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- La ansiedad aparece sin darnos cuenta y nos desborda.
He dedicado ya varias notas y espacios virtuales a hablar de la ansiedad como condición clínica y como experiencia biológica y emocional propia de nuestra condición humana y social. Estoy muy agradecida por la cantidad de mujeres (y hombres en el último tiempo) que me escriben con dudas acerca de cómo lograr una gestión y vivencia emocional efectiva lejos de las generalizadas modas de felicidad, éxito, mentorías o consejerías que prometen en un par de sesiones revolucionar tu ser. Aclaro que defiendo y promuevo el derecho a recurrir a diversos medios de autoconocimiento, sanación y bienestar emocional (yo misma he transitado por herramientas de muchas clases); sin embargo reitero que la salud mental, los trastornos emocionales, las dificultades en autoconcepto, autoestima y procesos mentales, se deben tratar únicamente en equipos interdisciplinares en salud mental. En los procesos de consulta individual he atendido a muchas mujeres que han experimentado episodios intensos de ansiedad en diversas situaciones. Para la mayoría de ellas, esos episodios han estado acompañados de síntomas físicos y emocionales que han dejado huella en su pensamiento, relaciones y resultados de vida. Detrás de la aparición de episodios crónicos de ansiedad, hay historias de abandono, necesidad de aprobación, miedo, dolor, ausencia, rabia, desconfianza y distorsión del autoconcepto. De acuerdo con diversos estudios, las mujeres somos más propensas a padecer trastornos de ansiedad por algunas causas como: Estrés Responsabilidad Perfeccionismo Inseguridad Desequilibrio emocional Acumulación de situaciones adversas Hoy te traigo algunas recomendaciones naturales que pueden ayudar a relajar tu sistema nervioso, y así bajar los niveles de ansiedad: Valeriana La valeriana es inductora del sueño (a dosis elevadas ejerce efecto hipnótico), ansiolítica, espasmolítica y relajante muscular, esto hace que esté especialmente indicada cuando hay dolor o contracturas musculares. Una de las interacciones importantes de la valeriana es su efecto potenciador de las benzodiazepinas. Algunos autores la incluyen por eso en los programas de deshabituación de las benzodiacepinas en dosis decrecientes. Pasiflora La pasiflora, además de ser ansiolítica y espasmolítica, tiene un efecto prolongador del sueño y mejora el descanso nocturno. Amapola de California La amapola de California no sólo tiene acción sedante sino que mejora la calidad del sueño. Asimismo, tiene un efecto ligeramente ansiolítico y espasmolítico. Espino blanco Está indicado especialmente para casos en que el nerviosismo aparece con palpitaciones y despertares nocturnos, hay que tener cuidado con ella si se toma digoxina puesto que ejerce una acción reguladora del ritmo cardíaco por vasodilatación de las arterias coronarias. Lúpulo El lúpulo posee acción sedante, ansiolítica e inductora del sueño. Está especialmente indicado en los trastornos emotivos de la menopausia por su acción fitoestrogénica. Es la planta de elección cuando hay despertares nocturnos en la menopausia. Melisa La melisa induce y mejora la calidad del sueño y del descanso nocturno. Es además espasmolítica y digestiva y es también muy útil cuando el sueño es de mala calidad. Manzanilla La manzanilla tiene acción sedante, espasmolítica y digestiva. Se suele utilizar como calmante en niños pequeños y lactantes. Plus: No olvides tomar también como rutina: Psicoterapia Kit de: 10 canciones que me salvan, frutas cítricas, notas de agradecimiento, pedir ayuda, mantras en la casa, una oración, plantas, colores verde y violeta Altares o símbolos Replantear estereotipos y fórmulas generalizadas de éxito, belleza o felicidad No creer todo lo que piensas Respiración diafragmática Psiquiatría Te abrazo y espero en Psicoterapia, Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- 5 claves para una maternidad consciente.
Vivimos en un momento de informaciones volátiles y constantes, de vínculos frágiles en donde la empatía se reduce a simpatía. Diariamente llegan a mi consulta o a mis espacios virtuales y presenciales de conversación mujeres con preguntas vitales y experiencias emocionales contrastantes alrededor de la Maternidad. El maternar, se hace aún más diverso y multifacético ante la experiencia migratoria los cambios ocupacionales, románticos, sexuales, emocionales, hormonales y sociales que vivimos las mujeres en la adultez. Hay tanta información disponible en redes y son tantas las creencias personales, sociales y culturales que se tejen alrededor de la maternidad consciente, que es difícil no frustrarse en intentar poner en práctica “técnicas” que, si bien pueden llegar a ser prácticas, están descontextualizadas de la historia personal y experiencia psicoemocional de la madre y su entorno. No hay una experiencia de maternidad igual a otra ni siquiera en una misma madre y sus diferentes hijos; por eso es importante pensarnos la maternidad en clave de vínculo, apego, ternura, empatía, libertad, creatividad, espiritualidad, humanidad y cuidado personal. Sin duda, gracias a todos los estudios de comportamiento humano y evolución animal, es cierto que un vínculo sano y un proceso de parto y gestación seguro permiten conexiones neuronales y emocionales más profundas, diversas, maduras, sanas e inteligentes emocionalmente, y eso sin duda repercute en una vida juvenil, adulta y experiencia social y cultural, mucho más sana y rica en bienestar. La maternidad consciente es el trabajo personal que realiza cada madre desde el proceso de gestación y parto en adelante y se encuentra dentro del paradigma de la crianza respetuosa, que tiene como fin respetar a los hijos como personas y observar sus necesidades. Desde la gestación, la mujer va experimentando sensaciones y emociones que la llevan a ir cambiando su forma de ver la vida, y nace la inquietud del impacto que provoca la llegada de un hijo, este quiebre se conoce como fusión emocional, es donde se forma la diada mamá-bebé y que tiene relación con soltar todo desde el interior, pero a su vez abrazar a la nueva vida. Al ser mamíferos que nacemos de un vientre materno, la constitución psíquica y física de toda la infancia, dependerá de la madre y su historia emocional pasada, de la que generalmente no tenemos claridad alguna o que creíamos que era indiferente. Si se tuvo una infancia donde hubo soledad, desamparo, mentiras, desarraigo emocional o distancia afectiva, es decir si no hemos sido amadas en nuestra infancia y, sobre todo, sino hemos trabajado en un espacio profesional esa historia primaria, no sabremos ni podremos saber cómo amar a otro. Ser una madre consciente te permite criar, amar y tener un vínculo más libre ante todo contigo misma y por consiguiente con tu familia extensa e hijos(as). Algunas claves que nos llevan a vivir la experiencia de Maternidad Consciente son: CLAVE # 1: No hay emociones positivas o negativas. Tienes que saber que no hay emociones positivas o negativas, todas cumplen una función reguladora en nuestro organismo. Las convertimos en negativas cuando las reprimimos, por eso es esencial liberarte de la necesidad de anclarte a una emoción o pensar que algo está mal contigo sino te sientes en modo “positivo, feliz, agradecido” todo el tiempo; el experimentar diversas emociones nos hace seres en evolución y consciencia. Hay 4 emociones básicas: La alegría es la emoción de la inocencia, del corazón. La alegría nos abre, nos conecta con el mundo, con nuestros seres queridos, nos da una sensación de unión con el todo. La tristeza aparece cuando no se han cumplido nuestros deseos o expectativas. Entonces hay una sensación de pérdida, de duelo. Significa que queremos que las cosas permanezcan como están, pero la vida es cambio y nos duele adaptarnos. La tristeza Te lleva hacia dentro, a contactar contigo misma, a retirarte del mundo, a cuidarte. Las lágrimas nos ayudan a liberar ese ‘algo’ a lo que estamos apegados, así pues, la tristeza nos libera. La rabia que te ayuda a proteger tu intimidad cuando se ven invadidas tus fronteras personales. La rabia ayuda a poner límites, te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio. Muchas veces no sabemos cómo poner esos límites y por eso nos enfadamos, es la única manera de ponerlos. Cuando te venga la rabia pregúntate, ¿cuál es el límite que quiero poner y no estoy poniendo? ¿Cómo lo podría manifestar de una manera más calmada? El miedo es una emoción que te ayuda a protegerte. Nos pone en estado de alerta, nos agudiza los sentidos. En el fondo El miedo es nuestro amigo, es como un radar para nuestro viaje por la vida que nos enseña a prestar atención a lo que ocurre a nuestro alrededor. El miedo tiene también mucho que ver con el apego, como la tristeza, con perder lo que tenemos. Durante el embarazo los miedos se disparan: miedo al parto, al dolor, a que mi bebé nazca sano, a cómo cambiará mi vida y un largo etc. La cuestión es que los miedos no te desborden o se conviertan en una obsesión. CLAVE #2: No seas tu propio Juez, ni Juez de los otros. Acepta todas las emociones que sientas. Ahora que ya conoces las 4 emociones básicas y que sabes que todas cumplen una función positiva en nuestro organismo, vamos a por la segunda clave que se deriva de la primera LA ACEPTACIÓN. No pasa nada si te sientes triste, o enfadada o si tienes miedo, deja que tus emociones fluyan, no las reprimas, exteriorízalas con tus personas de confianza y que te escuchen y date el permiso para sentir venga lo que venga. Es muy importante tener en cuenta que estas emociones no sean nunca desbordantes, si te sientes desbordada durante en tu día a día y no cesa acude a un profesional en Psicología. CLAVE #3: Comparte estas emociones con tu hijo(a). Muchas madres vienen a mi consulta preocupadas por cómo se transmiten las emociones a su bebé. Y yo siempre digo lo mismo, lo que está sintiendo tu hijo a través tuyo es un gran aprendizaje para su futura vida en el mundo. Durante la gestación, por ejemplo, las investigaciones nos dicen que ellos no sienten las emociones como nosotros, sino que todo es mucho más sensorial, a través del cuerpo, la piel, la energía, lo sutil… así que lo mejor es hacer partícipe a tu hijo de tus emociones: háblale de ellas, cuéntale porque estás como estás, comparte con él o ella, nómbrale la emoción que estas sintiendo, y verás cómo te sentirás mucho más aliviada. Así mismo, compartan y aprendan de manera conjunta estrategias para tramitar esas emociones, como por ejemplo pintar, escribir, respirar, bailar. La técnica del “tiempo fuera” esta siendo revaluada dado que una distancia sin sentido puede hacer más daño que el acompañarnos juntos a observar y dejar fluir la emoción; la meta no es dejar de sentir, sino cómo volcamos las emociones densas en experiencias liberadoras. CLAVE #4: La Maternidad Consciente es Maternar en Tribu. Comparte tus emociones con tus personas de confianza. Tus amigas, tu madre, tu pareja, tu terapeuta, quien quieras. Sólo te pido una cosa: busca bien a alguien que te escuche profundamente, que te permita vaciarte y que simplemente después pueda abrazarte; no busques consejos y libérate de esa necesidad; no hay consejería mejor que la de cultivar tu propia intuición, respetarte, honrarte, asumirte como la mujer de roles diversos (recuerda que la maternidad es sólo uno de ellos) y por supuesto, acudir a expertos en salud mental y física. Otra manera de compartir tus emociones es a través de la escritura, puedes llevar un diario emocional de tu maternidad. La escritura emocional es sanadora. CLAVE #5: Permítete decir No. Baja el ritmo. El vaivén emocional también tiene mucho que ver con el ritmo de vida, a más prisas, más estrés, y a más estrés, más emociones desbocadas. Identifica las fuentes de estrés en tu vida y suprime o cambia las que puedas. Haz menos cosas, ve más despacio, una cosa a la vez, tomarte descansos durante el día que te ayudará a fluir mejor con tus emociones. Practica la respiración consciente. A más relajación, mejor manejo de las emociones. Cultiva tu propio proyecto de vida. Recuerda que eres sexual, emocional, biológica, mental, social, espiritual; no niegues esas esferas ni tomes la maternidad como limitante. Integrarte es tu llamado. Algunos autores que te recomiendo: Frederick Leboyer en su precioso libro “Por un nacimiento sin violencia”, nos acerca al nacimiento desde la perspectiva del bebé, otorgándole el papel protagonista que le pertenece. John Bowlby escribió un artículo titulado “The Nature of the Child’s Tie to his Mother”. Por su parte Harry Harlow publicó el mismo año “The Nature of Love”. Ambos escribieron sobre el apego y su función primordial en la salud del bebé. Otros estudios antropológicos realizados por Margaret Mead en su extensa obra, Jean Liedloff en su obra “El concepto del continuum”, o Meredith F. Small en “Nuestros hijos y nosotros”, nos recuerdan que las sociedades más apegadas y cuidadosas con la naturaleza, en las que predomina la armonía, son aquellas que tratan a los niños con igualdad, dignidad y respeto. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Siento que no duermo lo suficiente: Insomnio y cómo abordarlo.
*Ninguna de las siguientes recomendaciones reemplaza un abordaje directo con tu médico y psicólogo. Es el trastorno de sueño más frecuente en la población general dado que vivimos en un mundos social lleno de factores estresantes que alteran nuestras rutinas de descanso: los cambios migratorios, las dificultades en relaciones interpersonales, los cambios alimenticios, la presencia de diagnósticos particulares, las rutinas laborales, los viajes constantes, la presión social, entre muchas otras, son las causas que nos afectan el buen dormir. En general el Insomnio consiste en una reducción de la capacidad para dormir, pudiendo manifestarse de diversos modos que dan lugar a diferentes tipos de insomnio, entre éstos: Insomnio de inicio: problemas para iniciar el sueño en menos de 30 minutos. Insomnio de mantenimiento: Problemas para mantener el sueño, produciéndose despertares nocturnos de más de 30 minutos de duración, o despertando definitivamente de manera precoz consiguiendo un tiempo total de sueño escaso. La falta de sueño puede afectar de modo negativo a la vida de la persona que lo sufre, provocando deterioro social, ocupacional, biológico o de otras áreas importantes. El número de horas de sueño necesarias varía de unas personas a otras. Aunque la media diaria es de 7 horas y media, existe un rango que oscila entre 4 (“poco dormidores”) a 10 horas, considerándose estos valores dentro de la normalidad. Según el tiempo de evolución, el insomnio puede ser: temporal (sólo unos días o semanas), o crónico (meses o años). Existe una mayor vulnerabilidad en ciertas características de la personalidad al entrar en este círculo de preocupación y ansiedad al tratar de quedarse dormido, y se trata de personas con mayor tendencia a la preocupación, con tendencia pesimista, perfeccionistas y exigentes, con necesidad de mantener todo bajo control, dificultad de exteriorizar sus problemas, entre otras. CAUSAS DE INSOMNIO Causas Médicas: Condiciones metabólicas y hormonales, neurológicas, reumatológicas, digestivas, cardiovasculares y todas aquellas que pueden interrumpir el sueño por dolor –fibromialgia, cefaleas, etc- o urológicas por la necesidad urgente de micción –infecciones, próstata, renales. También hay que considerar el embarazo y la menopausia. Condiciones psiquiátricas (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc), así como otras enfermedades del sueño que contribuyen a dormir menos o peor (síndrome de piernas inquietas, síndrome de apnea de sueño, parasomnias, etc). Causas externas: Suelen implicar factores ambientales que influyen de modo negativo sobre el sueño: (malos hábitos de sueño, uso y abuso de sustancias y medicamentos, trabajos por turnos o viajes frecuentes transoceánicos, estrés laboral, estrés migratorio, duelos, etc). ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA AFRONTAR EL INSOMNIO? 1. Evitar practicar ejercicio intenso antes de acostarse. El deporte genera endorfinas que pueden dificultar el conciliar el sueño de forma inmediata, por lo que no está recomendado a partir de las ocho de la tarde. Sí está indicado durante el día, ya que la actividad física moderada ayuda a estar en forma y a dormir mejor. Por el contrario, puedes implementar alguna práctica de meditación, respiración profunda o mindfulness relacionada con el mínimo movimiento, contemplación y consciencia corporal. 2. Crear un ambiente relajado en el dormitorio. La estancia debe estar acondicionada para facilitar el reposo. Es conveniente regular la intensidad de la luz y evitar la radio, la televisión u otros dispositivos que no contribuyan a crear un clima de relajación. Evita utilizar la cama para tareas académicas, laborales o de uso de dispositivos electrónicos. 3. Evitar objetos y factores que puedan despertarnos. Es aconsejable retirar del dormitorio los móviles, cerrar las ventanas para evitar los ruidos del exterior y bajar las persianas para que el exceso de luz no interrumpa el sueño. No es conveniente que las mascotas duerman en la misma estancia: pueden moverse o emitir sonidos que nos desvelen. 4. Establecer rutinas positivas asociadas al sueño. Intentar ir a la cama siempre a la misma hora y después de una ducha con agua templada son hábitos saludables que ayudan a preparar la mente para el reposo. Además, según algunos expertos, “la ducha incrementa la temperatura corporal, a lo que sigue un enfriamiento compensatorio que ayuda a conciliar el sueño”. 5. Acudir a elementos naturales que pueden ayudar al sistema nervioso a relajarse. Cuando el insomnio sea ocasional, la fitoterapia puede ser una solución. La valeriana es tranquilizante e induce al sueño. La pasiflora ayuda a mantener el sueño, por lo que se recomienda a gente que se despierta a lo largo de la noche. La amapola de California también evita los despertares precoces. Así mismo, la esencia de lavanda y mandarina pueden ser útiles. 6. Utilizar técnicas de recapitulación. Cuando la causa del insomnio sean los pensamientos recurrentes por preocupación, planeación o evitación de situaciones, recurre a anotar todo lo que en el momento pienses. Continúa escribiendo todo lo que pienses, y has un diario de tus pensamientos y conversaciones internas. 7. Descartar causas neurológicas y trastornos biológicos asociados. En algunas ocasiones los trastornos de sueño están relacionados con situaciones que requieren abordaje interdisciplinar entre médicos y psicólogos, como por ejemplo el bruxismo o la apnea; es importante que hagas un seguimiento a la calidad de tu respiración y relajación corporal mientras duermes, por lo cual puedes pedir a alguien de confianza que te ayude con esa observación. También recuerda: NO TE AUTOMEDIQUES y acude a un especialista. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Ámate a ti misma como si tu vida dependiera de eso, porque ASÍ es.
*Basado en el Libro "Morir para ser Yo" de Anita Moorjani El propósito más grande de nuestra vida es ser lo que somos y expresar nuestro ser auténtico sin miedo. Esto es imposible sino nos aceptamos y nos amamos incondicionalmente. Lo único que nos impide vivir completamente y sin miedos, es nuestra incapacidad para practicar el verdadero amor propio. De hecho, nuestra cultura no promueve ni apoya esta práctica 100% espiritual. La mayoría de nosotras nos sentimos juzgadas si nos amamos, nos valoramos o nos ponemos primero. Los mitos que sostiene nuestra mente-ego (consciente o inconscientemente) para alejarnos de esta experiencia de aceptación incondicional de nuestro ser, y por lo tanto, de la verdadera alegría de vivir, son los siguientes: MITO 1: Es egoísta que me ame a mí misma Para destruir este mito, pensemos en lo opuesto: ¿qué pasa cuando no nos amamos o no nos valoramos a nosotras mismas? Nos sentimos poco merecedoras de amor y nos convertimos en personas necesitadas de llenar un vacío que creemos sólo lo pueden llenar otras personas. Nos convertimos en personas complacientes porque necesitamos la aprobación de los demás para sentirnos valiosas. Cuando nos amamos a nosotras mismas tal y como somos, dejamos de necesitar la aprobación de otros para ser quienes somos en realidad. Somos capaces de mostrar nuestro ser completo, realizado al mundo, y nos convertimos en personas que los demás quieren tener cerca. MITO 2: Amarme a mí misma significa autocuidado constante Muchas personas creen que el amor propio se refleja en comportamientos de autocuidado como meditar, comer ciertos alimentos y evitar otros, frecuentar ciertas personas y evitar otras, ver sólo noticias buenas del mundo, estar exclusivamente con personas que sientan y piensen igual que yo, renunciar a toda rutina o compromiso, vestirse de una manera, darse un masaje, una sesión de belleza o un rato de ocio. En otras palabras, creen que para sentir amor real por su ser, deben invertir tiempo, espacio y dinero en actividades o situaciones que los hagan experimentar comodidad. Aunque estas actividades son muy importantes para cuidar nuestro espíritu y cuerpo, y aportan armonía y tranquilidad a nuestra mente (y por supuesto te sugiero y casi te pido que las cultives e implementes), muchas personas se dedican a hacer esto todo el tiempo y aun así sus vidas no funcionan genuinamente a nivel romántico, sexual, relacional, social, familiar o emocional. ¿Por qué? Porque el verdadero amor propio es cuidar de nosotras mismas cuando menos motivadas estamos para realizar todas estas actividades de conexión y armonía. Amarnos verdaderamente significa cuidar de nosotras cuando menos nos sentimos merecedoras de amor; cuando hemos caído, hemos fallado y hemos hecho daño; no es desconexión, sino es conexión íntima, genuina y psicológica con esas situaciones y personas que evitamos sanar o con quienes evitamos relacionarnos. Si no podemos estar de nuestro lado cuando nadie más lo está, no podemos conectarnos con un sentimiento genuino de amor propio y autovalía. Es en los momentos más difíciles que necesitamos más de nuestro amor, de nuestra capacidad de sentir compasión por nosotras mismas. Así es que volvemos a empezar, y así es como cualquier muestra de amor que nos damos en los días más duros, se convierte en un regalo para nuestro ser realmente significativo. Amor propio es: "Sin importar lo que otros piensen, no me abandonaré a mí misma, ni me rechazaré a mí misma JAMÁS. Estaré siempre de mi lado!” MITO 3: Amarme a mí misma significa negar mis debilidades Todo lo contrario. Amarnos a nosotras mismas significa amar nuestro ser REAL con ternura y honestidad. ¡Y nuestro ser real es perfectamente humano! Es lleno de defectos, de inconsistencias, de miedos, heridas y errores. Amarnos a nosotras mismas significa amarnos cuando nos deshacemos con la crítica, cuando fallamos, cuando nos rompemos, cuando otros nos quieren romper y cuando decepcionamos a los que nos rodean. No se trata de negar nuestros fracasos y repetir afirmaciones sobre qué tan maravillosas somos. Amarnos a nosotras mismas es comprometernos a defender nuestro ser, cuando nadie más lo hace. El verdadero amor propio es la capacidad de aceptarnos tal y como somos, con nuestras fortalezas y errores, con nuestras emociones negativas y con nuestra capacidad inmensa de dar todo el amor que hay en nuestro corazón; es sabernos y mostrarnos auténticas sin pretender lucir bien, cooperando con el mundo no para hacer con el otro sino para construir con el otro. MITO 4: Es importante estar positivo siempre, a pesar de las circunstancias externas Aunque no es algo malo tener una actitud positiva en la vida y de hecho es necesaria para afrontar tantas cosas complejas que cada tanto nos llegan, intentar controlar la vida teniendo pensamientos exclusivamente positivos es desgastante y alejado de la naturaleza espiritual y mental. Tenerle miedo a expresar nuestras emociones negativas y a nuestros días llenos de pensamientos de victimización, inseguridad desesperanza, odio y rabia, porque queremos evitar manifestar una realidad física negativa, sólo nos lleva a negar, suprimir y alejar nuestro verdadero ser humano. Y esta supresión de emociones sólo nos lleva a crear una realidad de enfermedad, de desapego al mundo tal y como es, de distanciamiento y tiranía frente al sufrimiento de otros, de ausencia de procesos integrales de conocimiento, y a veces de soledad (porque al no aceptar nuestras manifestaciones emocionales humanas, también rechazamos a los demás); así mismo, nos lleva a alejarnos de la genuina experiencia de la Empatía que por su naturaleza, surge de la conexión con las dificultades y la posibilidad de experimentar todo lo que habita en ellas. “Entre más me amo a mí misma, mejor mi mundo externo. Entre más me amo y me valoro a mí misma, permito que más cosas buenas y positivas lleguen a mi vida. Entre menos me amo a mí misma, menos me siento merecedor de permitir que las cosas positivas vengan a mi vida”. Si constantemente juzgamos ciertas emociones y sentimientos como “negativos” y nos forzamos a tener pensamientos positivos, el mensaje que le estamos mandando a nuestro propio ser es “tus pensamientos están mal. No deberías estar teniendo estos sentimientos”. Básicamente, estamos negando lo que somos y lo que sentimos, y estamos negando nuestra real naturaleza biológica, neurológica, psicológica y espiritual. Esta no es una actitud de amor hacia nosotras mismas, y claramente no es saludable, ya que tener tantas emociones embotelladas en nuestro interior a un nivel consciente o inconsciente, nos lleva a estallar de formas inadecuadas cuando menos lo pensamos. Una vida sana, es una vida cíclica, en donde experimentamos, aprendemos, profundizamos y vivimos nuestras sombras, así como valoramos los momentos de felicidad; y así mismo, la postura apreciativa, positiva y alegre frente a los sucesos de la vida, llegará en autenticidad y luego de un proceso de trabajo interior profundo y constante. “ES MÁS IMPORTANTE SER YO MISMA, QUE SER POSITIVA. Y como resultado, cuando soy positiva, es genuino y auténtico”. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Duelo migratorio: Una invitación a conectarte y rediseñarte.
“Yo soy una desarraigada nata. Yo voy conmigo a todas partes. Mi mundo soy yo, mis sueños. Cuando voy a un país o a cualquier sitio, yo lo transformo en lo que a mí me interesa, y dejo lo que no me interesa: no lo veo" Ana Matute Uno de los fenómenos que remueven sociedades, familias, redes y hasta procesos sociales en el mundo es la migración. Cada vez más se incluye la posibilidad de emigrar como otro paso más en la vida por los deseos de mejorar en algún ámbito, conocer y experimentar cosas nuevas, consolidar un proyecto de familia o pareja, expandir horizontes profesionales u ocupacionales, maravillarse con nuevos sentires… y no olvidemos las migraciones por las condiciones de vida violentas u otros conflictos. En cualquier caso, embarcarse en un proyecto que implica dejar o soltar familia, amigos, cultura, certezas adquiridas, rutinas, comidas, lenguajes… inevitablemente deriva en un trabajo personal intenso de adaptación, descubrimiento, conexión y duelo. El duelo migratorio es un tipo de elaboración de la pérdida que empieza cuando una persona emigra. Es un proceso que puede culminar en bienestar o dolor, ya que cuestiona los recursos y estrategias de adaptación de cada uno y moviliza emociones ambiguas haciendo que el duelo también lo sea. Puede resultar el más simple de los duelos, pero conlleva una serie de circunstancias que pueden hacer que se complique y trastoque todas las áreas de la vida de una persona. Esta experiencia de cambio lleva a la persona a trabajar en dos direcciones: la adaptación a lo nuevo y desconocido y la elaboración del duelo. Cada proceso de duelo es diferente, y el logro de estos objetivos se verá influenciado por características personales, las condiciones de la migración, el país de destino, el apoyo social, la nacionalidad, la edad… A veces ocurre que se produce una “pseudointegración”, por la que de cara a la sociedad la persona está perfectamente integrada, sin embargo en su privacidad encontramos mucho sufrimiento. Habrá que prestar especial atención a los factores de vulnerabilidad (relativos a la historia personal, presencia de enfermedades o desordenes emocionales previos, entre otros) que puedan marcar el proyecto de migración y de vida de la persona, procurando siempre entender que el duelo migratorio es un proceso muy peculiar: – Es un duelo múltiple: durante la migración se dejan atrás muchas cosas (familia, amigos, idioma, costumbres, nivel social…). – Es un duelo parcial: al contrario que las pérdidas por muerte, en el duelo migratorio la pérdida no es irreversible. Esto, junto a las emociones contradictorias marcadas por un lado por la nostalgia y por el otro por las expectativas que idealizan la nueva situación hacen que sea un proceso ambiguo y agridulce, y de seguro para muchas personas lleno de emoción y logros. – Es un duelo recurrente: es una experiencia que se reactiva muy a menudo con cada llamada del país de origen, cada referencia a la propia cultura o cada reto que confronta a la persona con la necesidad de ampliar los horizontes desde los cuales desarrollar su identidad personal, ocupacional y vital en el nuevo país de acogida. El duelo migratorio es el gran “estar entre” dos países, dos culturas, dos grupos de personas, dos planteamientos vitales, dos emociones enfrentadas… Afrontando las ganancias y pérdidas, los riesgos y beneficios que supone la nueva situación poniendo a prueba nuestras capacidades de adaptación y preparación psicológica para el cambio. Habrá veces que se necesitará una ayuda a nivel psicológico y social por las circunstancias que rodean el proceso de duelo migratorio y lo que éste haya supuesto en relación a los recursos personales. Una ayuda que favorezca la adaptación en el nuevo entorno mientras se siguen manteniendo las conexiones con las raíces del que se deja e integre un trabajo emocional correspondiente a la vivencia de cada uno. En términos generales, ante procesos de duelo migratorio con adolescentes, jóvenes o adultos, es importante trabajar alrededor de: 1. Motivación para el cambio y estrategias de modelamiento de pensamiento 2. Capacidad de establecer vínculo y estrategias de comunicación afectiva y efectiva más allá del lenguaje verbal 3. Capacidad de insight y autoobservación, a través de prácticas de autoestima y autoconcepto 4. Pensamiento divergente y creatividad, a través de la recuperación de la capacidad de creación personal 5. Tolerancia ante la ansiedad y la frustración y estrategias de manejo emocional y promoción del autocuidado y bienestar Migrar es expandir el corazón y regar semillas como diásporas por nuevas cartografías; es ensanchar el corazón a la humanidad y rediseñar desde el amor y compromiso nuestras relaciones, es volver a ti, porque te encontrarás siendo más tú que nunca. No desfallezcas! que aún cuando regresemos a nuestro país de origen, no seremos los mismos. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- El mensaje del miedo: Biología y consciencia.
Una emoción básica que nos ha servido como especie para evolucionar y como individuos para tomar riesgos, a veces se tiraniza y nos paraliza llevándonos incluso a desarrollar cuadros complejos de pánico, ansiedad, compulsión, evitación, angustia, aislamiento y obsesión. Para muchos, es el “fantasma” debajo de la cama y la sombra al margen de nuestros pensamientos. ¿Qué es el miedo? El miedo es una sensación angustiosa provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Es una reacción que comienza con un estímulo estresante y termina con la liberación de sustancias químicas que causan, entre otras cosas, que el corazón y la respiración se aceleren o que el cuerpo se ponga tenso. El miedo suele provocar comportamientos propios de la respuesta de estrés y una respuesta conocida como de lucha o huida. Sin embargo, este es un fenómeno complejo que no siempre se manifiesta exactamente del mismo modo ni tiene las mismas causas. La idea de “vivir sin miedo” o “liberarse de miedos” es valiosa sin embargo un tanto irreal, dado que al ser una de las emociones básicas, está codificada como parte del ADN de nuestra esencia biológica; sin embargo, lo que SÍ es real, es que podemos tomarlo, vivirlo, experimentarlo y transformarlo en una FUERZA CONSCIENTE para mantener alerta nuestros sentidos en dirección hacia el movimiento evolutivo y en armonía con nuestro bienestar. Las bases fisiológicas: El cerebro humano es un órgano profundamente complejo. Más de 100 millones de células nerviosas forman una intrincada red de comunicaciones que son el punto de partida de todo lo que sentimos, pensamos y hacemos. Algunas de estas comunicaciones conducen al pensamiento y a la acción conscientes, mientras que otras producen respuestas autónomas. La respuesta autónoma del miedo, es decir, la que no activamos de manera consciente, surge mucho antes de que nuestra razón haya podido decidir nada al respecto. Son muchas las áreas cerebrales relacionadas con el miedo. Estas son las más importantes: Tálamo: decide dónde enviar datos sensoriales entrantes (de ojos, oídos, boca, piel) Córtex sensorial: interpreta los datos sensoriales. Hipocampo: almacena y recupera recuerdos conscientes; procesa conjuntos de estímulos para establecer el contexto. Amígdala: decodifica las emociones; determina la posible amenaza; Almacena recuerdos de las emociones y del miedo. Hipotálamo: activa la respuesta de "lucha o huida". Esta base biológica, se conjuga y complementa con lo que social, cultural y familiarmente hemos aprendido sobre miedo: ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias de miedo? ¿Qué ha sido lo más miedoso que has hecho y sentido? ¿Cómo recuerdas que se ha vivido el miedo en tu familia? Con tus hijos y los niños que te rodean, ¿cuáles son las historias de miedo que se manejan? ¿Cuáles son los principales miedos que como mujer experimentas? Si el miedo fuera un personaje, ¿cuál sería? Nuestras historias de miedo (personales, de pareja, familiares, sociales y culturales) tienen una historia particular, unos intereses, un componente de imaginación y ficción que puede llegar a configurarse como amenaza y que es importante entender y profundizar en espacios conscientes y profesionales para intervenir de manera adecuada. El mensaje del miedo: Hay algo cierto en el miedo y es que tiene su propio ritmo y poética. Cuando lo confrontamos y le damos el lugar de compañero y le quitamos el lugar de líder tirano, nos permite descubrir la belleza de los retos, la ternura de los vínculos, la urgencia de los abrazos, la importancia de la ética y la estética en la interacción con el otro y uno mismo, los intereses ocultos detrás de los egos, los poderes que creíamos imposibles de alcanzar… También claro, nos devela fantasmas ocultos de nuestro inconsciente, nos confronta con sombras del mundo y nos marca la distancia entre el real amor y el apego. Las lecciones zen sobre el miedo son también lecciones sobre el ego. Dicen los maestros de esa disciplina filosófica que, si el ego tuviera motor, el miedo sería su combustible. Para ellos, en realidad no se puede hacer un gran inventario de miedos, sino que estos se reducen a solamente tres. Y los tres tienen que ver con lo que llamamos “yo”. Esos 3 miedos básicos que derivan en otros escenarios son: 1. Miedo a la muerte: Invitación a Conservar la vida 2. Miedo a Perder el Yo: Invitación a comprender el sentido trascendente de nuestra vida 3. Miedo al Sufrimiento: Invitación a comprender el dolor y la felicidad como experiencias paralelas y enriquecedoras lejanas al sufrimiento y el irrealismo emocional. Luego te hablaré de estos miedos. ¿Quieres compartirme tus experiencias sobre el miedo? No dudes en escribirme. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Duelo migratorio y emociones en migración.
“Yo soy una desarraigada nata. Yo voy conmigo a todas partes. Mi mundo soy yo, mis sueños. Cuando voy a un país o a cualquier sitio, yo lo transformo en lo que a mí me interesa, y dejo lo que no me interesa: no lo veo.” Ana María Matute "Mis abuelos nacieron en Francia, migraron a Colombia y yo ahora estoy en Bruselas"; " Mi mamá nació en el campo, en el sur de Chile, por falta de oportunidades, vinieron a Santiago y acá estamos"; "La situación se puso difícil, empezó con crisis políticas, luego sociales, luego la comida, luego la violencia, salimos de este pedazo de Venezuela y Colombia, ahora estamos en Alemania"; "Lo conocí como AuPair y nos enamoramos, sólo teníamos en común el inglés y al final decidí casarme con él y vivir en su país, acá estoy, en Holanda aprendiendo de cero todo, empezando por el idioma"; "Apliqué a un trabajo desde México y me salió en Alemania, realmente hemos trabajado y vivido en varios países" Hay muchos motivos para migrar, y tantas historias y emociones particulares como seres humanos que emprenden el viaje y se mudan de vida y relaciones. No hay un proceso de migración igual a otro, aunque podamos hablar de condiciones y situaciones marco generales. La migración es el fenómeno de moverse temporal o definitivamente del lugar habitual de residencia hacia un nuevo lugar de acogida dentro del propio país o a través de fronteras internacionales. Migrar remueve como pocas experiencias en la vida, nuestros anclajes vitales y nos encara con todo lo claro y oscuro de nosotros mismos; nos pone de frente, al desnudo y en honestidad con nuestros miedos, sueños, visiones, dolores, alegrías y nuestro Ser. Nos encuentra con la profundidad humana y belleza del amor en su máxima expresión, porque es a través de él, que nos embarcamos en un viaje de auto-descubrimiento, encuentro con la diferencia y agenciamiento de la propia vida más allá de las circunstancias. Independientemente de si vuelves a tu lugar de origen, la migración te marcará para siempre en un antes y un después, no serás la misma alma que fue y regresa, tendrás una identidad llena de matices, sabores, olores y sentires. La migración es profundizar en tus raíces (familiares, inconscientes y culturales) y sanar lo que ya no está, lo que se ha ido para siempre, lo que te costó y la que fuiste... es Ser tu hogar y hacer de cada morada un profundo presente de posibilidades. La Migración es agrandar tus alas, para integrarte a ti misma como un ser sexual, espiritual, biológico, social, cultural, revolucionario, pensante, sensual, mental y emocional. La migración te esta invitando a que sueltes el control, a que te abras a la humildad, a que cultives la paz-ciencia, a que no huyas de tu dolor ni de la incomodidad porque a donde sea que vayas cargarás contigo como único equipaje, a que vivas todas las emociones sin aferrarte a la no sana intención de mantenerte sólo en la alegría o en la tristeza. La migración es un acontecimiento importante en la vida, que influye profundamente en la psique de los seres humanos. Por ello, este fenómeno supone un factor de riesgo para la salud mental. Pero para que el tratamiento de las alteraciones psíquicas que conlleva el proceso migratorio pueda resultar eficaz, es necesario un conocimiento de la cultura de origen del inmigrante, de sus valores y de su concepto de salud. Esta experiencia de cambio lleva a la persona a trabajar en dos direcciones: la adaptación a lo nuevo y desconocido y la elaboración del duelo. Cada proceso de duelo es diferente, y el logro de estos objetivos se verá influenciado por características personales, las condiciones de la migración, el país de destino, el apoyo social, la nacionalidad, la edad, entre otros factores. El duelo, la ansiedad, la depresión y el estrés son las principales experiencias que las personas experimentan en el marco de los procesos migratorios. Estas condiciones de salud mental han despertado el trabajo cada vez más articulado y urgente de organizaciones locales, profesionales y proyectos internacionales en materia de derechos humanos y desarrollo económico. La integración activa a las dinámicas locales del país receptor está estrechamente relacionada con la motivación, la salud mental y física y la oportunidad de desarrollar, fomentar y adquirir habilidades que aporten al desarrollo personal y a la construcción de redes transnacionales. En los espacios de intervención individual y grupal de Ella Migra abordamos herramientas y estrategias para gestionar nuestras emociones de manera efectiva y afectiva en el proceso migratorio. Habrá que prestar especial atención a los factores de vulnerabilidad que puedan marcar el proyecto de migración y de vida de la persona, procurando siempre entender que el duelo migratorio es un proceso muy peculiar: – Es un duelo múltiple: como decíamos antes, durante la migración se dejan atrás muchas cosas (familia, amigos, idioma, costumbres, nivel social, roles profesionales, roles familiares, prácticas de relación y alimentación, actividades sociales y culturales…). – Es un duelo parcial: al contrario que las pérdidas por muerte, en el duelo migratorio la pérdida no es irreversible. Esto, junto a las emociones contradictorias marcadas por un lado por la nostalgia y por el otro por las expectativas que idealizan la nueva situación hacen que sea un proceso ambiguo y agridulce. – Es un duelo recurrente: es una experiencia que se reactiva muy a menudo con cada llamada del país de origen o visita al mismo, cada referencia a la propia cultura… El duelo migratorio es el gran “estar entre” dos países, dos culturas, dos grupos de personas, dos planteamientos vitales, dos emociones enfrentadas… Afrontando las ganancias y pérdidas, los riesgos y beneficios que supone la nueva situación poniendo a prueba nuestras capacidades de adaptación y preparación psicológica para el cambio. Habrá veces que se necesitará una ayuda a nivel psicológico y social por las circunstancias que rodean el proceso de duelo migratorio y lo que éste haya supuesto en relación a los recursos personales. Dentro de mi quehacer como psicoterapeuta en los últimos años, me han llamado la atención estás reflexiones de mis consultantes, que son muy claves para pensarnos el proceso de migración: Crisis no solo es sinónimo de oportunidad. Esta distinción utilizada mucho en líneas de trabajo como el Coaching no es aplicable a la naturaleza de la estructura psíquica de los seres humanos, aunque la podemos implementar si lo que queremos es programar nuestro pensamiento. Para muchas personas en sufrimiento emocional o con cuadros de emociones complejas y difíciles de tramitar a lo largo del tiempo, no siempre la crisis les esta mostrando oportunidad para que se mantengan en su camino; por el contrario les esta mostrando que requieren terminar para siempre con una relación o situación, volver al lugar del que partieron o la entrada a una crisis mayor; por supuesto con el tiempo lo veremos como una oportunidad, pero cuando la persona se encuentra en estado de crisis, lo más prudente es entender la herida que la crisis está recordando o tocando, sanarla, abrazarla con empatía y luego decidir lo siguiente. El aprendizaje depende también de un estado emocional, así que primero dispón tu alma con profundo amor propio. El auto-conocimiento en potencia. Diría Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Migrar nos pone en el centro de nosotros mismos y en el marco del mundo representado en nuevos acentos, maneras de relacionarse, experiencias culturales, emociones y maneras de nombrarlas y vivirlas. Nos hace transitar por el famoso libro de "Los 4 acuerdos" y nos hace hacer una maestría en cambio y liderazgo. Si en algún momento decidimos regresar, nos pone de nuevo con nostalgias de lo que fue y de cómo la vida con su paso y nuestras decisiones, nos va cambiando a nosotros, a quienes nos rodean y a quienes dejamos al migrar... ¿Hacia dónde te están llevando tus decisiones? La emigración idealizada. A través de los medios de comunicación se ofrece una imagen idealizada de la migración. Se dibuja como un Erasmus, una aventura que lleva implícita un eslogan subliminal que asegura que fuera se vive mejor. Estas ideas hacen que perdamos de vista las complejidades que supone la adaptación a otro país, otra cultura y en muchas ocasiones, otro idioma. Muchos expatriados o inmigrantes, al ver que su cotidianidad no es como esperaban, se preguntan: "Pero, ¿qué estoy haciendo mal?". Parte de mi trabajo consiste en dejar claro que no son los únicos que se sienten así y que lo que les sucede es normal; que estamos haciendo lo que podemos y en la medida en que: paremos, bajemos el ritmo, nos habitemos e integremos primero con nosotros mismos, definamos nuestros valores y sueños y aprendamos a apreciar, agradecer, sentir y no tomarnos todo personal; podremos desarrollar habilidades de auto-conocimiento, resiliencia y gestión emocional para hacer de la experiencia migratoria una manifestación de abundancia y realización a todos los niveles. El perfil de quien busca ayuda. Las personas que buscan terapia no suelen ser siempre, recién llegados a sus países de acogida. Al principio, los inmigrantes están tan concentrados en su integración que, en cierto sentido, se desconectan de lo que ocurre en su interior. Es con el paso de los años, cuando ya han conseguido varios objetivos, cuando empiezan a sentir un malestar incierto, que puede deberse a varias razones. Nos seguimos leyendo. Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Elijo vivir todas mis emociones, y tú?
Vivir nuestras emociones enriquece nuestra creatividad A propósito del pasado 10 de Septiembre: Día Mundial de la Prevención del Suicidio te cuento que de acuerdo con la OMS (2019): Cerca de 800 000 personas se suicidan cada año, de ellas un importante porcentaje se encuentra en países desarrollados y en la población joven. Por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio cada año. Entre la población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante. El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años. El 79% de todos los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos. La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo. Debido a que sigue siendo un tema tabú abordado de manera silenciosa y ante la emergencia en redes sociales y modas sobre la idea de "ser feliz, exitoso y positivo" como meta de vida, hay mucho subregistro de datos y personas sufriendo en silencio. Hay mucha gente en el mundo sufriendo en silencio, sin saber dónde poner la tristeza, la culpa o la rabia que sienten. La depresión, la ansiedad severa y los pensamientos suicidas son una realidad. Presionarnos o animarnos sólo a ser positivos o estar alegres, para algunos no soluciona nada y al contrario, los encapsula más. Más que evitar sentir o permanecer en una sola emoción, observemos qué vienen a enseñarnos; así que hoy permítete ser empática contigo y los demás. Sembrar ternura en nuestras relaciones debería ser una de nuestras banderas. La palabra que decimos y el contacto que establecemos con otros, es el legado que sembramos, y hay que prestar atención en lo que se siembra porque para muchos a nuestro alrededor, eso que decimos y cómo lo decimos se vuelve en la voz de su consciencia. 💓 Hoy elijo conectarme con la empatía, esa que explora libremente en todas las emociones, esa que no vive en la dicotomía y neurosis de querer mantenerse atada a una emoción, sino que se permite crear belleza de la alegría y la tristeza. 💓 Hoy elijo no culparme por sentir y convertirme en observadora de mis emociones y ver qué me vienen a enseñar. 💓 Hoy elijo conectarme con la vida en su máxima expresión a través de los niños, mi madre, mi hermana, mi papá, mi hermano lunar, mi hombre amoroso y mi gata. 💓 Hoy elijo quedarme con los momentos de conexión profunda, con las palabras lindas, con el “muchas gracias”, con el “lo hiciste muy bien”, con el “te mereces esto y más”, con los regalitos después de los viajes, con el “esto me llegó al alma”, con el “te amo mujer" 💜 Me quedo con el amor de los de siempre, con la certeza de que solo quienes están a nuestro lado deben estarlo, me quedo con la buena vibra y con los piropos de mujeres seguras, con las preguntas sinceras y las confesiones eternas. Me quedo con ese par de zapatos y esa maleta rota, con los mensajes de ánimo y las buenas noches. ¿Tu con qué te quedas? Te abrazo y espero en Psicoterapia. Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- ¿Eres de las que toma la vida con miedo (espera) o riesgo (acción)?
Muchas delas mujeres que me consultan, han llegado a mí por caminos dispares: una recomendación, un proyecto social, una intervención de empoderamiento en una cárcel, un circulo de palabra, una mentoría para concretar proyectos o experiencias de duelos, una empresaria con deseos de motivar a su equipo, crisis o rompimientos que requieren tramitarse. Todas llegamos por caminos dispares en algún momento de la vida a confrontarnos con el mismo reto: Empoderar nuestro ser interior, reconocer los arquetipos que nos gobiernan y las diosas que nos fortalecen. Una vez que la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que influyen sobre ella, obtiene el poder que ese conocimiento proporciona. Las "diosas" son fuerzas poderosas e invisibles que moldean la conducta e influyen en las emociones. Una vez que la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que influyen sobre ella, obtiene el poder que ese conocimiento proporciona. En sintonía con lo que plantea Jean Shinoda Bolen, el conocimiento acerca de las "diosas" dentro de las mujeres constituye un nuevo territorio para el aumento de la conciencia sobre las mujeres. Cuando una mujer sabe qué "diosas" son las fuerzas dominantes dentro de ella, adquiere un autoconocimiento sobre la fuerza de ciertos instintos, las prioridades y las capacidades, y también las posibilidades de encontrar un propósito personal a través de las opciones que toma y que otras personas pueden no estimular. Sin embargo, también tengo que decirte en este punto, que la mayoría de las personas que veo en mi consulta son mujeres con recorridos vitales profundos, jóvenes y adultas. Se lanzan a lo que resulta ser un viaje de individuación que requiere que se enfrenten a la verdad y a la verdad de sus sentimientos, y a fin de vivir auténticamente, se arriesgan a la comunicación genuina. Para muchas de ellas, el viaje empieza sin heroicidad, con abandono o divorcio, un rompimiento, un cambio de país o ciudad, un cambio de rol, una dolencia física grave que, quizás, pone en peligro su vida, una enfermedad psíquica o el reconocimiento de que tiene alguna emoción pesada que quiere soltar o tramitar. El paso del mundo conocido al de la psicoterapia, mentoría o análisis (según el caso que hayamos pactado) como punto de partida de este viaje, se da como aquella opción consciente que nace del dolor y la necesidad, y no como vocación de aventura. Sin embargo, puedo añadir que cuando el alma se ve comprometida con el proceso, y la persona abre la fuente de sentido interior, la vida se convierte en una aventura. Y es que la vida, solo es de quien decide tomarla con riesgo, sin evidencia incluso de los resultados siguientes, y sin embargo con la plena claridad de la visión y pasión que marca cada uno de los pasos. No hay vuelta atrás, por más tropiezos que haya y duros obstáculos que nos encontremos, para una mujer que decide ser su propio Coach y así se abre a formarse mental y emocionalmente en espacios profesionales, empáticos y seguros que le brinden no solo experiencias, sino herramientas reales para potenciar su vida y la de su entorno. Te abrazo y espero en Psicoterapia, Carolina Leguizamón M. Psicoterapeuta.
- Conducta suicida Nota 1: Normalicemos pedir y dar ayuda.
El suicidio se sitúa entre las quince primeras causas de muerte en el mundo. Cada año se suicida un millón de personas y más de 20 millones lo intentan. El suicidio es un fenómeno complejo que incluye componentes biológicos, psicológicos, sociológicos, filosóficos, morales… El acto suicida que la OMS identificó en 1970 como un problema mayor de Salud Pública, ha estado siempre ligado a la historia de la la humanidad. En las últimas décadas y ante la paulatina normalización de los procesos psicoterapéuticos como componente esencial de nuestra cotidianidad, crecimiento, identidad y necesidades básicas familiares, ha habido un mayor despliegue profesional sobre cómo entender la conducta suicida y cómo abordarla. Personas de todo tipo de condiciones sociales y económicas, llegan a este descenlance complejo para ellas y quienes conviven a su alrededor, basta con recordar los casos de actores y músicos famosos que son sólo la punta del iceberg de un fenómeno que silencioso se cuela por nuestras comunidades sin que lo notemos, pues sus manifestaciones son menos evidentes de lo que creemos. Anualmente, cerca de 800 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Cada suicidio es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. El suicidio se puede producir a cualquier edad, y en 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo. De acuerdo con la OMS, pese a que el 79% de los suicidios de todo el mundo se registraron en los países de ingresos bajos y medianos, la tasa más elevada (de 11,5 por 100 000 habitantes) correspondió a los países de ingresos altos, en los que, además, se suicidan casi tres veces más hombres que mujeres, frente a los países de ingresos bajos y medianos, en los que la tasa está más igualada. Cabe destacar que en promedio, se encuentra que los hombres presentan un reporte tres veces mayor a las mujeres en suicidio, es decir, las tasas de suicidio son tres veces más altas en hombres que en mujeres, mientras que estás últimas registran mayores casos de depresiones severas o reporte de ideación suicida. QUÉ ES EL SUICIDIO. La OMS define el acto suicida como toda acción por la que un individuo se causa a sí mismo un daño, con independencia del grado de intención y de que conozcamos o no los verdaderos motivos, y el suicidio como la muerte que resulta de un acto suicida (Pascual Pascual y otros, 2005). Es decir, el suicidio es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada. El intento de suicidio, junto al suicidio, son las dos formas más representativas de la conducta suicida. Aunque el espectro completo del comportamiento suicida está conformado por la ideación suicida: amenazas, gesto, tentativa y hecho consumado. Por tanto, se puede diferenciar entre: Conductas suicidas: Son las encaminadas a conseguir consciente o inconscientemente el acto suicida. Riesgo de suicidio: Es la posibilidad de que una persona atente deliberadamente contra su vida. Suicidio consumado: Es el acto suicida que se ha llevado a cabo con éxito. Suicidio frustrado: Acto suicida que no ha conseguido el objetivo por alguna circunstancia imprevista. Ideación suicida: Son los pensamientos y planes para llevar a cabo un acto suicida. Gesto suicida: Es dar a entender con actos, que suelen tener algún simbolismo sobre una acción suicida que se realizará. Amenaza suicida: Es dar a entender con palabras a sobre una acción suicida que se realizará. Suicidio colectivo: La conducta suicida que llevan a cabo varias personas a la vez. En este tipo de suicidios lo normal es que una persona del grupo sea la inductora y el resto los dependientes. Los suicidios en grupo, tanto si implican un gran número de personas como si sólo son dos (como un par de enamorados o cónyuges), representan una forma extrema de identificación con la otra persona. Los suicidios de grandes grupos de gente tienden a ocurrir en sectas y en situaciones con una gran carga emocional. Suicidio racional: Una persona que inmerso en una enfermedad crónica, incapacitante, deterioro progresivo, toma la decisión de que suicidarse es la solución a su sufrimiento. Intento de suicidio: Se engloban aquellos actos autolesivos deliberados con diferente grado de intención de morir y de lesiones que no tienen un final letal. El parasuicidio o lesión deliberada sería el conjunto de conductas donde el sujeto de forma voluntaria e intencional se produce daño físico, cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño de alguna función y/o parte de su cuerpo, sin la intención aparente de matarse. Forman parte del parasuicidio las autolaceraciones (como cortes en las muñecas), los autoenvenenamientos (ingestión medicamentosa) y las autoquemaduras. MITOS SOBRE EL SUICIDIO. Las leyendas urbanas como los mitos son afirmaciones no probadas, realizadas por personas ajenas al conocimiento científico. Se dan por válidas en la población general. Se sustentan en generalizaciones o simplificaciones de la experiencia propia o ajena. Son “leyendas urbanas”. Si estas afirmaciones colectivas no se filtran convenientemente se pueden integrar en el conocimiento y darlas por válidas. A continuación señalo algunas de las más extendidas. 1. Los que hablan sobre suicidio no lo llevan a cabo. Hechos: De cada 10 personas que se suicidan, 9 habían advertido de forma clara sus intenciones suicidas, la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida; sin embargo, dado que estamos acostumbrados a no comunicar lo que sentimos en las familias y a que le tememos a encarar el malestar emocional personal y ajeno, preferimos hacer como la "avestruz" y no ver lo que está delante de nosotros. 2. Los que intentan el suicidio no desean morir, sólo llamar la atención. Hechos: Son personas a las cuales les han fallado sus mecanismos útiles de adaptación y no encuentran alternativas, excepto el atentar contra su vida. Tengamos en cuenta que requiere tanto valor vivir, como quitarse la vida. 3. Si de verdad se hubiera querido matar, habría utilizado un método más agresivo. Hechos: Todo suicida se encuentra en una situación ambivalente, es decir, con deseos de morir y de vivir. La elección del método dependerá de la disponibilidad. 4. Todo el que se suicida estaba deprimido. Hechos: Aunque toda persona deprimida tiene posibilidades de realizar un intento de suicidio o un suicidio, no todos los que lo hacen presentan este desajuste. De hecho, la persona con conducta suicida, resulta muy funcional a la hora de continuar con una vida social en "apariencia" bien, cosa que no ocurre igual con personas diagnosticadas con depresión mayor. 5. Todo el que se suicida es un enfermo mental. Hechos: No necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo, aunque claramente representa un factor de riesgo. Hemos hecho tanto daño a la salud mental con la emergencia de corrientes "fast" de trabajo emocional como "consejerías o entrenamientos de pensamiento" o personas no profesionales en el área, que a veces las personas por no ir profundo en ellas en espacios profesionales, camuflan síntomas o el medio a su alrededor se vuelve insensible ante el malestar ajeno y resume la respuesta a cualquier malestar emocional como "trabaja en estar agradecida, mira lo que vales, es un problema si no estás feliz, mira la familia que tienes, deberías ver lo bueno..." 6. El suicidio no puede ser prevenido pues ocurre por impulsos. Hechos: Toda persona antes de cometer un suicidio evidencia una serie de síntomas que han sido definidos como Síndrome Presuicidal, consistente en la constricción de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad, la cual ya no es dirigida hacia otras personas y reservándola para sí mismo. POR FAVOR NORMALICEMOS EN NUESTRAS FAMILIAS Y COMUNIDADES EL PEDIR AYUDA PROFESIONAL!!! ES normal sentir, es normal no tener ganas, es normal sentir que la vida nos abruma, es normal que todos tengamos diversos recursos de afrontamiento y es normal por supuesto, buscar espacios para mejorar nuestro ánimo, actitud y recursos frente a la vida hacia algo más esperanzador y en paz. Escribiré una segunda nota sobre cómo afrontar esta situación una vez se presente en alguien cercano; si tienes alguna pregunta no dudes en dejármela. Te abrazo y NO estás solo ni sola! POR FAVOR NORMALICEMOS EN NUESTRAS FAMILIAS Y COMUNIDADES EL PEDIR AYUDA PROFESIONAL!!! ES normal sentir, es normal no tener ganas, es normal sentir que la vida nos abruma, es normal que todos tengamos diversos recursos de afrontamiento y es normal por supuesto, buscar espacios para mejorar nuestro ánimo, actitud y recursos frente a la vida hacia algo más esperanzador y en paz. https://www.who.int/mental_health/suicide-prevention/suicide-infographic-es.pdf Te abrazo y espero en psicoterapia. Carolina,
- Detox Emocional: Las claves previas.
Se habla tanto de desintoxicarse, se dan tantas recetas, desde jugos hasta pasos para entrenar la mente, desde lecturas de tarot hasta rituales chamánicos. Lo cierto es que no hay un sólo camino, sino tantos caminos posibles como seres que respiran, entonces calcula la cantidad de fórmulas que existen para acercarnos a nuestra real esencia y sanación. En momentos de cierre de año y apertura, afloran los tips y las estrategias para limpiar el cuerpo y mantenernos alineados con nuestra visión; y yo por supuesto celebro todo esto, yo sigo mis propias intuiciones y marco mis propios rituales, porque sanar es ritualizar la vida; sin embargo, ante todo el movimiento de información, ante todo el ego del mundo, ante el caos social y político que nos trasciende, te invito a conectar con la agudeza de tu espíritu. Piensa por un momento: ¿por qué muchos de los grandes revolucionarios sociales y de conocimiento del mundo han decidido asumir el silencio como meditación o encerrarse en sus laboratorios o salones de reunión a maquinar lo impensable de la mano de otros revolucionarios o soñadores? Las cajas vacías hacen mucho ruido decía mi abuelo. Es decir: el tiempo, la prudencia, la acción comprometida, la evaluación interna y el discernimiento desde donde estamos, es lo que marca la diferencia. Detox emocional es cuidar el cuerpo como templo del espíritu y cultivar el espíritu como la consciencia que nos permite transformar, empoderar y transmutar hasta la sanación y la abundancia en nuestra vida, nuestras relaciones y nuestras metas. Para 2020 lanzaré un reto de Détox Emocional para empezar en plena consciencia personal y relacional una nueva década, mientras tanto te cuento algunas ideas para entender lo que implica desintoxicarse emocionalmente: 1. Háblale a la vida como quisieras ser tratada: Todos los sonidos del mundo, incluso los más estruendosos son una sinfonía del universo, como es afuera es adentro. Así que háblale a tu cuerpo desde el romance que quieres en tu vida, aliméntalo desde la consciencia de lo que necesita para mantener el oxígeno circulando, no lo presiones para tener medidas o formas puntuales, solo inspíralo para que tome lo que le sirve y deje ir amablemente lo que lo carga. 2. Ser espiritual es ser humano: Es la flor y el aroma, la naranja y su sabor, la geometría y la sutileza, la genética y la neuroquímica. Sanar es que el daño que fue o que es, no controla nuestra vida; entonces no actuamos desde el dolor, no queremos ni odiamos, fluimos, y vivimos nuestras relaciones como respiramos TOMANDO Y SOLTANDO. 3. Si caminas tienes que asumir los retos: A veces pretendemos salir de la vida invictxs, sin rasguño ni incomodidad. Hay que caminar hasta que la suela de los zapatos se gaste. En muchos entrenamientos te dirán mantente positiva y ten clara tu visión, y lo cierto es que muchas personas no saben cómo alcanzar ni muchos menos hacer sostenibles ambas partes. Para empezar, te pido amorosamente que te expongas, que te vuelvas dueña de las consecuencias de tus decisiones, que vivas como si fuera tu último día, que recuerdes que lo que buscas retener (emociones, relaciones, personas, objetos, bienes, ideas, justificaciones, perspectivas del mundo, posiciones) buscará irremediablemente la manera de soltarse. No olvides que cambiamos todo el tiempo, la naturaleza y sus estaciones, la vida y la muerte. 4. Caminar descalzo por la vida es caminar desnudo: Y hay muy pocas personas tan integras. Imagínate entonces decir "no me las sé todas", esto es, hacerlo por ti, es entender que eres sexual, emocional, biológica, hormonal, psicológica, cognición, pensamiento y relación entonces ponte el propósito de tratarte como tal y de no forzarte a encajar en nada o pretender que todo lo sanas y lo sanarás cambiando una de esas dimensiones. Sanar es integrarlas. 5. Pide perdón por lo que paso, por lo que hiciste, por lo que permitiste. Agradece la historia que te ha hecho quién eres y honra quienes hicieron parte de ella. Cada quien actúa desde el nivel de consciencia que cultiva, no te castigues entonces por lo que pasó u otros hicieron o por si estás repitiendo patrones en tu vida; al contrario celebra tu toma de consciencia y sigue....sigue CONFIANDO Y EN ESPERANZA, que la humanidad y el espíritu saben cuál es el camino del retorno hacia la justicia y el equilibrio, sólo hay que callar el ruido que nos aleja de eso y actuar en servicio y cuidado al mundo y a uno mismo. Te abrazo y estoy para ti como psicoterapeuta y alma, Carolina Leguizamón.
- Sugerencias para enriquecer una Maternidad consciente.
Sea que estés embarazada o no, a nuestro alrededor hay siempre una mujer en proceso de gestación que podemos acompañar y escuchar de manera empática. Venimos todos y todas también de ese proceso de explosión creativa que fue fundamental en nuestra primera experiencia sobre el vínculo, la confianza y la seguridad en nosotros mismos y el mundo. Acompañar y pensar los procesos de gestación en el mundo, es dotar de amor y vínculos seguros a la humanidad entera pues nos abre la puerta al primer canal de encuentro de un ser humano con el mundo; ya conocerás los impactos neuropsicológicos, emocionales, biológicos y sociales de un proceso de gestación adecuado o no, por lo cual “maternar” en tribu se vuelve fundamental para sanar nuestros propios procesos de vínculo más allá de que seamos o no madres o vivamos o no en pareja o familia. Ya escribí una primera nota sobre este tema y en esta quiero compartir algunos recursos adicionales. Vivir conscientemente es tendencia ya que implica vivir cada experiencia en atención plena, viviendo enfocado en el momento y en el lugar, aquí y ahora, estando presente. De igual forma sucede al vivir un embarazo consciente, y sólo es necesaria la predisposición para hacerlo, información y más información. La maternidad consciente es tratar de conocerse a sí misma, en esta circunstancia. Pero además de hacer este trabajo de introspección, otro importante foco de la vida consciente es la información para conocer las alternativas que existen y de esta forma tomar siempre decisiones informadas. En el embarazo, suceden muchos cambios, no sólo en el cuerpo de la embarazada sino en sus relaciones con los demás, y en su vida, incluso, es un reflejo del estado social, económico y político de los diversos grupos humanos. Muchos de esos cambios serán objeto de la plena observación durante un embarazo consciente, pero muchos otros serán producto de las decisiones informadas, como la alimentación durante el embarazo, las preferencias para el parto o, más adelante el tipo de crianza que más se ajusta a la familia. Algunos libros para abordar reflexiones en torno a una maternidad segura son: 1. La maternidad y el encuentro con la propia sombra. De Laura Gutman. 2. Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. De Christiane Northrup. 3. El bebé es un mamífero. De Michel Odent. 4. Un regalo para toda la vida. De Carlos González. 5. Pariremos con placer. De Casilda Rodrigañez. Para parir con placer, hemos de empezar por explicar a nuestras hijas que tienen útero, que cuando se llenan de emoción y de amor, palpita con placer. Hemos de re-conquistar nuestros cuerpos y re-aprender a mecer nuestro útero, a conectar sus inervaciones voluntarias con las involuntarias; sentir su latido y acompasarlo con todo nuestro cuerpo…Las mujeres tenemos que contarnos muchas cosas. De mujer a mujer, de mujer a niña, de madre a hija, de vientre a vientre…- Casilda Rodrigañez Te abrazo, Carolina.


















