top of page
Foto del escritorPsicoterapeuta Carolina de Ella Migra

12 ideas para lidiar con el estrés y el agotamiento.

No pretendo darte una lista de cosas que puede que ya hayas pensado o que son supuestamente "infalibles". Sin embargo, las investigaciones han demostrado que las siguientes 12 actividades, tienen un impacto positivo en las maneras en las que podemos ayudar al cuerpo y a la mente a afrontar contextos estresantes:

El agotamiento. Todas personas lo sufrimos y estamos desesperadas por superarlo. A fin de año se juntan muchas cosas y todas demandantes: los cierres laborales, la certificación pendiente, los cierres de proyectos, las deudas por pagar, los últimos planes por alistar, a quién visitar o con quién cerrar año, la evaluación anual, lo que alcanzamos o no. Y a eso súmale los factores estresores con los que convivimos a diario: el tráfico, la inseguridad, las demandas familiares, la situación económica, la situación social, el costo de vida, los trámites burocráticos, los pendientes administrativos...Y ni se diga de los estresores culturales y familiares que a diario escucho en mis consultantes y personas cercanas: A esta edad ya debería tener esto o haber hecho esto, yo esperaba otra cosa en este momento de mi vida, aún tengo mucho pendiente por hacer, quisiera una pareja, mi madre me demanda esto, estoy lidiando con una relación que no funcionó, etc.


Hay episodios de la vida que se nos vuelven en una lista de pendientes: unos obligatorios, otros propios de la adultez y nuestros roles asumidos, otros impuestos y otros autoimpuestos; al final, esas situaciones se vuelven nudos en la espalda, problemas para dormir, disminución de la líbido, insatisfacción laboral, problemas de comunicación en nuestras relaciones, frustración, cuadros de ansiedad y agotamiento o burnout...En todo esto, el cortisol y la adrenalina se disparan. Tu cuerpo entra en lucha o huida. Escoge la huida y te ordena que huyas a un lugar seguro y lejano, donde los cambios aterradores no puedan alcanzarte. Aparte de que, por supuesto, no lo haces. Buscas en tu teléfono cualquier información que puedas encontrar, te comes con pánico medio paquete de galletas e intentas distraerte con Netflix.


Y para rematar, a nuestro alrededor hay una explosión de "gurús" (tanto los de las redes como los de la vida cotidiana), que nos dicen cómo es que deberíamos sentirnos, qué deberíamos hacer, cómo deberíamos pensar y cuál es esa herramienta que no conocemos pero que está al alcance de un click, un pago, una suscripción, una charla motivacional o una afiliación. Qué pereza en verdad!


La cultura del bienestar está en auge: Los carruseles de Instagram insistiendo en las prácticas de amor propio y los lugares de trabajo organizando eventos para fomentar el espíritu de equipo en nombre del bienestar están por todas partes. Aunque es una buena noticia que cada vez se preste más atención a la salud mental, es importante recordar que no se puede comprar el camino hacia el bienestar y que los tratamientos de moda contra la ansiedad y el agotamiento o burnout NO funcionan ni son para todo el mundo.


No hay manera de salir invictos(as) de los factores estresantes en la vida. Siempre dejan su huella y, al llevarnos al límite, nos empujan a hacernos cargo, cortar el círculo y tomar medidas para gestionar el estrés que viene con las pérdidas, los comienzos, los cambios, las crisis, los conflictos, las demandas del medio, los vínculos familiares y las jornadas laborales. No pretendo darte una lista de cosas que puede que ya hayas pensado o que son supuestamente "infalibles". Sin embargo, las investigaciones han demostrado que las siguientes 12 actividades, tienen un impacto positivo en las maneras en las que podemos ayudar al cuerpo y a la mente a afrontar contextos estresantes:



Aprende de tu sentir en @ellamigra
1. Actividad física

Antes de que pongas los ojos en blanco u omitas seguir leyendo, entiendo lo dolorosamente obvio que es que el ejercicio es una forma de lidiar con el estrés. Pero conocer el razonamiento que hay detrás puede convencerte de que lo intentes. Nuestros factores de estrés han evolucionado a partir de cosas como ser cazados por un animal depredador en la naturaleza, y por eso nuestros cuerpos responden en consecuencia. ¿Qué haces si te persiguen? Correr. Ese acto de correr y alejar el cuerpo del peligro le indica a tu cuerpo que te has puesto a salvo. Pero no hace falta correr largas distancias para beneficiarse: Hacer saltos de tijera junto a tu escritorio, sacudir el cuerpo o las manos, dar un paseo o utilizar una máquina de ejercicios, estiramientos activos, caminar 20 minutos, bailar un momento o similar, son cosas suficientes.


2. Duerme

El sueño no sólo es vital para nuestra salud general, sino que también desempeña un papel importante en el procesamiento de las emociones y la conservación de procesos cognitivos básicos como la memoria. Durante el sueño REM se experimenta el sueño. Parte de lo que ocurre durante el sueño es que tu cerebro procesa las experiencias emocionales que has tenido durante el día y que has tenido a lo largo de tu vida: significa que tu cerebro está haciendo ese trabajo por ti sin que tengas que estar ahí para ello. La mayoría de la gente necesita entre siete y nueve horas de sueño,, puede que no necesites estas horas seguidas pues el sueño segmentado también te puede ser efectivo.


3. Respiración

Ya sé que piensas que esto es obvio o inútil. Pero para ser algo que hacemos literalmente cada minuto de cada día, puede resultar difícil. Los beneficios de aprovechar la respiración pueden ser enormes, desde reducir el cortisol hasta bajar la tensión arterial. Aquí puedes ver algunos ejercicios de respiración. Si estás prestando atención a tu respiración, no estás prestando atención a las cosas que te están estresando.


4. Imaginación

Suena un poco mágico, pero puedes usar la imaginación para lidiar con el estrés. Tiene sentido que la imaginación sea capaz de completar un ciclo de estrés porque ya sabemos que la imaginación puede activar un ciclo de respuesta al estrés. No sólo tienes que aprender a entrenar y confiar en tu propia imaginación y habilidades narrativas; sino también participar en los esfuerzos de imaginación de otra persona, como leer un libro o ver una película.


5. Autoexpresión creativa

Vinculada a la imaginación, la autoexpresión creativa te pide que utilices tus intereses y herramientas para hacer «una cosa». No importa de qué se trate. Puede ser hacer manualidades, cocinar, tocar un instrumento, escribir o arreglar una bicicleta.


6. Llorar

Aunque llorar no resuelva el problema, puede completar el ciclo de respuesta al estrés, lo que te pone en un mejor estado de ánimo para abordar mejor el problema. Para que esto sea efectivo, necesitas permitirte llorar sin vacilación, juicio o preocupación sobre por qué estás llorando.

En lugar de eso, hay que centrarse en el acto de llorar y en las sensaciones corporales que conlleva: ¿Cuánto calor siento en el cuerpo? ¿Dónde está la tensión? ¿Cuántos mocos me salen por la nariz en este momento? Atiende a la experiencia física del llanto.


7. Conexión social superficial

Un breve contacto visual con un desconocido, una sonrisa superficial... estas interacciones mundanas pueden ayudar a aliviar el estrés. Esta es una de las primeras señales que tu cerebro utiliza como signo de que el mundo es un lugar seguro. Si entablas una charla superficial (amable claro) con un compañero de transporte público, ambas personas tendrán un mejor día.


8. Conexión íntima

Existen tres formas de entablar una conexión íntima con alguien a quien quieras y en quien confíes. En primer lugar, un abrazo de 20 segundos ayuda al cuerpo a entender que está con alguien con quien se siente seguro. En segundo lugar, un beso diario de seis segundos también puede imitar esos sentimientos de seguridad y confianza. Una conversación de 30 minutos para reducir el estrés también puede hacer lo mismo. Básicamente se trata de que tú y una persona muy importante en tu vida dediquen 30 minutos a procesar lo que ha pasado en el día y, mientras tú hablas de las cosas estresantes que te han pasado, el trabajo de tu pareja elegida es escuchar y ser comprensiva y dejar muy claro que hay escucha y apoyo incondicional; aquí no se necesitan consejos para resolver problemas.


9. Conexión con la naturaleza

Para quienes sienten que la conexión humana no es lo que les funciona, la conexión con la naturaleza, los animales y los paisajes también es beneficiosa. El simple hecho de mirar una foto de un árbol puede bajar tu presión arterial y hacerte sentir más relajado. Si realmente puedes salir a la naturaleza, aún mejor. Los animales son grandes maestros de vida, nos muestran cómo relajarnos, ser nosotros mismos y amar sin reservas.


10. Conexión espiritual

Si tienes acceso a un sentido de lo divino, ese puede ser un lugar de apoyo para experimentar una conexión amorosa. Tampoco tiene por qué ser una religión organizada: las personas también pueden encontrar una conexión espiritual en la comunidad y el movimiento.


11. Risa

Aboguemos por la risa desinhibida y sincera; la risa vergonzosa, incontrolable, la que cambia tus sustancias químicas. Aunque puede ser difícil fabricar momentos divertidos, una forma de instigar la risa es compartiendo recuerdos del pasado y chistes internos entre sí.


12. Autocompasión consciente

Ser compasivo(a) y amable con uno(a) mismo(a) puede ser a menudo un concepto abstracto difícil de comprender. Pero no hace falta ponerse existencialist: Junta las manos sobre el corazón e inspira lenta y suavemente. Al exhalar, vas a decirte a ti mismo lo que tu corazón necesita oír: vas a estar bien, has hecho lo suficiente, las cosas van a ir bien.


En Ella Migra seguimos en el compromiso de apoyarte emocionalmente. No dudes en escribirnos si tienes una historia que contarnos sobre esto. Te recomiendo que revises más post de este tema AQUÍ 


Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos?

Descúbrelos aquí. 


Psicoterapeuta

Comments


bottom of page