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El mito del Amor Propio.

Actualizado: 20 mar 2022

A propósito de nuestro espacio de terapia grupal de 9 sesiones y 9 temas que haremos a lo largo de este 2022, en donde nos dedicaremos a aprender herramientas de gestión sencillas para atender temas difíciles de nuestra vida, quiero hoy hablar del Mito del Amor propio, uno de los temas que abordaremos en nuestras sesiones.


¿De dónde sacamos la idea de que tenemos que aprender a amar por nuestra cuenta y amarnos sin importar lo que la gente piensa de nosotros-as? ¿Alguna vez has terminado una relación porque necesitabas "trabajar en ti mismo-a"? ¿Has tomado de verdad tiempos de abstinencia de relaciones por decirte "tengo que aprender a amarme a mí mismo-a antes de poder amar a otra persona -y antes de poder aprender a ser amado-a?


La cultura occidental está obsesionada con la exhortación al individualismo. En los últimos años, el léxico del "yo" -autoamor, autocuidado, autofabricación, el selfie, etc.- ha suscitado un intenso debate. ¿Se ha convertido el "amor propio" en un término de marketing para que las marcas de belleza puedan vender más productos con el pretexto del bienestar? ¿El autocuidado nos hace más autocríticos-as? ¿Una "selfie" muestra al mundo nuestro yo más empoderado o presenta una versión mejor iluminada y tal vez incluso ligeramente retocada de cómo creemos que nos gustaría lucir? Cuando la gente dice "quiérete a ti mismo-a", me pregunto, ¿Dónde aprendieron que mágicamente el llamado amor propio es la solución a todos nuestros males?


Aunque la idea de ser uno mismo-a no es nueva, las diferentes culturas sitúan al yo en un continuo: único o variado, separado o unido, independiente o conformista. Y nuestras ideas sobre el yo evolucionan. En Occidente, tendemos a ver el yo como una entidad separada con límites claros que delinean una identidad independiente. Esta visión del yo se compone de reflexiones internas sobre la confianza, la duda, la felicidad, el fracaso, la capacidad, la discapacidad y los privilegios o la falta de ellos. Pero el yo también está enredado en una conexión cósmica con las personas que nos rodean y con las estructuras sociales, políticas y económicas. No aprendemos a querernos solos-as. Es el clásico escenario del huevo o la gallina: para amar a otro, debemos amarnos a nosotros mismos. Para amarnos a nosotros mismos, debemos dejarnos amar por los demás. Y debemos reconocer que la autoestima negativa está plagada de mensajes sociales sobre quién es adorable, loable o detestable.

SÓLO nos hacemos humanos en las relaciones. SOMOS seres que habitamos en el lenguaje. Es la VULNERABILIDAD de nuestra humanidad la que nos hace sentir. NO PUEDO AMARME sino me amo con otros-as, porque el AMOR no es un estado, es un verbo en construcción y deconstrucción constante.

Puede ser maravilloso estar a solas, darle un masaje a nuestro cuerpo, cocinarnos una deliciosa comida, pero esto no es amor propio, es autosuficiencia y autoeficacia (y ojalá todas las personas de adultos la encuentren!). El amor propio, en cambio, se acerca más a la explicación de Terry Real sobre la autoestima, nuestra capacidad de vernos como un individuo imperfecto y seguir teniéndonos en alta estima. El amor propio es la capacidad de no caer en un charco de desprecio incluso cuando metemos la pata. Es intentar cosas nuevas sabiendo que podemos fracasar, sin pensar en nosotros mismos-as, por tanto, como fracasados-as. ¿Podemos llevar esa comprensión y autocompasión a nuestras relaciones con los-as demás?


Seguramente alguna vez habrás vivido o estarás viviendo una situación de fracaso, rechazo, exposición o presión social, traiciones, corazón roto, frustración, evaluación estresante, olvidos o en general situaciones en las que la vulnerabilidad te atrapa y llegan tus múltiples yoes instantáneamente con una cacofonía en tu cabeza desde la voz de la culpa y el autocastigo: ¿cómo vas a quedar…qué imagen reflejarás…otra vez caes en esto…cómo pudiste no ver lo que pasaba…cómo te van a reconocer y apreciar…? Por fortuna, luego de todo eso, cada tanto llega una voz que contrarresta ese diálogo interno tan quitador. Pero esa voz no llega sola, sino que la traen las relaciones significativas a nuestro alrededor que no nos alaban, sino que nos construyen con aprecio incondicional y honestidad total para decirnos que sí, que cometemos errores y habitamos en la imperfección y eso está también bien.


El amor propio son los vínculos y la autocrítica amorosa, el amor propio involucra mucha gente significativa a nuestro alrededor. El amor propio se sostiene y nutre de los vínculos, no de algo mágico en nuestro interior. Si buscas cultivar el amor propio sin trabajar en tus relaciones, será una búsqueda frustrante e imprecisa.

Por esta razón, también me resisto al término "self-made", esa mentalidad de "si lo consigo, lo hice por mi cuenta y si acabo en la calle, sólo me tengo que culpar a mí misma-o". El ser humano es simultáneamente dependiente y autosuficiente. Sin las demás personas no podemos ser. Dependo enormemente de la experiencia, la ayuda, la presencia y el amor de los demás. Todos-as lo somos.


El amor propio no tiene tanto que ver con la capacidad de resistir la soledad o establecer la independencia como con la conciencia y la aceptación de nuestra incompletud. Se trata de dejar que los demás nos amen incluso cuando nos sentimos poco amables porque su versión de nosotros-as es a menudo más amable que la nuestra.


¿Qué aspecto tiene el amor propio para ti? Intenta hacerte las siguientes preguntas:
  • ¿Puedo reconocer que he metido la pata sin decirme que soy un desastre?

  • ¿Puedo practicar el arrepentimiento sin caer en el abismo?

  • ¿Puedo asumir la responsabilidad sin culparme a mí mismo-a?

  • ¿Puedo pedir disculpas por un error en lugar de esperar que todo el mundo siga adelante?

  • ¿Puedo reconocer un momento en el que podría haber sido un-a mejor líder-esa en mi propia vida?

  • ¿Puedo liberarme de la vergüenza de no haber respondido antes a alguien para poder finalmente tenderle la mano?

  • ¿Puedo aceptar que estaré bien aunque alguien que me haya hecho daño -un padre, una ex pareja, un amigo o un desconocido- nunca reconozca el dolor que me ha causado?

  • ¿Puedo dejar que alguien me invite a un café, una cena o una película sin sentirme culpable?

  • ¿Puedo aceptar la ayuda de otra persona sin llegar a la conclusión de que quiere algo de mí?


En este psicoprograma de edición especial exclusiva para 2022, hablaremos sobre todo lo que tienes que saber con relación a manejo y expresión del trauma emocional, las heridas de la infancia, los procesos de autocuidado, los síntoma psicocorporales, apoyo migratorio y otras sorpresas. El cupo es limitado.

TE ESPERAMOS.

Carolina Leguizamón M.
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