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¿Por qué es tan difícil parar?: Deja de culparte por descansar.

‍"Ocio, libertad, exención, libre de deberes, inmunidad ganada por el servicio".

Estas son las palabras asociadas a "vacaciones" según algunas personas. Las vacaciones nos permiten "estar en liberación, en ocio, dejar, abandonar". Del latín "vacare", significa "estar desocupado".


Rara vez estoy desocupada. De hecho, me parece un estado muy difícil de alcanzar. Soy una pensadora asociativa, lo que significa que suelo tener varias líneas de pensamiento en marcha a la vez. Soy psicoterapeuta con una consulta activa, lo que significa que tengo una responsabilidad constante con mis consultantes respecto a las dimensiones más personales de sus vidas. Soy pareja, coordinadora de programas en una importante ONG y cuidadora y, lo admito, me preocupo mucho en esos frentes, sobre todo mientras pasamos por algunos retos en salud y en decisiones de cambio. Tengo mi proyecto personal que, del mismo modo, requiere mucha atención y cuidado, especialmente a medida que crecemos. Y tengo a mi comunidad: tu haces parte de ella.


Así que cuando me propuse tomarme unas "vacaciones de verdad" a final de 2023, me propuse volver a conectar con mi sentido creativo. Pensaba escribir sobre ello en esta misma nota dirigida a ti, después de todo, el "la escritura creativa" es uno de mis temas favoritos. El escribir es un campo infinito de creatividad. Nos permite asumir riesgos con seguridad, aprender nuevas habilidades y conectar con nosotros(as) mismos(as) y con los demás. Pero, en este momento, no me siento conectada con el tema. Y me siento un poco culpable por esa falta de conexión.


Mis vacaciones me llevaron a pueblos hermosos y horas de carretera. Hablé mucho y algo escribí; pero me invadió una sensación de distancia, no la que se produce al viajar lejos de casa, sino la que te hace sentirte distante de ti mismo(a). Aunque mi entorno había cambiado, el trabajo y el hogar seguían ocupándome.


¿Por qué es tan difícil parar?: Deja de culparte  por descansar.
Aprende de tu sentir

Además, teníamos ante nosotros una crisis: Derrumbes en las vías, fuertes lluvias y temas de seguridad, lo que se ha convertido en una tragedia demasiado común en todo el mundo.


Vayas donde vayas, las vacaciones siempre conllevan una elección: ¿quieres seguir conectado al mundo y a sus realidades o quieres desconectar y simplemente estar presente donde estás? Sin embargo, cuando el lugar al que has ido de vacaciones está en crisis, esas dos opciones se funden y hay que tomar una nueva decisión. ¿Intento ayudar? ¿Hago las maletas y me voy a casa? Pronto descubrí que mi hogar uno pasado por el frío y el otro por situaciones de salud de mi mamá y papá, también estaba en crisis.


El auto se convirtió en un espacio diferente, una nave entre continentes en conflicto. Mi mente también estaba entre estados. Estaba descansando despreocupadamente y, de repente, una sacudida de preocupación me envolvía. Nos dijeron que no había mucho que pudiéramos hacer para ayudar, que intentáramos relajarnos. Pero yo no sabía cómo.


En mi vida ocupada, a menudo tengo que justificar las vacaciones, sobre todo cuando duran más de una semana. En mi vida europea, es un pecado trabajar durante todo el mes de agosto. Cuando tomé tiempo para "desconectar", me dije: "Vamos, Carolina. Hasta Dios descansó el séptimo día, no hace falta justificación". Pero, ¿cómo se puede descansar en un momento así (temas familiares, temas sociales, temas ambientales)?


Cuando la crisis nos rodea, el descanso y la creatividad pueden parecer autoindulgentes, pero ambos son ingredientes esenciales de nuestra fuerza vital, lo que algunas terapeutas llaman "Erotismo". Puede sonar trivial o incluso ofensivo en este contexto, pero por favor, tengan paciencia conmigo mientras elaboro este pensamiento: Creo que permanecer conectados a esa fuerza vital nos prepara para manejar las cosas de las que necesitamos un descanso -ya sean las crisis del hogar, del trabajo o de nuestro planeta-, de modo que podamos volver a estas luchas repuestos y un poco más fuertes.


Tomar tiempos de descanso "real" es muy difícil. Acá algunas razones:

  • Porque hemos crecido en contextos de mucha inequidad, presión y trauma social que hacen que parar sea insostenible

  • Porque hemos crecido en contextos en los que nuestros cuidadores y cuidadoras nunca tomaban tiempo de descanso

  • Porque nos relacionamos en contextos que premian el estar en actividad todo el tiempo a costa del autocuidado, el respeto y el cuidado colectivo

  • Porque nuestro sistema nervioso se "acostumbró" a vivir en respuesta crónica de estrés y supervivencia de tal manera que cuando para es "peor" y la sensación de culpa o síntomas como dolor de cabeza incluso se hace presente

  • Porque carecemos de redes de apoyo y relaciones de cuidado en el que la carga de tareas sea justa, compartida y equitativa

  • Porque hemos crecido en contextos en los que hemos sido sólo reconocidos por lo que hacemos y no por lo que sentimos y nos cuestionamos

  • Por nuestro rol de género y liderazgo en las relaciones interpersonales

  • Por muchos más motivos...


Esas mini "vacaciones" de las que te hablo, me dejaron pensando esto y estas preguntas que te quiero compartir:

  • ¿Cómo te relajas?

  • ¿Qué te ha enseñado tu cultura sobre las pausas? ¿Se juzga o se fomenta?

  • ¿Las pausas tienen un valor intrínseco para ti o se ven como un hueco entre dos tareas?

  • ¿Prefieres irte de vacaciones solo(a), con amigos(as) o familiares, o con un grupo de desconocidos(as)?

  • ¿Cuáles son las mejores vacaciones que has tomado y por qué?

  • ¿Qué has aprendido de ti mismo(a) gracias a las vacaciones?

  • ¿Cuáles son las próximas vacaciones que te gustaría tomar?


En Ella Migra seguimos en el compromiso de apoyarte emocionalmente. No dudes en escribirnos si tienes una historia que contarnos sobre esto. Te recomiendo que revises más post de este tema AQUÍ 


Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos?

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Psicoterapeuta

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