Contexto general que tienes que saber:
El trastorno afectivo estacional (TAE) es un tipo de depresión relacionada con los cambios de estación: el trastorno afectivo estacional (TAE) comienza y termina aproximadamente en las mismas fechas cada año. Para la mayoría de las personas que se identifican con signos del TAE, los síntomas comienzan en otoño y continúan durante los meses de invierno, minando su energía y haciéndoles sentir malhumorados. Estos síntomas suelen desaparecer durante los meses de primavera y verano. Con menos frecuencia, el TAE causa depresión en primavera o a principios de verano y se resuelve durante los meses de otoño o invierno.
El tratamiento del TAE puede incluir fototerapia, psicoterapia y asistencia médica.
No dejes de lado esa sensación anual como un simple caso de «tristeza invernal» o una depresión estacional que tienes que superar en soledad. Toma medidas para mantener tu estado de ánimo en bienestar durante todo el año.
Síntomas del TAE:
En la mayoría de los casos, los síntomas del trastorno afectivo estacional aparecen a finales del otoño o principios del invierno y desaparecen durante los días más soleados de la primavera y el verano. Con menos frecuencia, las personas con el patrón opuesto tienen síntomas que comienzan en primavera o verano. En ambos casos, los síntomas pueden comenzar siendo leves y agravarse a medida que avanza la estación.
Los signos y síntomas del TAE pueden incluir:
Sentirse apático(a), triste o decaído(a) la mayor parte del día, casi todos los días.
Perder el interés por las actividades que antes te gustaban
Tener poca energía y sentirse perezoso(a)
Dormir demasiado
Cambios drásticos de la conducta alimentaria
Dificultad para concentrarse
Sentirse desesperanzado(a), inútil o culpable
Tener pensamientos de no querer vivir
TAE de otoño e invierno
Los síntomas específicos del TAE de inicio invernal, a veces denominado depresión invernal, pueden incluir:
Dormir en exceso
Cambios en el apetito, especialmente antojos de alimentos ricos en carbohidratos.
Cansancio o falta de energía
Los síntomas específicos del trastorno afectivo estacional de inicio en verano, a veces denominado depresión estival, pueden incluir:
Dificultad para dormir (insomnio)
Falta de apetito
Pérdida de peso
Agitación o ansiedad
Aumento de la irritabilidad
Cambios estacionales y trastorno bipolar
Las personas que padecen trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de sufrir trastorno afectivo estacional. En algunas personas con trastorno bipolar, los episodios de manía pueden estar vinculados a una estación específica. Por ejemplo, la primavera y el verano pueden provocar síntomas de manía o una forma menos intensa de manía (hipomanía), ansiedad, agitación e irritabilidad. También pueden experimentar depresión durante los meses de otoño e invierno.
Cuándo acudir a profesionales en salud mental:
Es normal sentirse decaído(a) algunos días. Pero si sientes que la tristeza invade tus semanas y te mantiene atado(a) a los síntomas mencionados anteriormente, consulta a un equipo profesional en salud mental. Esto es especialmente importante si tus patrones de sueño y apetito han cambiado, si recurres al alcohol para consolarte o relajarte, o si te sientes desesperanzado(a) o con pensamientos invasivos recurrentes.
Causas del TAE:
La causa específica del trastorno afectivo estacional sigue siendo desconocida. Algunos factores que pueden entrar en juego son:
Reloj biológico (ritmo circadiano). El nivel reducido de luz solar en otoño e invierno puede causar el TAE de inicio invernal. Esta disminución de la luz solar puede alterar el reloj interno del cuerpo y provocar sentimientos de depresión.
Niveles de serotonina. Un descenso de la serotonina, una sustancia química cerebral (neurotransmisor) que afecta al estado de ánimo, podría desempeñar un papel en el TAE. La reducción de la luz solar puede provocar un descenso de la serotonina que puede desencadenar la depresión.
Niveles de melatonina. El cambio de estación puede alterar el equilibrio del nivel corporal de melatonina, que desempeña un papel en los patrones de sueño y el estado de ánimo.

Factores de riesgo asociados al TAE:
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer trastorno afectivo estacional se incluyen:
Antecedentes familiares. Las personas con TAE pueden tener más probabilidades de tener parientes consanguíneos con TAE u otra forma de depresión.
Padecer depresión grave o trastorno bipolar. Los síntomas de la depresión pueden empeorar estacionalmente si padece alguna de estas afecciones.
Vivir lejos del ecuador. El TAE parece ser más común entre las personas que viven muy al norte o al sur del ecuador. Esto puede deberse a la disminución de la luz solar durante el invierno y a los días más largos durante los meses de verano.
Bajo nivel de vitamina D. Parte de la vitamina D se produce en la piel cuando se expone a la luz solar. La vitamina D puede ayudar a potenciar la actividad de la serotonina. Menos luz solar y no obtener suficiente vitamina D de los alimentos y otras fuentes puede resultar en niveles bajos de vitamina D en el cuerpo.
No se conoce ninguna forma de prevenir el desarrollo del trastorno afectivo estacional. Sin embargo, si tomas medidas desde el principio para fgestionar los síntomas, puedes evitar que empeoren con el tiempo. Es posible que puedas prevenir cambios graves en el estado de ánimo, el apetito y los niveles de energía, ya que puedes predecir la época del año en la que pueden aparecer estos síntomas. El tratamiento puede ayudar a prevenir complicaciones, sobre todo si el TAE se diagnostica y se trata antes de que los síntomas empeoren.
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Psicoterapeuta
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