Como te he contado en algunos posts en mi cuenta en Instagram y en otras notas de mi Psicoblog, hay muchos tipos de Ansiedad y no podemos meter, en el mismo lugar, las estrategias de afrontamiento para los síntomas físicos, afectivos, sociales y de pensamiento que genera.
A mi consulta han llegado personas diciendo: "He probado de todo, y no encuentran ningún síntoma, creo que soy hipocondríaco o hipocondríaca", y en mis relaciones escucho decir a personas: "Él se inventa todo lo que siente, es hipocondríaco". Así que hoy te sugiero usar una distinción importante cuando hablemos de una situación en salud que no tiene explicación médica o no la requiere: Puede que no tengas nada que requiera atención médica, pero tienes algo emocional que requiere ser abordado.
Es muy fácil decir: Piensa positivo, lo que te falta es ocuparte, haces mucho drama o exageras siempre todo; cuando realmente la persona se encuentra embotada en síntomas emocionales y afectivos que no ha podido encarar. Lo que pasa con la ansiedad es que sí tienes algo: tienes ansiedad.
Con todas las situaciones desatadas en cuarentena las líneas de atención médica han reportado incrementos de llamadas de personas que reportan una subida de adrenalina manifestada en sensación de adormecimiento, pecho apretado, aumento de ritmo cardíaco, falta de concentración, malestares estomacales, hormigueos, sensaciones de electricidad o fríos internos. Al ir al fondo de estas situaciones y posteriormente verificar con chequeos médicos, un importante porcentaje de los(as) consultantes no presentan una explicación médica que amerite un tratamiento en esta área más allá de recomendaciones genéricas. Esto no quiere decir que la persona "no tenga nada" sino que requiere ser direccionada para explorar recursos y profesionales en salud mental y psicoterapia para poder tramitar el estrés y manejar las emociones de una manera diferente.
Es necesario recordar que la ansiedad es ocasionada por factores psicológicos, sociales, cognitivos y emocionales, con un correlato de base neurobiológico, por lo que necesitas una terapia especializada en el tema. Sí necesitas hacer algo, sí está pasando algo contigo y sí necesitas atención. No médica, pero sí psicológica.
A una persona que siente síntomas repetitivos como los mencionados, y en consulta médica le informan que no tiene nada y sus familiares cercanos están con los nervios de punta porque no hay nada que explique el dolor de cabeza, migraña o malestar que constantemente le da y le impide cosas como concentrarse, disfrutar, trabajar o estar en eventos sociales, lo que piensa al no tener un soporte médico que justifique su malestar, es que: "El doctor no sabe o no me revisó bien; tengo una enfermedad extraña o nueva de la cual soy de las primeras víctimas; voy a morir de una misma causa o peor de las que tuvo mi familia porque tengo síntomas parecidos y aún más agudos".
Y no es que el malestar físico no exista, puesto que el dolor de cabeza, el mareo, la taquicardia, la sudoración o los síntomas gastrointestinales sí están presentes, lo que pasa es que no hay una razón médica, sino que el cuerpo está activando una serie de mecanismos internos desde tu sistema nervioso para regresarte a tu equilibrio.
Y entonces qué queda por hacer….
Realmente la falta de diagnóstico médico promueve y aumenta la hipocondría, y el hecho de que en casa hagamos como si nada de eso pasara o alimentemos la situación de victimes de la persona, no le va a ayudar de salir de ese ciclo; es fundamental entender que hay una situación problema que la persona y su nicho cercano no están pudiendo entender, y al no haber explicaciones médicas, es necesario atender con seriedad y prontitud los síntomas emocionales, afectivos y cognitivos que han sustentado todo ese cuadro que la persona presenta y que, de no tratarse, redundarán en manifestaciones y limitaciones más complejas de la vida cotidiana.
Es necesario un abordaje interdisciplinar en donde entendamos cómo funciona nuestro sistema nervioso y entendiendo que las consejerías o asistencias no expertas NO solucionan estos eventos, como tampoco llevando a la persona a pensar "positivo" lo solucionarán; eso, además de ser irreal, es irresponsable. La persona necesita reconocer que lo que tiene es Ansiedad, ir a la raíz y fondo del asunto en su sistema de creencias, relaciones, valores, prácticas de vida, prejuicios, duelos sin resolver, miedos vueltos pánico y desarrollar herramientas de gestión e inteligencia emocional.
No todo está en el cuerpo, ni todo está en las emociones, ni todo está en el pensamiento, dejemos de simplificar y minimizar tanto el sufrimiento de las personas. La mente y el sistema nervioso dirigen las sensaciones limitantes, y esas sensaciones tienen que ver con la manera en cómo nombramos, interpretamos y pensamos los hechos de la vida.
La Hipocondría, definida como el "trastorno mental" que se caracteriza por una preocupación constante y obsesiva por la propia salud y por una tendencia a exagerar los sufrimientos, que pueden ser reales o imaginarios; es más que un asunto de imaginar, puesto que realmente sí genera síntomas físicos, por lo tanto, el problema no es pensar que tenemos algo inexplicable sino NO hacer nada psicológico al respecto para tratarlo.
Confía en el proceso profesional de la psicología, que, con su trabajo articulado con otras ciencias, disciplinas y saberes, te permitirá transitar hacia una mejor calidad emocional y de pensamiento.
Te abrazo y te espero,
Carolina Leguizamón M.
Psicoterapeuta.
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