El suicidio se sitúa entre las quince primeras causas de muerte en el mundo. Cada año se suicida un millón de personas y más de 20 millones lo intentan.
El suicidio es un fenómeno complejo que incluye componentes biológicos, psicológicos, sociológicos, filosóficos, morales… El acto suicida que la OMS identificó en 1970 como un problema mayor de Salud Pública, ha estado siempre ligado a la historia de la la humanidad. En las últimas décadas y ante la paulatina normalización de los procesos psicoterapéuticos como componente esencial de nuestra cotidianidad, crecimiento, identidad y necesidades básicas familiares, ha habido un mayor despliegue profesional sobre cómo entender la conducta suicida y cómo abordarla. Personas de todo tipo de condiciones sociales y económicas, llegan a este descenlance complejo para ellas y quienes conviven a su alrededor, basta con recordar los casos de actores y músicos famosos que son sólo la punta del iceberg de un fenómeno que silencioso se cuela por nuestras comunidades sin que lo notemos, pues sus manifestaciones son menos evidentes de lo que creemos.
Anualmente, cerca de 800 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Cada suicidio es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. El suicidio se puede producir a cualquier edad, y en 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo. De acuerdo con la OMS, pese a que el 79% de los suicidios de todo el mundo se registraron en los países de ingresos bajos y medianos, la tasa más elevada (de 11,5 por 100 000 habitantes) correspondió a los países de ingresos altos, en los que, además, se suicidan casi tres veces más hombres que mujeres, frente a los países de ingresos bajos y medianos, en los que la tasa está más igualada.
Cabe destacar que en promedio, se encuentra que los hombres presentan un reporte tres veces mayor a las mujeres en suicidio, es decir, las tasas de suicidio son tres veces más altas en hombres que en mujeres, mientras que estás últimas registran mayores casos de depresiones severas o reporte de ideación suicida.
QUÉ ES EL SUICIDIO.
La OMS define el acto suicida como toda acción por la que un individuo se causa a sí mismo un daño, con independencia del grado de intención y de que conozcamos o no los verdaderos motivos, y el suicidio como la muerte que resulta de un acto suicida (Pascual Pascual y otros, 2005). Es decir, el suicidio es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada. El intento de suicidio, junto al suicidio, son las dos formas más representativas de la conducta suicida. Aunque el espectro completo del comportamiento suicida está conformado por la ideación suicida: amenazas, gesto, tentativa y hecho consumado. Por tanto, se puede diferenciar entre:
Conductas suicidas: Son las encaminadas a conseguir consciente o inconscientemente el acto suicida.
Riesgo de suicidio: Es la posibilidad de que una persona atente deliberadamente contra su vida.
Suicidio consumado: Es el acto suicida que se ha llevado a cabo con éxito.
Suicidio frustrado: Acto suicida que no ha conseguido el objetivo por alguna circunstancia imprevista.
Ideación suicida: Son los pensamientos y planes para llevar a cabo un acto suicida.
Gesto suicida: Es dar a entender con actos, que suelen tener algún simbolismo sobre una acción suicida que se realizará.
Amenaza suicida: Es dar a entender con palabras a sobre una acción suicida que se realizará.
Suicidio colectivo: La conducta suicida que llevan a cabo varias personas a la vez. En este tipo de suicidios lo normal es que una persona del grupo sea la inductora y el resto los dependientes. Los suicidios en grupo, tanto si implican un gran número de personas como si sólo son dos (como un par de enamorados o cónyuges), representan una forma extrema de identificación con la otra persona. Los suicidios de grandes grupos de gente tienden a ocurrir en sectas y en situaciones con una gran carga emocional.
Suicidio racional: Una persona que inmerso en una enfermedad crónica, incapacitante, deterioro progresivo, toma la decisión de que suicidarse es la solución a su sufrimiento.
Intento de suicidio: Se engloban aquellos actos autolesivos deliberados con diferente grado de intención de morir y de lesiones que no tienen un final letal.
El parasuicidio o lesión deliberada sería el conjunto de conductas donde el sujeto de forma voluntaria e intencional se produce daño físico, cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño de alguna función y/o parte de su cuerpo, sin la intención aparente de matarse. Forman parte del parasuicidio las autolaceraciones (como cortes en las muñecas), los autoenvenenamientos (ingestión medicamentosa) y las autoquemaduras.
MITOS SOBRE EL SUICIDIO.
Las leyendas urbanas como los mitos son afirmaciones no probadas, realizadas por personas
ajenas al conocimiento científico. Se dan por válidas en la población general. Se sustentan en generalizaciones o simplificaciones de la experiencia propia o ajena. Son “leyendas urbanas”. Si estas afirmaciones colectivas no se filtran convenientemente se pueden integrar en el conocimiento y darlas por válidas. A continuación señalo algunas de las más extendidas.
1. Los que hablan sobre suicidio no lo llevan a cabo.
Hechos: De cada 10 personas que se suicidan, 9 habían advertido de forma clara sus intenciones suicidas, la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida; sin embargo, dado que estamos acostumbrados a no comunicar lo que sentimos en las familias y a que le tememos a encarar el malestar emocional personal y ajeno, preferimos hacer como la "avestruz" y no ver lo que está delante de nosotros.
2. Los que intentan el suicidio no desean morir, sólo llamar la atención.
Hechos: Son personas a las cuales les han fallado sus mecanismos útiles de adaptación y no
encuentran alternativas, excepto el atentar contra su vida. Tengamos en cuenta que requiere tanto valor vivir, como quitarse la vida.
3. Si de verdad se hubiera querido matar, habría utilizado un método más agresivo.
Hechos: Todo suicida se encuentra en una situación ambivalente, es decir, con deseos de morir y de vivir. La elección del método dependerá de la disponibilidad.
4. Todo el que se suicida estaba deprimido.
Hechos: Aunque toda persona deprimida tiene posibilidades de realizar un intento de suicidio o un suicidio, no todos los que lo hacen presentan este desajuste. De hecho, la persona con conducta suicida, resulta muy funcional a la hora de continuar con una vida social en "apariencia" bien, cosa que no ocurre igual con personas diagnosticadas con depresión mayor.
5. Todo el que se suicida es un enfermo mental.
Hechos: No necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo, aunque claramente representa un factor de riesgo. Hemos hecho tanto daño a la salud mental con la emergencia de corrientes "fast" de trabajo emocional como "consejerías o entrenamientos de pensamiento" o personas no profesionales en el área, que a veces las personas por no ir profundo en ellas en espacios profesionales, camuflan síntomas o el medio a su alrededor se vuelve insensible ante el malestar ajeno y resume la respuesta a cualquier malestar emocional como "trabaja en estar agradecida, mira lo que vales, es un problema si no estás feliz, mira la familia que tienes, deberías ver lo bueno..."
6. El suicidio no puede ser prevenido pues ocurre por impulsos.
Hechos: Toda persona antes de cometer un suicidio evidencia una serie de síntomas que han
sido definidos como Síndrome Presuicidal, consistente en la constricción de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad, la cual ya no es dirigida hacia otras personas y reservándola para sí mismo. POR FAVOR NORMALICEMOS EN NUESTRAS FAMILIAS Y COMUNIDADES EL PEDIR AYUDA PROFESIONAL!!! ES normal sentir, es normal no tener ganas, es normal sentir que la vida nos abruma, es normal que todos tengamos diversos recursos de afrontamiento y es normal por supuesto, buscar espacios para mejorar nuestro ánimo, actitud y recursos frente a la vida hacia algo más esperanzador y en paz.
Escribiré una segunda nota sobre cómo afrontar esta situación una vez se presente en alguien cercano; si tienes alguna pregunta no dudes en dejármela. Te abrazo y NO estás solo ni sola!
POR FAVOR NORMALICEMOS EN NUESTRAS FAMILIAS Y COMUNIDADES EL PEDIR AYUDA PROFESIONAL!!! ES normal sentir, es normal no tener ganas, es normal sentir que la vida nos abruma, es normal que todos tengamos diversos recursos de afrontamiento y es normal por supuesto, buscar espacios para mejorar nuestro ánimo, actitud y recursos frente a la vida hacia algo más esperanzador y en paz.
Te abrazo y espero en psicoterapia.
Carolina,
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