y de su punto de vista aunque no lo compartamos) ; 4) la incitación a la acción, nuestras palabras indican de forma más o menos explícita lo que quisiéramos que ocurriera (una vez más es importante la claridad expositiva, el otro no tiene por qué suponer o leer entre líneas). Cada uno de nosotros desarrolla mayor sensibilidad hacia uno de los lados. Es fundamental que cada uno sepa cuál es el suyo y el de la persona con la que se comunica. En una conversación se dan varias conversaciones: sobre las emociones, sobre lo que pasa, sobre la identidad y la relación y sobre la acción. Además, un elemento primordial en cualquier conversación, y más en una difícil, es manejar nuestra conversación interna y distanciarnos de ella. Algunas claves para manejar conversaciones difíciles son: 1. “Prepárate”. A mayor preparación más posibilidades de éxito, aunque tengamos que improvisar. Esto incluye: tener claros nuestros objetivos; conocer nuestra emocionalidad; cuestionar nuestra conversación interna (qué me estoy contando a mí misma); pensar en cómo es, piensa y siente la otra persona. “La carga emocional que conlleva una conversación difícil nos lleva con rapidez a olvidar las buenas intenciones para adentrarnos en una dinámica de vencedores y vencidos, una dinámica bélica” 2. “Construye el contexto adecuado”. El inicio es muy importante. Tenemos que ser capaces de dar seguridad a la otra persona y aclararle el contenido y objetivo de la conversación. También es relevante el lugar y contar con el tiempo necesario. 3. “Explora el punto de vista de la otra persona”. Antes de lanzar nuestra opinión y propuestas es fundamental dar cabida a que el otro exprese cómo ve el tema. Hacerlo muestra consideración y respeto hacia el otro. Como dijo el autor, implica atribuir la “presunción de inteligencia”. 4. “Muestra la forma en que tú lo ves”. Debemos ser claros y concretos respecto a los hechos que nos incomodan o disgustan y debemos mostrar cuán crucial para nosotros es la necesidad de cambio. 5. “Busca un acuerdo, un compromiso de acción y cierra bien”. Una conversación tiene éxito cuando se consigue un acuerdo y un compromiso de hacer o dejar de hacer (que puede afectar a una parte o las dos). 6. “Y, en todo momento, escucha activamente”. Supone estar atento a lo que el otro dice y lo que no; escuchar con los oídos y con los ojos; percibir sus emociones. Exige controlar nuestra conversación interna y estar atentos también a nuestras reacciones. “Saber escuchar es saber aprender, de la misma manera que saber aprender implica saber escuchar. Aprender no es otra cosa que abrirse a ser transformado, a cambiar, a ser diferente, con la expectativa de ser mejor, de tener más capacidad de acción” (Rafael Echeverría). 7. “Seguimiento”. Conviene concertar nuevas conversaciones para hacer una revisión de lo acordado. · Estos últimos puntos son tomados del libro: “¿Cómo se lo digo? El arte de las conversaciones difíciles. El impulso de cambios efectivos a través del diálogo”.
- Qué desencadena la Ansiedad...
"No hay salud, sin salud mental", plantea la OMS y no se equivoca. Cada vez más, surgen llamados sociales, familiares y personales urgentes alrededor de la presencia de eventos mentales y emocionales que afectan la convivencia, la integridad física, emocional y cultural, así como los procesos de autopercepción y planes de vida. La Ansiedad, como ya lo hemos explorado previamente, puntea los "diagnósticos", consultas y llamados a nivel individual y colectivo, que reflejan un alto indice de estrés, desconexión emocional, inequidad, conflicto, presión y violencias en el plano individual y colectivo. Podrás encontrar un episodio dedicado a hablar de la química de la ansiedad en nuestro Psicopodcast, pero hoy, me voy a enfocar a hablarte de los 3 niveles que generan Ansiedad en tu vida. Un proceso psicocorporal honesto, profesional e integral, debería enfocarse en estos tres escenarios desde una postura psicológica, médica y terapéutica situada, sensible y transversal a las condiciones y experiencias de vida en las que el cuerpo, la emoción y el pensamiento, se ven inmersos. Estos 3 niveles de la Ansiedad no se trabajan todos a la vez ni tampoco de manera separada, pues requieres de un PROCESO personal, individual y profesional dirigido a la resiliencia, el autoconocimiento, la autoestima y la promoción de redes de relación y pensamiento sensibles, empáticas e inteligentes. Me preguntan siempre en consulta: Carolina, ¿de dónde viene mi ansiedad?; y mi invitación allí es a explorar estos 3 niveles que "originan" la Ansiedad y los cuadros y condiciones de incapacidad, enfermedad o malestar asociados a ella: 1. Trauma+SN. Experiencias de trauma con su consecuente implicación en la desregulación del sistema nervioso: Esos traumas han generado que nuestro sistema nervioso reaccione con alerta e hipervigilancia (ansiedad) de manera constante aún cuando el factor estresante ya no esté delante de nosotrxs. El trauma puede ser definido como una herida derivada de una amenaza, ataque o negligencia que excede mi capacidad de respuesta, contención y comprensión, y me deja en estado de lucha, huida, indefensión o angustia; y que, por tanto, perturba la manera de expresarme auténticamente y de manera confiada en el mundo. Los traumas irresueltos muchas veces se vuelven en nuestra manera "normal" de operar ante la vida y pueden manifestarte no solo desde síntomas físicos, emocionales o mentales, sino también en patrones de relación tóxicos, dependientes o codependientes en mi vida adulta que me llevan a tener una vida limitada, en relaciones limitadas. El trauma es siempre social pues responde a las circunstancias ambientales, humanas, relacionales y culturales que afectaron por violencia, negligencia, sobreprotección, inequidad, sorpresa y desatención mi derecho de cuidado y bienestar incondicional. Cuando el trauma está irresuelto, mi sistema nervioso seguirá con la "impronta" que le recuerda que ante cualquier estímulo, evento, sensación, relación o experiencia que le recuerde o se le parezca a esa vivencia de trauma, debe reaccionar con la misma descarga de adrenalina, cortisol y activación ante el peligro. Por eso es que la ansiedad no apareció de la nada en tu vida o por el aparente o real estrés momentáneo, sino que se nutre de vivencias de tu historia personal. Trabaja en sanar y reconocer tu historia por más que creas que allí no hay nada que revisar. 2. Prácticas de vida. En ella Migra trabajamos con perspectiva psicocorporal reconociendo que es la relación entre nuestra biología, neuroquímica, historia sociocultural y vivencias personales, quienes nos hacen ser lo que somos hoy. Por eso miramos el pasado de manera cuidadosa pero también exploramos el cuerpo, la mente y los afectos que originan la Ansiedad y afectan especialmente nuestro sistema digestivo/nervioso/endocrino, ciclo menstrual, estados de vigilia, prácticas de alimentación y rutinas de sueño. 3. Condiciones socioculturales. Nuestro bienestar será social y sujeto a relaciones, o no será auténticamente sostenible. Por eso hoy indaga sobre: ¿Cuáles son las historias y teorías (sobre cómo debes vivr, sentir, actuar o cómo debería ser el mundo a tu alrededor) que crees ciertas y que te excluyen o te presionan? Ven y trabaja en nuestros espacios psicocorporales. Te abrazo y te espero en un café virtual y en nuestros Psicoprogramas. ¿Ya escuchaste nuestro último Episodio para aprender de tu sentir? Escúchalo aquí. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- Hábitos que transforman.
Pase lo que pase. Pase lo que pase voy a estar bien, me repito constantemente. Si viene la luz con sus chispitas mariposas y los piropos de propuestas, les abrazo. Si viene el dolor crudo con la incertidumbre pesada, les abrazo. Pase lo que pase voy a estar bien. Me lo repito constantemente. Y no es un un mantra más, ni una ilusión de la mente, ni la promesa de un futuro que no tengo ni idea si nos llegará. Realmente es la oración que seguro le heredé a otras vidas y se la regalo a otras próximas. No siempre es color de rosa la vida. Y es mentira que todo nos será justo y bondadoso siempre. Seguro el recuerdo de la herida no es cómodo y preferimos enfrascarnos en el drama o pasar de largo sin mirar a fondo, cuando en realidad surgen esas situaciones para que resolvamos lo que está pendiente. No. No todo siempre estará bien. Así estés brillando hoy y vibrando arriba, llegarán las dudas, la angustia, la debilidad, el cansancio, la enfermedad y la muerte para cuestionarnos qué tanto podemos hacer con lo que hemos aprendido, cómo podemos utilizar las herramientas integradas. En ese proceso de esta vida humana de todo aquello que no podemos controlar, los hábitos tienen una poderosa fórmula de bienestar y sanación. Hablo de los hábitos que edifican, no de las adicciones que destruyen. Establecer hábitos no es un asunto de plantearse metas ni objetivos a mediano o a largo plazo, es en realidad, un asunto de lanzarce a comprender el sistema que implica el cuerpo, la emoción y el pensamiento y ese es un proceso personal, pues si bien hay procesos biológicos "básicos", cada organismo, historia y mente, se modela en virtud de las relaciones y conversaciones que entabla. Tengo un par de hábitos sencillos e invisibles par amuchos en mi vida, que no caben (y no me interesa que quepan), en fotos de redes sociales o medallas de maratonista. Comenzando año podríamos empezar a pensar en los hábitos atómicos (como se llama también el ibro), que podrían ayudarnos a reconciliarnos con la maquinaria de cuerpo y alma que es nuestro territorio real. Piensa en configurar esos hábitos entendiendo que: Los hábitos son el interés que sostiene nuestra mirada de futuro, nuestros deseos. La más rápida manera de aniquilar la pretensión de formar un hábito, es amarrarlo a objetivos. En su lugar, es mejor concentrarnos en cómo a diario nos estamos relacionando con nuestra vivencia del cuerpo, las emociones y el pensamiento (qué hacemos con eso). La forma más eficaz de cambiar los hábitos es centrarse no en lo que se quiere conseguir, sino en lo que se desea ser. La búsqueda de hábitos debe ser una práctica obvia, sencilla y atractiva, no un castigo autoimpuesto. Entonces en medio de esos pequeños hábitos acá estoy, acá estamos. Celebrando la pequeña victoria diaria sin muchas ganas de mirar cada detalle de lo que venga y sin embargo con ganas de concretar ya lo que vendrá y con quien vendrá. Ojalá este año te atrevieras a mirar para adentro y ver el cuerpo emocional y físico que eres. Ojalá te miraras como el ser sexual, emocional, intelectual, biológico, social, cultural y trascendental que eres. Y a eso te voy a invitar a lo largo de 10 encuentros que haremos en este 2022 para aprender y mirar herramientas para sanar: una experiencia grupal de salud integral, una invitación única para sanar integralmente. Te espero en ese espacio. Pronto más información. Muy emocionada de todo lo que allí aprenderemos. ¿Ya escuchaste nuestro último Episodio para aprender de tu sentir? Escúchalo aquí Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- Solsticio de Invierno y Verano
La palabra solsticio quiere decir “el sol se para”. Estos eventos son una pausa, una oportunidad para reflexionar, evaluar y ver donde queremos ir. Son un momento para expresar nuestros deseos e intenciones, asimilar nuestros aprendizajes, y sentir nuestra conexión con el ciclo de la tierra y el sol. Hoy tienen lugar estos solsticios en el hemisferio norte y sur. Yo lo estoy viviendo en el frío, asumiendo decisiones profundas, parándome delante del miedo para abrazar lo que se viene y esperando con fuerza y esperanza las cosas poderosas que se pueden abrir para mí y para la humanidad si trabajamos con coherencia, apertura, vulnerabilidad e inteligencia. Si miras lo que esta pasando hoy en tu vida y el mundo, verás que un día como hoy deberías liberarte del juicio, el pensamiento catastrófico o el pensamiento fantasioso que quiere verte vivir siempre "bien"; pues hoy en el mundo la fuerza del sol se toma grandes territorios y la profundidad de la oscuridad invita a guardarse y mirar hacia dentro. El Solsticio de Invierno, la noche más larga del año, nos recuerda que de la oscuridad nace lo nuevo, y que un periodo de descanso y renovación es esencial en el ciclo de la vida. El Solsticio de Verano, en cambio, el día más largo del año, ilumina todo nuestro potencial y singularidad, y nuestra capacidad de amar y conectar en comunidad. Tanto los solsticios como los equinoccios son una oportunidad potente para unir nuestros ciclos interiores con los ciclos exteriores, y así fortalecer nuestro camino en la vida. Cuando creamos un momento de pausa alrededor de los solsticios (y los equinoccios), y somos conscientes de lo que estamos dejando atrás y hacia donde queremos ir, nos abrimos a entender que la única manera de combatir el miedo es reconocernos vulnerables y en ello, abrazar y cultivar relaciones y prácticas de vida que nos acojan con dulzura, justicia y responsabilidad afectiva. Justamente con esta intención, te comparto que este año ha estado atravesado por muchas aperturas, retos, sentires, cierres y pruebas de aceptación para mí; en todo ello, agradezco profundamente las más de mil personas que alcanzamos con nuestros eventos virtuales y un par presenciales, así como agradezco cada consultante con quien sigo creciendo y seguimos construyendo procesos de consciencia y bienestar emocional. Y claro, agradezco al amor de mi vida por acompañarme y a las personas que apoyan nuestra causa en Ella Migra. Así mismo, un día como hoy te comparto algunas preguntas inspiradoras esenciales a formularte hoy: * ¿Qué quieres agradecer y celebrar con este solsticio? *¿Qué quieres dejar ir antes de pasar a este nuevo ciclo solar? *¿Qué aprendizaje o herramienta emocional quieres anclar en ti? *¿A qué te abres para esta nueva estación, nuevo ciclo? Los solsticios son un momento perfecto para pararte a escuchar lo que está por llegar. Hoy te comparto mi oración, mi manifestación de cierre de año, mi manifestación de Solsticio: Que todo sane Que las relaciones a mi alrededor me sanen Que mi legado en el mundo, lo sane Que los retos a mi alrededor me sanen Que pueda ver el aprendizaje disponible en la oscuridad más amplia Que pueda abrazar el gozo cuando llegue y recordar su legado por siempre Que logre tomar de la mano la verdad y que logre quitarle las mascaras a la mentira Que me aventure a habitar mi verdad y mi propia historia asumiendo la incomodidad de la incertidumbre Que le crea profundamente a mi cuerpo cuando me saque de un lugar que no sea para mí Que le enseñe a mi pensamiento a mirar con agudeza sin promesas falsas la verdad Y que todos los días respire para tomar lo que me corresponda y soltar lo que no me pertenezca Te abrazo y te espero en un café virtual y en nuestros Psicoprogramas. ¿Ya escuchaste nuestro último Episodio para aprender de tu sentir? Escúchalo aquí. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta Me despido por este año, nos escuchamos en el 2022.
- Potencial de la movilidad humana
Cada 18 de diciembre se conmemora el Día internacional del migrante y para el año 2021 el tema del Sistema de Naciones Unidas es: aprovechar el potencial de la movilidad humana. Como sabes, en Ella Migra tenemos un componente de Bienestar Migratorio que te invitamos a conocer y explorar para seguir tejiendo alianzas humanas y conectando continentes para fortalecer la calidad de vida y salud mental de personas hispanohablantes alrededor del mundo. En nuestro próximo episodio del Psicopodcast hablaremos del TOP 5: - De cosas que deberías saber sobre la migración - De cosas que No deberías decirle a una persona inmigrante - Y cerraremos con algunas recomendaciones generales Frente a lo que se denomina “Migración” hoy te quiero recordar que: 1. De acuerdo con la OIM (2020) en la actualidad, el número de personas que vive en un país distinto de su país natal es mayor que nunca. según el informe sobre las migraciones en el mundo 2020 de la OIM, a junio de 2019 se estimaba que el número de migrantes internacionales era de casi 272 millones en todo el mundo, 51 millones más que en 2010. casi dos tercios eran migrantes laborales. los migrantes internacionales constituían el 3,5% de la población mundial en 2019, en comparación con el 2,8% en 2000 y el 2,3% en 1980. Si bien muchas personas migran por elección, muchas otras migran por necesidad. según el ACNUR, el número de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo era de 79,5 millones a finales de 2019. de ellos, 26 millones eran refugiados (20,4 millones de refugiados bajo el mandato del ACNUR, 5,6 millones de refugiados palestinos bajo el mandato de UNRWA). 45,7 millones de personas fueron desplazados internos, 4,2 millones fueron solicitantes de asilo y 3,6 millones fueron venezolanos desplazados en el exterior. 2. La organización internacional para las migraciones (OIM) define a un migrante como cualquier persona que se desplaza, o se ha desplazado, a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de: 1) su situación jurídica; 2) el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento; 3) las causas del desplazamiento; o 4) la duración de su estancia. hay muchos motivos, evita las generalizaciones. 3. En el plano internacional, no existe una definición universalmente aceptada de “migrante”. Requerimos diferenciar términos como: apátrida, desplazamiento forzado, asilo, migración laboral, refugiado, trabajador migrante, reunificación familiar. recuerda que cada proceso migratorio es particular y responde a los recursos y condiciones emocionales, sociales, culturales, psicoafectivas, económicas, biográficas, políticas y familiares de cada quien. 4. Debemos evitar generalizaciones y comentarios que legitimen estereotipos, prejuicios y prácticas de segregación, tales como: "lxs lxtinos son, lxs refugiados son, lxs blancos son, lxs negrxs son..." muchas veces aquello que las personas migrantes refieren como diagnóstico de síndrome del impostor, ansiedad, depresión, problemas de autoestima e incluso algunos síntomas psicosomáticos, son en realidad la expresión de procesos de inequidad, racismo, discriminación de clase, prácticas invisibles de exclusión y segregación racial y ausencia de res de apoyo tanto en el país de acogida como en el país del que emigraron. 5. Cada quien vive diferente: a. Duelo migratorio: implica la elaboración del duelo parcial por las transformaciones y tránsitos en prácticas de vida y referentes de identidad. ocurre en tiempos, momentos y manifestaciones diferentes en cada persona. b. Estrés aculturativo: implica las condiciones de estrés, ansiedad e incertidumbre propias de los procesos de encuentro entre personas y grupos sociales de contextos socioculturales diversos. se manifiesta diferente en cada persona. hay que decir en este punto, que incluso muchas personas viven duelo al volver a su país de origen, pues después de haber emigrado, se es de muchas partes. Te abrazo y te espero en un café virtual y en nuestros Psicoprogramas. ¿Ya escuchaste nuestro último Episodio para aprender de tu sentir? Escúchalo aquí. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- 4 tipos de violencia emocional
Te quiero hoy introducir algunas ideas sobre un tema siempre difícil de asumir: la violencia emocional. ¿Por qué digo difícil?: Porque implica mirar con honestidad y amor nuestra experiencia, vivencia y prácticas de sexualidad Porque implica revisar aquellas ideas y mandatos de amor romántico que no permiten que vivamos relaciones de pareja INTELIGENTES, además de tiernas, apasionadas, abiertas, seguras y en crecimiento conjunto constante Porque implica entender que el amor es cerebralmente una danza y el amor romántico es una fase pasajera del real amor, no sólo en términos neuronales, sino también en términos sociales, culturales y espirituales Porque implica cuestionar esa idea de que "el amor todo lo puede" y hay que entender entonces el amor como un proyecto de construcción y reciprocidad en TODO tipo de relaciones Porque implica entender que no es propia esa idea que tenemos que el amor romántico todo lo puede pues, históricamente, mucho del contenido que nos rodea ha fomentado la idea de que el amor romántico es la única y más perfecta manera de amar. Bajo esta idea se tiende a normalizar constantemente vicios, manipulaciones y violencias emocionales. ¿Qué es la violencia emocional? Vamos al punto entonces: La violencia emocional es una forma de agresión que impacta directamente en las emociones, el autoconcepto y la percepción de seguridad de la víctima. Esta no es necesariamente visible, pues es aplicada en técnicas muy sutiles que suelen pasar desapercibidas. La violencia emocional se instaura silenciosa a través del tiempo con mecanismos de manipulación, dependencia, indefensión, codependencia, invisibilización, minimización, infantilización y vulneración de la persona "víctima". El concepto de violencia en general es una dinámica que se moviliza a través de ciclos. Ésta, se expresa en conductas que no son aisladas. Cada una de estas forma parte de una cadena de acciones que genera lo que se conoce como un círculo de violencia. Recuerda lo que digo siempre: LO REAL TÓXICO ES AQUELLO QUE NO ES MUTUO, COMO EL CRECIMIENTO, EL RESPETO, LA ESCUCHA, LA INSPIRACIÓN, LA COLABORACIÓN, ETC... A medida que avanza la relación o el vínculo, este círculo se torna cada vez más tóxico. Cada día que pasa es más difícil encontrar la salida, pues en la mayoría de los casos no se cuenta con las herramientas psicológicas para poner fin a algo tan dañino, y adicionalmente, con el tiempo, se vuelve "natural" esa forma de interactuar hasta convertirse en la dinámica de pareja o de relación. Existen diversos tipos de violencia emocional. Si bien lo que se nombrarán a continuación califican dentro de los más conocidos, esto no quiere decir que sean los únicos existentes. Sobre los 4 tipos siguientes, hemos hecho un episodio concreto y con herramientas muy útiles en el Psicopodcast. Escúchalo completo aquí. Los 4 tipos son: Ghosting Es una de las técnicas más comunes en el último tiempo, debido a las herramientas que ofrecen las redes sociales. Este tipo de violencia emocional se refiere al acto de cortar comunicación y esfumarse de la vida de la otra persona sin un aviso previo. Love bombing Tal como lo dice su nombre en inglés, este hace alusión a un bombardeo amoroso. Dicha técnica de manipulación resulta difícil de identificar a simple vista, pues suele confundirse con extrema amabilidad o generosidad por parte de quien ejerce la violencia. Sin embargo, es una conducta sumamente tóxica. Gaslighting El origen de éste término proviene de una película del 1944, llamada “Gaslight”. En dicho filme, se presenta una relación muy tóxica de pareja, pues el marido de la protagonista le hace creer a ésta que alucina e imagina cosas que jamás sucedieron. Sin embargo, sus reacciones no son producto de su imaginación. El agresor es quien altera su percepción con el propósito de controlar su vulnerabilidad. Benching Probablemente este sea el tipo de manipulación más sutil dentro de los que hemos nombrado. No obstante, esta no es una razón para dejar que pase inadvertida. El benching es una conducta muy peligrosa, capaz no sólo de destruir la relación, sino que sobre todo la autoestima y seguridad de la víctima. Mañana tenemos un nuevo Episodio en el Psicopodcast, hablaremos de 4 miedos básicos detrás de la Ansiedad y del malestar emocional. Miedos que seguro, experimentaste en algún momento. También el próximo sábado tenemos un taller gratuito para hablar de Integración y Migración. Tema esencial para quienes quieren vivir, han vivido o están viviendo una experiencia migratoria. Inscripciones abiertas. Le quiero agradecer a las personas que se han inscrito a la versión 2.0 del Psicoprograma DEJA IR LA ANSIEDAD. Es un programa completo con herramientas psicocorporales, profesionales y prácticas, que luego de nuestra primer versión ha sido renovado y es tener un "kit psicológico" para la vida cotidiana. Te abrazo y te espero en un café virtual y en nuestros Psicoprogramas. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta
- Reconoce a personas manipuladoras.
La manipulación es la estrategia de multitud de personas para conseguir a aquello que desean. Por tanto, podemos encontrar personas manipuladoras continuamente. Incluso nosotros mismos lo más seguro es que hayamos hecho uso de la manipulación emocional en algún momento de la vida. Pero lo que diferencia a los manipuladores emocionales de quien no lo es, es que los primeros convierten ese “juego emocional” en su modo de vida, y en su manera de relacionarse con los demás. Saben que, mediante la manipulación, pueden sacar un provecho constante a costa de mermar el equilibrio y bienestar psicológico los demás. Desde una visión psicológica, podemos definir la manipulación emocional como una estrategia vital que conlleva no sólo en ocultar las malas intenciones, o comportamientos agresivos, sino también la habilidad de identificar las vulnerabilidades emocionales de las demás personas, poniendo en marcha un plan para poder manipular a cada una de ellas. Las personas que ejercen la manipulación emocional conviven con características como: 1. Pocos escrúpulos Una vez que detectan el punto débil de su víctima no tendrán reparo alguno en sacarle provecho apelando a los más intensos miedos, temores, secretos, inseguridades, errores del pasado o debilidades de la persona. Al conseguir su objetivo, irán poco a poco haciendo que la víctima caiga en una dinámica en la que acabará renunciando a sus necesidades y valores, sacrificándose para poner por delante los de la persona que lo manipula. 2. Inseguros A pesar de que puedan parecer justo lo contrario, lo cierto es que las personas manipuladoras son muy inseguras y tienen una muy baja autoestima. Hacen todo lo posible para que no se vea esta debilidad, ocultando sus temores, sus flaquezas e inseguridades detrás de mostrarse fuertes, felices, simpáticos, intelectuales o populares. Para ello se valen de un amplio repertorio de comportamientos egoístas y dominantes, mostrándose como superiores ante los demás, y asegurándose de que a quien quieren manipular los vea como alguien que posee la verdad absoluta. Nadie debe saber cómo de inseguros son porque, en caso de que se sepa, su influencia caerá cual castillo de naipes. 3. Poca asertividad La inseguridad del manipulador hace que tenga serios problemas de asertividad. Poseen experticia en generar y dramatizar conflictos y liderar argumentos en los que ellos y principalmente ellos tendrán la razón. Les cuesta decir las cosas claramente, aunque también esto es un punto que lo usan a su favor, puesto que no decir lo que quieren de primeras, usando eufemismos y haciendo rodeos, influye en quienes logran manipular. Usan medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que desea. 4. Poca tolerancia a la frustración No toleran para nada la frustración y no aceptan un “no” por respuesta. A la más mínima que experimentan esta emoción o que perciben que hay algo que pone en riesgo su posición construida por medio de mentiras y exageraciones y su estatus de dominio, se ponen en alerta o atacan desde la más extrema intolerancia y la crítica más cruel y destructiva para desautorizar. Muchas veces te ponen en posición de: Si no estás conmigo, estás en mi contra. 5. Victimismo Recurren al victimismo usando todo tipo de conductas exageradas y reprochando cosas que no han pasado o que no son para tanto. Exageran problemas de salud, muestran dependencia y, si ven que la persona manipulada intenta liberarse de sus cadenas, se hacen la víctima más indefensa y delicada. Pueden llegar a decir que su mundo se derrumbará si la persona a quien manipulan se va de su lado. En resumen: Las personas con tendencia a la manipulación son personas que te sumergen en su vaguedad emocional Son personas que no distinguen entre su realidad y la belleza en el mundo Te encierran en su círculo de bandos enemigos en donde la única verdad es la que ellos y ellas tienen para dar Cuestionan la manera en que expresas y vives emociones, deseos e intenciones Te hacen girar hasta que pierdes tu norte y la culpa se apodera de ti porque al parecer fuiste tú quien no encajaste, quien fallaste, quien no fuiste capaz, quien no mereces Te dicen frases como: "Cómo has cambiado, qué pena que no logras ver la realidad, te falta lealtad, si no estás conmigo estas en mi contra" Ante esto recuerda: Está totalmente bien ser diferente y cuestionar la corriente. Acaso, ¿quién quiere quedarse estando de acuerdo con todo el mundo?; si en las relaciones todos están de acuerdo 100% en todo y no cuestionan: ALGUIEN NO ESTÁ PENSANDO. No te dejes manipular, no te dejes seducir, no te dejes dividir, no armes guerra ni sigas gurús. Tu mantente en el proceso de dar y amar, de darte y amarte, en compasión, vulnerabilidad, cambio constante, en respeto y empatía hacia los demás. Transita por tu oscuridad, no por la de otros: Aprende de tu sentir. Te abrazo y te espero en un café virtual y en nuestros Psicoprogramas. ¿Ya escuchaste nuestro último Episodio para aprender de tu sentir? Escúchalo aquí. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta